¿Es Huelva el origen de Tartessos? 200 piezas encontradas en los cabezos de la ciudad se muestran por primera vez en la mayor exposición del Museo

Según Noelia Melara, restauradora de la muestra, en total se han restaurado 40 piezas. "Piezas que estaban en reserva, que no habían salido nunca. Es emocionante. Estamos ante un legado único. Todo lo que los onubenses van a ver son elementos de una belleza y una técnica impresionantes"

Huelva muestra al mundo los restos de Tartessos "inéditos" hallados en sus cabezos en la mayor exposición de la historia del Museo

Imágenes del montaje de la exposición 'La Joya, vida y eternidad en Tarteso', en el Museo de Huelva

Jorge Cotallo, presidente de Arqueohuelva / Alberto Domínguez

La Joya. Vida y eternidad en Tarteso abrirá en unos días para conectar a los onubenses con sus raíces en la que se configura como una de las grandes apuestas culturales de la historia en la ciudad. Una muestra inédita que verá la luz el próximo Viernes de Dolores en el Museo de Huelva. La Joya, la necrópolis tartésica por excelencia de Huelva, estará presente en el museo a través de una exposición que se adentra en el mundo funerario tartésico con más de 200 piezas procedentes de la necrópolis del Cabezo de la Joya, muchas de ellas expuestas por primera vez.

Según Noelia Melara, una de las restauradoras de la muestra, en total se han restaurado 40 piezas. "Piezas que estaban en reserva, que no habían salido nunca, que había que hacerles unas intervenciones, y otras piezas que se habían restaurado en campo, en las primeras campañas de excavación, pero cuyas restauraciones estaban anticuadas, porque envejecen, se endurecen... y hemos tenido que trabajar sobre ellas".

Noelia Melara, restauradora / Alberto Domínguez

Desde el pasado mes de noviembre, lleva trabajando en su puesta a punto desde el laboratorio del museo. A nivel profesional, dice, "es emocionante. Estamos ante un legado único. Es un orgullo trabajar para el museo y sobre todo, para estas piezas. Todo lo que los onubenses van a ver son elementos de una belleza y una técnica impresionantes. Encontramos metales pero también de cerámica. Hay cerámica hecha a mano de una calidad excepcional. Son bellísimas. Estoy hablando de cerámica, pero también podría mencionar materiales como el alabastro, plata, bronce..."

La restauradora asegura que estas piezas reflejan mucho de cómo era la sociedad o, al menos, de los que estaban enterrados, gente con riqueza que quería llevársela a la tumba. "Porque ejemplo, de una de las tumbas encontradas se han sacado un montón de platos hechos a mano. Había alrededor de 20 y es que se enterraban con un ajuar completo. Joyas dignas de ver porque son una maravilla".

Para Melara, es la ocasión perfecta de descubrir cómo eran nuestros antepasados: "creo que la ciudad de Huelva va a saber mucho de esta exposición y va a estar muy orgullosa de su patrimonio, de cómo se ha cuidado, de cómo se está exponiendo. Y creo que es un punto de inflexión para que la gente de aquí valore definitivamente lo que tiene. Porque Huelva tiene un patrimonio riquísimo y yo creo que ahora se está iniciando el camino para que se reconozca".

La exposición

La muestra se divide en dos partes, la primera de ellas se adentra en el rito funerario y las diferentes etapas relacionadas con el momento del depósito de los ajuares en las tumbas. La Tumba 17, la "principesca", se representará en el momentos de su descubrimiento en los año 70 del pasado siglo, tal y como se encontró. La segunda parte de la exposición, que recoge el ajuar de la Tumba 17, irá acompañada por la recreación del carro tartésico y las piezas originales del referido carro, muchas exhibidas por primera vez.

El carro y la arqueta, figuras claves en la exposición

Jorge Cotallo, presidente de la Asociación Cultural Arqueohuelva y uno de los responsables del montaje y recreación de la exposición, cuenta cómo este novedoso proyecto museístico surgió a raíz del carro tartésico de la Joya. Una pieza cuyos restos aparecieron en el 72 en la Necropolis y cuya recreación ha financiado la Fundación Atlántic Copper. "El tener el carro delante era la excusa perfecta para ponerlo en un contexto y hacerle justicia", cuenta Cotallo.

Se trata de un carro de prestigio de paseo. "Tenemos que imaginarnos cómo hace 2.700 años alguna persona de la élite de la sociedad onubense, de aquella Onuba, se paseaba por la Huelva llena de cabezos con este carro de prestigio. Quien podía tener este carro evidentemente era la clase alta de la sociedad de aquel momento. Era como tener hoy en día un Lamborghini y dos Ferraris en tu garaje", apunta.

Jorge Cotallo, presidente de Arqueohuelva / Alberto Domínguez

Trabajar en su reconstrucción ha sido complejo porque, dice, "solo partíamos de la base de las fotos de la excavación. Si vemos la tumba 17, que está también expuesta, vamos a ver esa disposición de los metales y cómo a partir de ahí hemos ido interpretando la funcionalidad y dónde iban colocados los elementos. Ha sido bastante complejo pero creo que ha quedado precioso. Este es el claro ejemplo de Tartesos y de la alta tecnología que ya tenía la gente de la época".

El carro está realizado en madera de roble, a pesar de que el original era de nogal, pero todos los metales se han reproducido a la perfección "porque es lo único que se conservaba. Además de la recreación del carro, el visitante podrá observar todas y cada una de las piezas encontradas del original, expuestas en una vitrina".

Por otro lado, la arqueta se posiciona como otra de las piezas más singulares de la muestra. Fue encontrada en la tumba 17 y decidieron guardarla para que se mantuviera conservada, pero nunca se había expuesto a la ciudadanía. Hasta ahora.

Recreación de la tumba 17. / Alberto Domínguez

Una pieza especial, sobre todo por el material en el que está hecha. "Aunque no lo sabemos con seguridad, es probable que sea de marfil de hipopótamo. Es una caja llena de detallitos de alta tecnología, como por ejemplo las bisagras fabricadas en plata y con apliques también elaborados en bronce. Se ha perdido parte de la madera, porque su conservación es complicada, pero también la hace especial el hecho de que solo existe una pieza similar en Egipto.

Servía para guardar los objetos personales del difunto. "Apareció, por ejemplo, un cuerpo deteriorado por la acidez del terreno y seguramente esa persona, ese difunto que descansaba para la vida eterna en la Joya en la tumba 17, quería llevarse todo lo que había poseído en vida hacia el más allá. Otro dato sorprendente es que llevaba cuatro porteadores en cada esquina y solo se conserva uno que restauró el Instituto del Patrimonio de la Junta de Andalucía, que es el que podemos ver a día de hoy".

Jorge Cotallo, de Arqueohuelva y la delegada de Cultura, Teresa Herrera. / Alberto Domínguez

La muestra, en la que ha trabajado cerca de una veintena de profesionales desde el pasado mes de junio, cuenta con los comisarios Javier Jiménez Ávila, Clara Toscano y Rafael Robles; con un equipo de producción artística liderado por María Claus; por Noelia Melara como restauradora y el equipo de Arquehuelva, con Jorge Cotallo al frente.

Estará abierta durante todo el año e irá acompañada próximamente de una guía y de actividades parelelas para su divulgación.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último