El histórico chiringuito 'El Portugués', situado en Punta Umbría, demolido tras 29 años

El dueño del Costa Recife ha decidido poner fin a su restaurante por temor a sanciones

La ley del silencio se impone en La Canaleta

Manuel Da Silva, junto a su chiringuito en ruinas. / Josué Correa

La vida del chiringuito-restaurante Costa Recife, conocido como El Portugués, ha llegado a su fin tras 29 años abriendo al público. El establecimiento, situado en Punta Umbría, ha decidido cerrar sus puertas y ser demolido para así evitar sanciones, al no contar con licencia de apertura.

Las multas que desea esquivar su dueño, Manuel Da-Silva, son las provenientes del Servicio Provincial de Costas de Huelva, dependiente del Gobierno Central, y que en los próximos días le iba a notificar la orden oficial de derribo. El empresario ha preferido demoler él su propio negocio antes de tener que pagar "30.000 euros. Prefiero hacerlo yo por un tercio".

Lo cierto es que el chiringuito El Portugués no tiene autorización para ocupar la zona de dominio público terrestre. Es decir, el terreno, concedido por el Ayuntamiento de Punta Umbría finaliza en los próximos días y no hay posibilidad de renovación. En conversación con Huelva Información, Manuel Da Silva explica que él ha" recurrido hasta el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía", que no le ha dado la razón. Como no ha apelado a la instancia superior, al Tribunal Supremo, la decisión se convierte en firme, y, por tanto, ha de proceder al derribo de su chiringuito.

El siguiente paso que va a realizar Manuel Da Silva, El Portugués, es el de concursar por ese terreno para que se lo conceda el Ayuntamiento y montar otro negocio. Pero para eso queda tiempo. De momento, él está "tranquilo y con ganas de vivir la vida después de mucho trabajar".

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El Chiringuito El Arrecife siendo derribado.

El caso de El Portugués no es el único de la zona que está viéndose afectado por carecer de licencia de apertura. Del resto de chiringuitos de la zona, muchos están barajando la opción de cerrar sus puertas ante el temor de recibir las mismas sanciones que El Portugués y otros establecimientos de alrededor, que al serles notificada las sanciones han ido recurriendo instancias más "por ganar tiempo" que por tener la razón.

El caso de los chiringuitos de Punta Umbría arrancó con una denuncia de los vecinos por el exceso de ruido del establecimiento Casa Diego. Al llegar el tema a la justicia, el juez constató que no tenía licencia de apertura ni el propio local ni la mayoría de los de la zona. Por tanto, el magistrado llamó a declarar al alcalde actual de Punta Umbría, José Carlos Hernández Cansino, de Unidos por Punta Umbría, y a la anterior legisladora municipal Aurora Águedo, además del dueño del chiringuito Casa Diego.

Ambos están investigados por un presunto delito de prevaricación administrativa. A ambos se les imputa un presunto delito de prevaricación omisiva del artículo 404 del Código Penal. Este dice que "la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de nueve a quince años".

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