Huelva, escenario del 'Atlas 25', un ensayo militar sin precedentes: así actuarían las Fuerzas Armadas, Policía y Guardia Civil ante el ataque de los drones
Unos 400 hombres y mujeres militares pertenecientes a 21 unidades de toda España, junto a 140 civiles de 15 empresas, se han desplegado en un ejercicio nunca antes visto en el país
Las espectaculares imágenes del `Atlas 25´, ensayo militar contra drones en Huelva
Huelva acoge esta semana el mayor ejercicio militar en España de defensa anti drones, el Atlas 25
Unos 600 efectivos (entre militares, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y civiles) se han coordinado bajo un único mando con el objetivo común de poner a prueba la capacidad de respuesta del Sistema de Defensa español ante un supuesto ataque exterior contra sistemas aéreos no tripulados (drones) a distintas alturas y con diferentes medios. Helicópteros, drones, radares, inhibidores, una fragata, misiles y, por primera vez, blancos aéreos a los que combatir desde tierra, mar y aire.
Se trata del 'Atlas 25', el mayor ejercicio de integración de sistemas aéreos no tripulados hecho en el país, que ha tenido como escenario la provincia de Huelva. En concreto, este ensayo, que incluye prácticas con fuego real desde helicópteros contra blancos aéreos no tripulados, entre otras maniobras, se está desarrollando desde el pasado lunes (y hasta este viernes) en el Campo de Maniobras y Tiro de Médano del Loro (entre Mazagón y Matalascañas).
Enrique Ángel Costas Rodal, jefe de la Oficina de Comunicación del Mando de Apoyo a la Maniobra, explicaba a Huelva Información que la principal singularidad de este ejercicio es que aúna, por primera vez, al Ejército de Tierra, la Armada, al Ejército del Aire y del Espacio, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (Guardia Civil y Policía Nacional), así como a las universidades de Alcalá de Henares y Politécnica de Madrid, un centro de investigación militar y a empresas civiles relacionadas con la Defensa. "Aquí se están probando productos que ya ha comprado el Ejército de Tierra y otros prototipos que están en investigación", indicaba el teniente coronel, aclarando que "la capacidad contra UAS (sistemas aéreos no tripulados) es transversal y afecta a todos. Aunque con diferencias según el escenario de actuación, la amenaza es común y, por lo tanto, la respuesta debe integrar todas las capacidades disponibles en un enfoque amplio, que es lo que se pone en práctica en este ejercicio".
Unas maniobras dirigidas por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, organizadas por el Mando de Apoyo a la Maniobra (una unidad del Ejército de Tierra) y ejecutadas por el Regimiento de Artillería Antiaérea número 71, bajo un mando de control único integrado en el Sistema de Defensa Aérea.
En total, unos 400 hombres y mujeres militares pertenecientes a 21 unidades de toda España, junto a 140 civiles de 15 empresas, se han desplegado en este ejercicio que tiene como fin impulsar el desarrollo de las capacidades de las Fuerzas Armadas, y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los sistemas que combaten a los UAS (término inglés que se refiere a sistemas aéreos no tripulados). Además, busca mejorar las técnicas, tácticas y procedimientos, así como potenciar la colaboración entre empresas nacionales y el ámbito de la investigación para el impulso de nuevas soluciones tecnológicas.
"Hemos demostrado que somos capaces de defendernos y que la acción conjunta es necesaria"
El director del ejercicio, Rómulo García Huertas, ponía en valor "la multitud de acciones que llevamos a cabo los ejércitos para estar preparados y proteger a nuestros ciudadanos, sobre todo en el contexto internacional actual. Y eso es lo que hemos estado haciendo todos estos días, de una forma integrada en el Sistema de Defensa Aérea".
Por su parte, el capitán Adrián Humán, del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, celebraba que el ejercicio haya sido "muy completo". "Se ha desarrollado un sistema de ataque en todas las capas, lo cual ha permitido valorar y ponderar esa integración de los diferentes sistemas. Creo que todos nos llevamos lecciones aprendidas, pero creo que el objetivo se ha conseguido. Se ha demostrado que somos capaces de defendernos y que la acción conjunta es necesaria".
Igualmente, el inspector Luis Bonilla, de la Unidad Aérea de la Policía Nacional, recordaba que España está preparada para afrontar cualquier ataque o amenaza "y muestra de ello es este gran ejercicio que ha sido todo un éxito. Se han obtenido todos los objetivos que se buscaban, y, además, hemos sacado conclusiones con las empresas para la vida civil, que también pueden funcionar".
El supuesto escenario del "ataque"
El ejercicio se enmarca en un conflicto entre países ficticios y caracterizado por un ataque de saturación multicapa, compuesto por drones, aeronaves tripuladas y misiles de crucero, de forma que el despliegue de todas las capacidades (Fuerzas Armadas, Policía y Guardia Civil) proteja un punto vital mediante una zona de interceptación donde acometer, de forma decalada, la amenaza.
El adversario ha realizado ataques combinando drones, aeronaves y misiles que, paulatinamente, han ido incrementando su complejidad. Se plantea un escenario en el que el adversario emplea sus capacidades, simultáneamente, en atacar un punto vital y la Unidad de Defensa Antiaérea que lo protege, todo ello apoyado por capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento embarcadas en drones de clase III y en la infiltración de elementos sutiles.
Para ello, dentro del Atlas 25 se han desplegado elementos de mando y control pertenecientes al Mando de Artillería Antiaérea, que permiten hacer interoperables elementos procedentes de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Desde la organización, aclaran que no solo se trata de la interoperabilidad de los sistemas, sino de disponer de la capacidad de integrar las unidades contra UAS (drones) en un sistema común de gestión de información para proporcionar una capacidad de defensa efectiva frente ataques de saturación multicapa, caracterizados por emplear coordinadamente distintos tipos de amenaza tales como misiles balísticos y de crucero, drones y aeronaves convencionales, frecuentemente empleados en los escenarios de conflictos actuales.
Durante el Atlas 25 se despliegan sistemas que permiten la detección de drones. Este aspecto es crucial para la alerta temprana y poder responder de manera efectiva con medidas activas de destrucción y neutralización, así como pasivas de protección y enmascarimiento. Entre las medidas de destrucción se incluyen el fuego real para neutralizar a los sistemas aéreos no tripulados que, por su pequeño tamaño, velocidad o altura, presentan mayores dificultades para su detección.
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