Una joven onubense de 28 años, María Pérez, denunció que no pudo disponer de enchufe en el AVE Madrid-Sevilla, a pesar de sufrir fibrosis quística, y que cuando reclamó Renfe le contestó que el respirador lo habían considerado como “servicios accesorios o considerado de entretenimiento”.

Según explicó a Efe la joven, el pasado martes tenía que hacer un viaje a Barcelona debido al trasplante de pulmones que necesita, por lo que decidió hacer el viaje en AVE, indicando a la hora de comprar el billete que necesita un respirador las 24 horas del día que se alimenta de corriente eléctrica. Sin embargo, cuando cogió el tren de vuelta entre Madrid y Sevilla vio que no había enchufe alguno en los sillones, por lo que reclamó de forma inmediata al personal del tren.

Una primera solución que le dieron fue la de desplazarse junto a los servicios, aunque posteriormente un revisor la informó de que en los extremos de los coches había un enchufe para el servicio de limpieza, por lo que pidió a dos pasajeros que cambiaran los asientos para poder enchufarlo y le dejaron hacerlo, ha relatado.

Cuando terminó el viaje, María Pérez presentó una queja por escrito a Renfe y, tal y como recoge el escrito enviado Efe, la compañía le contestó que “los servicios accesorios o considerados de entretenimiento a bordo son elementos adicionales al propio desplazamiento, que no conllevan un abono por parte del cliente en sus billetes, por lo que este (…) no puede establecer indemnización compensatoria alguna”.

En la misma carta, Renfe cita que “achacamos lo ocurrido a un error de comunicación o interpretación ya que debemos de referir otras actuaciones del personal encargado de atenderle, el cual se prodiga por su afán de servicio al cliente y buen comportamiento profesional”.