Cabalgata 2014

Un estallido de ilusión en Huelva

  • Más de cien personas salen en las 13 carrozas de la cabalgata. Niños y mayores se congregan a lo largo del recorrido para ver pasar a los Magos de Oriente.

El mal tiempo concedió una tregua y los fuertes vientos y las lluvias previas al día mágico por excelencia dieron paso ayer a un día soleado en el que las nubes hicieron acto de presencia sin deslucir la jornada. Numerosas familias se congregaron pasados unos minutos de las tres de la tarde en el entorno del santuario de la Cinta para presenciar la salida de la cabalgata de Reyes Magos. Los niños esperaban expectantes la llegada de los Reyes de Oriente y miraban con curiosidad algunas de las carrozas que se encontraban en el aparcamiento del centro social de La Orden.

En el interior de la ermita del Conquero, los Reyes Magos cumplieron con la tradición y adoraron al Niños Jesús ante la presencia de la Patrona de Huelva, tras realizar la tradicional ofrenda de flores a la Virgen de la Cinta. El hermano mayor de la Hermandad de la Cinta, Manuel Romeu, destacó la ilusión que despierta en los niños onubenses la llegada de los Magos de Oriente, a los que pidió esperanza para afrontar este periodo de crisis y más calidad de vida para los mayores.

El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, acompañado por el teniente alcalde de Cultura, Manuel Remesal, y el concejal de Turismo, Ángel Sánchez, estuvo con los Reyes Magos durante su visita al santuario. Sus Majestades, Melchor, Gaspar y Baltasar, encarnados por el coordinador de la Pastoral Juvenil del Colegio Salesiano, Marco Antonio Martínez; el cocinero y propietario del Acánthum, Xanti Elías, y el cantante y compositor Paco Millán, seguidos por sus respectivos séquitos, abandonaron el emblemático edificio y se dirigieron a sus artísticas carrozas, con las que se fueron incorporando a la comitiva.

Trece carrozas conformaron la cabalgata, que encabezó la Estrella de la Ilusión, personificada por Itziar Germán, capitana del Club Baloncesto Conquero, que recorrió las calles de Huelva sobre un gran cisne blanco, que estuvo custodiado al igual que las carrozas de los Reyes por una pareja de agentes de la Policía Local.

Más de 120 personas formaron parte del dispositivo de seguridad, compuesto por efectivos de la Policía Local, Bomberos y Protección Civil.

Abría la comitiva el grupo El Submarino Amarillo, que representaba a los integrantes de una peculiar expedición marina, que equipados con una red intentaba atrapar a los niños y mayores que se encontraban a su paso, a los que intimidaban con sus arcaicos desatascadores.

Precedía al rey Melchor una carroza con un portal de belén y otra del Señor Patata. Con el rey de las barbas blancas comenzaron las lluvias de caramelos. Grandes y pequeños no dudaron en agacharse para recogerlos del suelo. Muchos de los pequeños llevaban bolsas de plástico y de cartón para guardarlos.

Personajes de Barrio Sésamo (Epi, Blas y Elmo), de Toy Story (Woody y Buzz Lightyear) y de Los Tres Cerditos decoraban las siguientes carrozas, en las que no faltaron los típicos muñecos de nieve. Tras ellas iba la de Gaspar, que continuó con la tirada de caramelos.

Completaron la comitiva una gran reproducción de un tiranosaurio rex, carrozas con los personajes de Los Pitufos y Monstruos S.A. (el grandote Suley y el pequeño Mike Wazowsky) y una alegoría de la noche de reyes, seguida por la carroza del Rey Baltasar. Delante de la cual marchaba la agrupación La Salud de Oriente, de la Hermandad de la Salud, cuyos músicos se volvieron hacia Baltasar mientras interpretaban el villancico Ya vienen los reyes magos, que el Mago de Oriente acompañó tocando las palmas al compás.

Cerraba la cabalgata un coche de bomberos, un camión Magirus que tiene más de sesenta años de antigüedad. El vehículo llegó a la capital onubense en la década de los ochenta procedente del aeropuerto de Zaragoza y es ahora una pieza de museo, que sale a la calle cada 5 de enero.

Unos 14.500 kilos de caramelos repartieron los Reyes Magos a lo largo del recorrido, en el que se congregó un gran número de ciudadanos. Al paso de la cabalgata, balcones y ventanas se llenaron de gente para ver pasar la comitiva, en la que participaron más de cien personas, entre niños y mayores. Los pequeños, disfrazados de personajes de películas infantiles, cuentos y escenas navideñas, disfrutaron arrojando serpentinas y confetis desde sus carrozas. Se lanzaron miles de rollitos de serpentinas multicolor y 710 kilos de confeti.

Aparte de La Salud de Oriente, de la Hermandad de la Salud, el apartado musical corrió a cargo de la Agrupación Musical Santa Cruz, y una tercera, compuesta por integrantes de las bandas de la Sagrada Cena, Nazareno y Expiración.

A pie, entre las carrozas, iban princesas de Walt Disney (La Sirenita, Bella, la Bella Durmiente, Blancanieves, Jasmine...), Winnie de Pooh y Tiger, Piolín, Pluto, Peter Pan y Campanilla y superhéroes como Spiderman, Batman o Iron Man, que fueron animando a los pequeños que presenciaban la cabalgata. "Arriba las manos, que vienen los Reyes", apuntó Campanilla.

Fue una tarde de ilusión en la que los auténticos protagonistas fueron los niños. El teniente alcalde de Cultura destacó la afluencia masiva de onubenses, el colorido de la cabalgata y "la ilusión con que la ciudad la ha recibido".

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