Se inició de pastelero, pero lo suyo era el toreo y se saltaba al Matadero


Antonio Borrero Morano nació en una familia sencilla en la Huelva de 1935 en la calle Almirante Vierna, 15, y bautizado en la iglesia del Corazón de Jesús . No había una tradición taurina en su familia que le hiciera saltar a los ruedos, fue su deseo personal, acompañado por la afición de los amigos de su entorno. Su padre, Francisco Borrero Peral, era mecánico en los talleres de la Compañía de Río Tinto, su madre, Juana Moreno Díaz, tuvo que afrontar una situación difícil al sufrir éste un grave accidente que no le permitía trabajar, por lo que para ayudar a la casa tuvo que ponerse a trabajar.
Pese a los deseos paternos no pudo mandarse al muchacho al colegio más que el tiempo indispensable para aprender las primeras letras. El apodo 'Chamaco' le viene de que cuando de niño jugaba con sus amigos era muy aficionado a manejar una especie de pistola de ganchos y a semejanza de los chiquillos mejicanos que son llamados 'chamacos', con tal remoquete se quedó Antonio Borrero Morano.
Antonio ingresó de aprendiz en una pastelería y a la vez que estaba aprendiendo de pastelero practicaba el torero metiéndose con frecuencia en el Matadero de Huelva. Había visto vestido de luces a su amigo Manolo García, que fuera con los años su mozo de estoque y por entonces novillero de económicas, y entre esto y el recuerdo de una corrida de toros que vio durante las Fiestas Colombinas de 1950, le entró tal afición y decisión de ser torero que nada pudo oponerse a ello.
La llegada de 'Chamaco' a los ruedos y en particular a la plaza Monumental de Barcelona hizo levantar la fiesta nacional del letargo en el que se encontraba, despertó el fuego de la afición e hizo que recobrara todo su esplendor haciendo incluso acudir a la plaza a gente profana llamada por la curiosidad del éxito del torero. Así se recogía en las crónicas de la época en su presentación como novillero. Incluso en su primera biografía taurina se le compara con Belmonte, porque al igual que este 'Chamaco' era un creador en el ruedo y se apreciaba así todo cuanto traía al toreo, que es lo que interesaba como mérito excepcional.
A su toreo le da un tinte trágico porque ofrece toda la sensación de la imposibilidad de poder torear en el terreno en que él lo hace. Unas faenas a las que le imprime un fuerte aroma de arte.
Los inicios de Antonio Borrero esta en la firme amistad que entabla con Manolo García Aguirre, empleado en el Matadero, hijo de torero. Y es en una noche, en el propio Matadero cuando Antonio Borrero, que había cumplido diez años, se hace con el capote y la muleta que le proporciona su amigo y toreando a un becerro crea sus primeros pases ante la admiración y el entusiasmo de su amigo Aguirre. Con el tiempo las ilusiones se hacen una realidad. Es el 3 de mayo de 1953 cuando debuta como novillero en la plaza de toros de Huelva, en la que era empresario Miguel Moreno que le da la oportunidad de enfrentarse al toro y al público.
'Chamaco' ya suena en las calles de Huelva. En el cartel de aquella corrida se anunciaban seis novillos de Diego Garrido Domínguez de San Juan del Puerto que hacía su presentación como ganadero de reses bravas. Matadores, Antonio Borrero 'Chamaco', Varelita, Juan Riquelme, José Altamira, Paco García Vázquez y Rafael Vázquez, de Triguero. Antonio Borrero 'Chamaco' alcanzaba "un ruidoso éxito" al torear de capa y muleta a su enemigo, concediéndosele las dos orejas. Saludó a hombros con Paco García Vázquez y Juan Riquelme, quedando la afición pendiente del anuncio del siguiente 17 de mayo que reaparecerían los triunfadores, 'Chamaco' y García Vázquez, que con Joselito Romero se las entenderían con los seis novillos del mismo ganadero de San Juan del Puerto.
El 4 de junio de 1953 'Chamaco' hizo otra vez el paseillo, ahora con picadores, en unión de Joselito Romero y Joselito Moreno y volvió a formar el "taco". Resultó cogido y pasó a la enfermería con una oreja en sus manos. El cronista terminaba así: "Antonio Borrero ¡que bien suena este nombre para los grandes carteles taurinos!" A partir de ese momento se irá ganado la provincia de Huelva y en 1954 le recibe primero Málaga y tras una tarde triunfal acude a Barcelona. La gran urbe catalana vibra en todo su ser y se produce el fenómeno del 'chamaquismo'. Y es que 'Chamaco' ha conseguido popularizarse en la capital condal y tiene el prestigio de los ídolos que arrastran las masas, y en las tardes de vida y color, la arena se siembra de la lluvia roja de las flores.
La alternativa de 'Chamaco' tiene lugar en Barcelona de manos de Miguel Báez 'Litri'. Una jornada, sin duda, memorable para la historia del toreo onubense aunque se celebraba bastante lejos. Dos corridas de toros, dos novillada y un festival benéfico, constituyó la jornada taurina en el país el domingo 14 de octubre de 1956, siendo la nota sobresaliente la alternativa de nuestro paisano Antonio Borrero 'Chamaco' en la plaza Monumental de Barcelona, de manos de Miguel Báez 'Litri', figurando como testigo Antonio Ordóñez, en corrida a beneficio del Montepío de viudas de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire de la IV Región. Se lidiaron cuatro toros de Urquijo, uno de Anastasio Fernández y otro de Galache. 'Chamaco', en el de su alternativa, realizó magnífica faena de muleta al compás de la música, siendo ovacionado, no teniendo suerte al matar.
Confirmó su alternativa en Madrid, el 21 de mayo y es Julio Aparicio el que le cede los trastos. A partir de este momento su nombre se fue fraguando en el albero de las plazas de España en letras de oro, hasta que el 14 de septiembre de 1967 torea en Barcelona su última corrida, donde se lidiaron reses de Joaquín Buendía; en la terna estaban con 'Chamaco' Rafael Ortega y Juan García 'Mondeño', actuando por delante el rejoneador Alvaro Domecq Romero.
Antonio Borrero 'Chamaco' ha sido considerado como un torero muy atípico después de dejar el toreo, y a parte de tener su propia ganadería, había estudiado en Peñalver, tuvo éxito y le invitaron a que los prorrogara en Harvard, pero prefirió dedicarse a los negocios y se instaló en Huelva. Quería estar aquí, en su ciudad, cerca de lo que había conocido de niño, de tantos éxitos, los más importantes cosechados en tierras catalanas, quiso desde el primer momento quedarse en Huelva, deseaba estar aquí en su ciudad, aunque iba y venía.
Así 'Chamaco' volvió y lo hizo para emprender negocios de pesca, fue armador de buques, construyó cuatro 'Notos'.
Aunque su gran proyecto fue El Portil, se adentró en el negocio inmobiliario, demostrando así y en otras empresas que el suyo es el espíritu de un hombre inquieto. Desde que se proyectó El Portil pensó que sería una gran apuesta en la costa de Huelva, quiso desde el primer momento que fuera una segunda ciudad, la propia familia 'Chamaco' fue pionera cuando no había nada en la zona y hoy es referente del despegue turístico de Huelva.
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