Fue una intensa jornada la que vivieron ayer los Reyes Magos en Huelva. Ésta comenzó por la mañana con visitas a niños hospitalizados, a mayores en las residencias de la ciudad y a discapacitados, con los que los Magos de Oriente compartieron momentos muy emotivos.

Tras un desayuno a las ocho de la mañana en la Casa Colón para coger fuerzas, sus Majestades iniciaron en autobús un recorrido por residencias y hospitales. Acompañados por el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, y el concejal de Cultura, Manuel Remesal, su primera parada fue la Asociación de Minusválidos María de Nazaret, a las que siguieron las de las residencias de ancianos de la calle Artesanos y de la Virgen del Rocío, así como la del asilo Santa Teresa Journet.

En la visita a estos centros, amenizada por la música del Coro del Lazareto, destacó la alegría con la que los mayores residentes en los asilos y los niños hospitalizados recibieron a los Reyes Magos. "Se trata de llevar la alegría y la ilusión de la cabalgata, la magia de un día tan especial, a aquellas personas que no pueden disfrutar de ella con plenitud", explicó el alcalde de Huelva.

La gran algarabía se produjo durante la visita de los Reyes a los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena, donde dejaron sus regalos a los niños que están ingresados en los centros. El encuentro con los más pequeños fue muy emotivo, ya que la presencia de Melchor, Gaspar y Baltasar fue para los más pequeños toda una sorpresa.

Los Reyes no se olvidaron tampoco de los presos y realizaron su última visita al Centro Penitenciario de Huelva, donde llevaron también la ilusión y alegría a los internos; la misma ilusión y alegría que repartieron por la tarde cuando la cabalgata recorrió las calles de la ciudad.

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