Un hombre santo
EN estos días conmemoramos el quinto aniversario de la muerte del sacerdote Francisco Girón. Para muchos de nosotros, un hombre santo.
Paco Girón era un hombre santo porque estaba lleno de Dios y así lo transmitía. No solo a través de sus palabras, en la Eucaristía, en las confesiones, en las unciones a los enfermos, en las bodas, en los bautizos, etc., sino porque podías ver y sentir el amor de Dios a través de la mirada de sus ojos o de las caricias de sus manos. Era un hombre santo porque confiaba en Dios y se dejaba guiar por Él en todos los momentos de su vida, en su día a día. De ahí sus "apariciones providenciales" cuando menos lo esperabas y más falta te hacía (en los hospitales, en los momentos de tristeza o tribulación, en las dificultades…).
Paco Girón nos enseña además a desmitificar la santidad. En su libro Mis amigos santos, Paco nos revela una santidad a través de la vida de "amigos santos, sencillos"… "amigos que vivieron un cristianismo alegre y comprometido, atractivo y fascinante por lo sencillo". Es la alegría y la sencillez del Evangelio de la que nos habla el Papa Francisco en su encíclica La alegría del Evangelio.
El mismo Paco Girón sigue diciendo en el prólogo: "Mi interés en publicarlo es que los que lo lean y yo mismo al escribirlo, nos sintamos atraídos por esas facetas de la vida que estos hombres y mujeres como nosotros, acertaron a convertir en rasgos de santidad sencilla; los quiero presentar como lo que fueron, cristianos que se enamoraron o se aficionaron a pasar por la vida como Jesucristo, haciendo el bien, y por ello mostraron a otros un camino para encontrar la felicidad"… "El estar unidos a Jesucristo los hizo felices. Y es que el cristianismo es Jesucristo. Él nació para cambiar la historia, y que hubiera un antes y un después. Tu vida y mi vida, la vida de cada uno de nuestros amigos santos tienen siempre un antes y un después: el del encuentro con Cristo".
"La felicidad -sigue escribiendo Paco Girón parafraseando a un psicólogo español-se consigue haciendo realidad las posibilidades más ricas del ser. Así, por ejemplo, la felicidad de una semilla, si fuera consciente de ello, sería ser la rosa o la espiga que tiene en su interior como posible".
Y así nos habla de la felicidad de Pablo de Tarso, al haber visto nacer a su paso un nuevo mundo en Corinto o en Roma…; de la felicidad de Teresa de Lisieux, o de la de Teresa de Calcuta "al poner amor y una sonrisa de paz en el mismo nacer y morir del sufrimiento de las personas olvidadas en las cunetas de los caminos y de las autopistas de la historia actual de la India".
Pero también nos habla de la felicidad de un torero amigo, o de la de Zarra y Marcelino, futbolistas de la época, y, en definitiva, de la de 53 de sus amigos, "que podían haber sido muchos más", como él mismo admite, "como la muchedumbre inmensa de la que habla el libro del Apocalipsis". José María García Lahiguera, Ana María Morales, Diego Morón, Joaquín El Gitano, Norberto, Juan Nicolás, Lucita, Manolo Díaz, Mely León, Concha de la Corte, Juan Saavedra El Gangui y muchos otros. Como vemos, "son santos recogidos en distintos ámbitos", como dice Paco Girón, "para que veamos que en todos puede vivirse el ser levadura del buen pan".
Y en ese esfuerzo compartido de "ser levadura del buen pan" se encuentra la Casa Paco Girón. Por fin una realidad desde el pasado 26 de septiembre, al acoger ya a 4 chavales en su proceso de autonomía plena, humana, profesional y vital. Una casa que lleva el nombre de un hombre santo como identidad, como prolongación de su legado, que no fue otro que pasar por la vida de mucha gente de Huelva haciendo el bien.
Acompañando este proyecto, y tomando el relevo de la formidable labor que la Fundación Valdocco ha hecho durante todos estos años, se encuentra la Asociación Casa Paco Girón, una asociación sin ánimo de lucro, abierta, que desea aglutinar y dar cabida a todas aquellas personas que quieran dar respuesta a las necesidades de hombres y mujeres que hoy por hoy se encuentran excluidos del mundo laboral, del acceso a los servicios básicos, de un entorno familiar cercano por su condición de inmigrantes, etc.
Esta es la misión fundamental de la Casa Paco Girón y el principal objetivo, por lo tanto, de la Asociación que lleva su nombre. Pero también, es un fin de la Asociación "la profundización, sensibilización y difusión del mensaje y de los valores sobre los que se sustentó la trayectoria vital del sacerdote Francisco Girón" tal y como señalan sus estatutos. En este caso, conmemorando el quinto aniversario de su muerte y ante el comienzo de su posible proceso de beatificación, invitamos a todas aquellas personas que quieran participar hoy, 15 de enero, a las 18:00, en la sede de la Casa Paco Girón (calle Pablo Ruiz Picasso, 95, junto a la rotonda del Saladillo y la Universidad), donde rodeados de amigos, profundizaremos en una semblanza de Paco Girón, en todas aquellas facetas de su fecunda vida que lo han hecho un hombre santo.
Por último, concluyo este artículo con un llamado que hace Paco Girón "para que todos seamos santos"… "porque se es feliz en ello"… "la felicidad más honda y más capaz de saciar del hombre es la de ser santo, que no es nada raro, es hacer sencillamente el bien, para alegría de uno mismo y de la humanidad, que hace historia con uno; hacer lo que tenemos que hacer saboreando que Dios nos quiere y ansía vivir en nosotros para que lo seamos y lo hagamos"… "porque así, al salir de nuestra pasividad o letargo, pudiéramos colaborar en la construcción de una historia humana más bella, responsable, más justa y más capaz de saciar la sed de toda persona y de todo grupo humano… lo que redundaría en bien y alegría de todos". Que así sea.
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