El Gobierno lanza desde Huelva su apuesta por atraer talento internacional
Economía
La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, visita las instalaciones de Ariema, donde se fabricarán por completo los primeros electrolizadores del país, y sitúa a Andalucía como destino preferente para profesionales altamente cualificados
María Jesús Montero en su primer acto en Huelva como líder del PSOE andaluz: "Juanma Moreno solo habla de Andalucía para confrontar"

Huelva/España quiere talento. Y lo quiere aquí, en el sur. En un momento en el que las grandes potencias tecnológicas endurecen las condiciones para estudiantes y profesionales internacionales, el Gobierno ha decidido lanzar desde Huelva un mensaje claro: Andalucía aspira a ser un imán para el talento global. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo ha verbalizado durante su visita a las instalaciones de Ariema, la empresa onubense que construirá en Huelva la primera planta del país dedicada a la fabricación completa de electrolizadores, el corazón tecnológico del hidrógeno verde.
“No vamos a dejar pasar esta oportunidad internacional. Mientras Estados Unidos cierra sus puertas a estudiantes y profesionales extranjeros en universidades punteras como Harvard, nosotros queremos que elijan España, que elijan Andalucía, que elijan Huelva”, afirmó Montero. Con esas palabras, la vicepresidenta no solo presentó una apuesta política: convirtió a una instalación industrial concreta en ejemplo de esa ambición. El proyecto de Ariema, con una inversión de 34 millones de euros —19 de ellos aportados por el Estado a través del Plan de Recuperación—, será un nodo de atracción para ingenieros, técnicos superiores y científicos altamente cualificados.
La fábrica, que estará operativa en 2026, generará 400 empleos directos de alta especialización. Allí se diseñarán, ensamblarán y pondrán a punto los dispositivos que permiten transformar el hidrógeno en electricidad. Es decir, será un enclave estratégico dentro del nuevo mapa energético europeo, donde la producción local de energía limpia ya no es solo una cuestión ambiental, sino también de autonomía geopolítica. Y es desde ese nodo —situado no en Berlín ni en París, sino en Huelva— desde donde el Gobierno quiere construir su relato de país de acogida para el conocimiento.
La visita a las instalaciones de Ariema es, en palabras de Montero, “la constatación de que la industria verde no es una promesa lejana, sino una realidad tangible que está ocurriendo aquí y ahora”. La ministra destacó que la planta representa un “ejemplo de cómo aplicar la ciencia al bienestar de los ciudadanos”, una infraestructura que se desarrollará en estrecha colaboración con la Universidad de Huelva, “paraguas académico que tutela el proyecto y que garantiza que lo mejor del conocimiento esté al servicio de la innovación industrial”.
Pero el fondo del mensaje iba mucho más allá del caso concreto. Lo que el Gobierno busca es activar una dinámica estructural: aprovechar el contexto global para atraer cerebros a una España que se reindustrializa sobre nuevas bases. “Estamos en buenas condiciones de mostrar al mundo lo que somos capaces de hacer”, insistió Montero, con la vista puesta en los profesionales que hoy se ven excluidos de circuitos como el estadounidense y que podrían encontrar en Andalucía un destino atractivo, competitivo y conectado con las grandes transformaciones del siglo XXI.
La estrategia no se sostiene solo sobre buenas intenciones. Ariema, fundada como spin-off del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), lleva dos décadas desarrollando tecnología propia en el campo del hidrógeno. Con la nueva planta, se convertirá en la primera empresa española capaz de asumir todo el proceso de fabricación de electrolizadores, un salto industrial que permite cerrar una parte crítica de la cadena de valor del hidrógeno verde sin depender del exterior. El objetivo, según el Ejecutivo, es crear “tejido industrial arraigado, sostenible y de futuro”.
Montero lo explicó en términos económicos: “Este tipo de proyectos permite que la producción industrial tenga menor coste, que las energías renovables lleguen a los hogares y a la industria, y que Andalucía tenga un papel protagonista en la transformación energética de Europa”. La apuesta por el hidrógeno verde —y por mantener en suelo andaluz tanto la tecnología como el talento— se alinea con el objetivo estratégico de Europa: ser energéticamente autónoma en un mundo donde la energía es poder.
El Ejecutivo considera que este tipo de iniciativas permiten avanzar en la reindustrialización sostenible del país y consolidar un tejido productivo basado en el conocimiento, la cualificación y la innovación. En paralelo, busca que estas infraestructuras sirvan como polos de atracción para profesionales altamente cualificados, tanto nacionales como internacionales. Montero subrayó que España está en disposición de ofrecer “un entorno favorable para el desarrollo de proyectos tecnológicos avanzados y para la captación de talento global”.
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