En 1906 el Puerto de Huelva inicia la gran conquista hacia la Punta del Sebo con el proyecto de carretera, a la vez que toda aquella zona de marisma se gana para la ciudad. Una expansión que se ve también entre los siglos XIX y XX en las márgenes de las carreteras del Odiel (avenida de Italia), y de Gibraleón (avenida de Alemania), que avanzan hacia el río con dos elementos claves como son las estaciones de trenes, en un nuevo despertar de progreso para Huelva.

Es un gran paseo, que vendrá a llamarse avenida de la Rábida, que conducía precisamente hacia el transbordador que en la Punta del Sebo llevaba al sitio rabideño. Las hileras de eucaliptos plantados se irán perdiendo con la instalación en los años sesenta del siglo pasado del Polo Industrial. Se ocupaba aquel espacio libre que siempre tuvo el Puerto para zona industrial.

La recuperación del paisaje en el proceso de desmantelamiento de las fábricas lleva no solo a la creación de la senda peatonal, sino a la incorporación de nuevas glorietas que ahora se completan en una gran actuación por parte de la Autoridad Portuaria. Se le quiere dar a la avenida un uso más urbano, que esté más cercada de esta integración de Puerto-Ciudad.

Se espera conseguir con la nueva apuesta, en la que mejora lo que ya existe y crea un bulevar en la zona central ampliando la mediana para jardinería, hasta los dos metros y medios.

Se cambiará la imagen de carretera para tráfico pesado y también como vía de intenso tráfico que ahora se verá reducido, como busca el proyecto. La alternativa es la nueva Zona de Actividades Logísticas en conexión con la H-30, que evitará que el movimiento de mercancías pase por la avenida, quedando esta para un uso más urbano.

La nueva imagen de la avenida, en sus cinco kilómetros hasta la Punta del Sebo, tendrá un marcado carácter vegetal con la plantación de 1.500 árboles y 24.000 plantas, además de 25.000 metros cuadrados de césped en la mediana.

La obra de acondicionamiento de la avenida Francisco Montenegro se espera que pueda estar concluida a comienzos de 2021 y aunque en 2013 se aseguraba que en las nuevas actuaciones del Puerto en el Paseo Marítimo y en la avenida se recuperarían las hileras de eucaliptos, continúa siendo una asignatura pendiente. En algunas zonas como en la Punta del Sebo la repoblación se hace necesaria como pantalla de proteción visual del Monumento a Colón.