Huelva

El kisoco bar de Francisco Sedano

  • Arquitecto de la ciudad. Participó en la configuración de la Huelva contemporánea diseñando la Gran Vía y muchos de sus edificios

Aspecto del kisoco bar tras su cierre y antes de la intervención actual.

Aspecto del kisoco bar tras su cierre y antes de la intervención actual. / Josué Correa

A veces las pequeñas cosas ofrecen la oportunidad de conocer grandes proyectos.

El kiosco bar de los Jardines del Muelle está metido en la imagen de la ciudad frente a otras grandes edificaciones que justamente puedan ser más interesantes para un estudio de arquitectura. Lo cierto es que la ciudad a veces hace suyo elementos sencillos que le son muy especiales, por el espacio en el que se encuentran o la época en la que se levantaron. Le da un aire de singularidad e incluso lo toma como seña de identidad.

El kiosco bar de los Jardines del Muelle, bautizado en un principio como de ‘Las Palmeras’ aunque pocos le conocieron así, es una obra diseñada por el arquitecto Francisco Sedano Arce, aun cuando en determinado momento se atribuyera su autoría a José María Pérez Carasa como ocurre en el inventario Edificios de Interés de la Ciudad de Huelva. Sin embargo, queda claro que se trata de una obra de Francisco Sedano Arce, como bien documenta Lourdes de la Villa Márquez en su tesis doctoral sobre el arquitecto.

Aquella cita lo que hacía era vincular a ambos arquitectos que ciertamente están unidos en la trayectoria urbanística de la ciudad de Huelva, primero José María Pérez Carasa y luego Francisco Sedano Arce, a los que seguirían otros profesionales tan importantes como Alejandro Herrero.

Volviendo al kiosco de los Jardines del Muelle, la ficha urbanística del Ayuntamiento de Huelva que lo tiene catalogado, destaca que “su valor reside en que se trata de un diseño perteneciente al movimiento moderno”. Se indica que “precisa actuaciones que realcen su arquitectura, eliminando aquellos añadidos que impiden la visión del edificio en toda su amplitud”, reconociendo un estado de conservación “deficiente”.

Los planos muestran el diseño de Francisco Sedano Arce y una reforma propuesta por Ricardo Anadón de 1969 que no llega a ejecutarse. Los planos muestran el diseño de Francisco Sedano Arce y una reforma propuesta por Ricardo Anadón de 1969 que no llega a ejecutarse.

Los planos muestran el diseño de Francisco Sedano Arce y una reforma propuesta por Ricardo Anadón de 1969 que no llega a ejecutarse. / Archivo Puerto de Huelva

Es importante el celo por la recuperación del patrimonio histórico de la ciudad por parte del Ayuntamiento, pero sorprende que cuando se paralizó la obra de reforma estaba todo levantado. Lo que impidió ver si en verdad la construcción necesitaba reponer lo que se ha reconstruido.

En la ciudad se tienen precedentes parecidos, que incluso llevaron a que se permitieran tirar las fachadas y reponerlas aunque nunca fueron iguales, en lugar de sostenerlas con una estructura como la colocada en el edificio de la calle Pérez Carasa con Alfonso XIII, que es la última actuación.

Se perdieron la esquina original de la calle Rábida con La Paz; la del edificio en la calle Palacio número; el de Los Madrileños en la esquina de Pérez Carasa con Vázquez López; el del supermercado Cabsa, en Gobernador Alonso… fachadas todas repuestas con mayor o menor fortuna.

Aspecto que se encuentra tras la intervención ahora paralizada por el Ayuntamiento. Aspecto que se encuentra tras la intervención ahora paralizada por el Ayuntamiento.

Aspecto que se encuentra tras la intervención ahora paralizada por el Ayuntamiento. / Eduardo Sugrañes

Delante de todos se perdió en la calle San José un edificio de José María Pérez Carasa, del que solo queda el solar y la obligación de reconstruir la fachada.

El kiosco bar de los Jardines del Muelle permite ver una nueva sensibilidad pero, igualmente, se desprende la necesidad de mejorar el seguimiento municipal en actuaciones sobre obras emblemáticas.El kiosco en lo sencillo, invita a mirar a otras edificaciones de este arquitecto.

Lourdes de la Villa Márquez, que reclama en su tesis una mayor atención histórica a Francisco Sedano, da las claves de este kiosco bar. Así dice que si “estuviera instalado en la cubierta de algún buque no desentonaría del conjunto. En la planta rectangular Sedano inscribe un círculo para resolver con una economía de espacios un programa mínimo: barra de atención al público, almacén y aseos y emergiendo sobre la cubierta un depósito de agua”.

A la vez que destaca que “esta pequeña construcción, se compone de una serie de volúmenes puros y superficies curvas armoniosamente integradas. El círculo inscrito en la planta, se manifiesta al exterior al elevar su cubierta sobre el resto. En la potencia de la losa volada, en las molduras lineales de remate y en el rotundo contraste de las bandas blancas y negras del mostrador, encontramos rasgos de inspiración expresionista”.

El Puerto de Huelva adjudicó el 7 de octubre de 1937 el arrendamiento a Miguel Rodríguez Sánchez. En el Archivo del Puerto de Huelva se encuentra un proyecto de 1969 firmado por Ricardo Anadón Frutos de reforma y ampliación que no se ejecutó.

El kiosco llegó a la actualidad tras ser pintado en colores que nada recuerdan la belleza del mismo, en blanco y azul, ahora es albero y azul.

La titularidad también ha sido un tema escabroso en los últimos años. Se trata de un bien inmueble propiedad municipal por el título de compraventa al Estado; el pleno dominio lo adquiere el Ayuntamiento en 1991, manteniéndose de uso como recoge el PGOU de 1999.

En 2009 los concesionarios del bar iniciaron el expediente para inmatricular la finca, lo que se produce en 2010. Mientras que en 2015 el pleno del Ayuntamiento declara la titularidad del inmueble, acordando la recuperación del mismo. En 2019 se llega a un acuerdo para recuperar la titularidad municipal y se les concede a sus ocupantes la gestión por un periodo de 15 años.

El kiosco de los Jardines del Muelle lleva a Francisco Sedano Arce del que no hay que olvidar otros grandes proyectos en la ciudad como son los edificios del Ayuntamiento (1941), la Diputación (1956) y viviendas particulares en la Gran Vía de cuyo diseño es su artífice. Junto a viviendas sociales y promociones como en la Huerta Mena, el pabellón de Caballeros Mutilados de la alameda Sundheim, o su intervención en la Universidad Hispanoamericana de la Rábida que le llevará a recibir la encomienda de la Orden de Alfonso X El Sabio.

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