efemérides | procesión extraordinaria del 75º aniversario

Una hermosa ciudad efímera

  • Guirnaldas, gallardetes y estandartes han adornado el centro de la ciudad como fruto del trabajo de varios meses Un azulejo en la Gran Vía da testimonio perenne de la jornada

Con el cariño y el beneplácito de hermanos y vecinos, el centro de la ciudad sufrió una auténtica transformación para dar mayor realce a la procesión extraordinaria de ayer. Algunos de los elementos preparados para el evento quedarán como testigos perdurables. Ese es el caso del azulejo que se inauguró el viernes ante la fachada del hotel Tartessos que es obra de Carmelo del Toro y que es una muestra de cariño de los antiguos vecinos del Brasil Grande. Junto a éste, guirnaldas de flores, gallardetes, estandartes y colgaduras llenaron de color la fisonomía del centro de la capital. Ha sido el resultado del trabajo de muchos meses.

Desde mayo, un grupo de cuarenta personas se encargó de la elaboración de los adornos, que no solo se ciñeron a la calle Esperanza Coronada. Así, se realizaron las colgaduras pintadas a mano del hotel Tartessos y las guirnaldas de flores blancas de papel (20.000) para situarlas en distintas calles. Finalmente, se hicieron colgaduras en color brudeos, con el símbolo de María realizado con spray. Aparte, la hermandad encargó otras verdes con un ancla amarillo estampado y el lema Spes Nostra Coronata. Ha llamado grandemente la atención el arco colocado en Esperanza Coronada y que ha sido obra del joven palmerino Claudio Manuel Infanta; todo él ha sido pintado a mano.

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