Encañonó al empleado de una gasolinera de Cartaya y huyó rociado con un extintor: hasta tres años de cárcel por un atraco de menos de 2.000 euros de botín

Dos hombres han sido condenados a penas de prisión de hasta tres años por la Audiencia Provincial de Huelva como consecuencia del atraco perpetrado en una estación de servicio en Cartaya en agosto de 2019 de la que se llevaron un botín de algo más de 1.700 euros.

La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, considera probado que el 16 de agosto de 2019, los acusados, de común acuerdo y con el firme propósito de obtener un beneficio patrimonial a costa de lo ajeno, llegaron a la gasolinera en un vehículo robado. Mientras uno de ellos esperaba al volante para asegurar la huida, el otro entró en la tienda con la cabeza cubierta por una camiseta blanca para ocultar su rostro.

Una vez dentro, el asaltante se hizo con unas gafas de sol y, al entrar el empleado que con anterioridad se encontraba en la zona de surtidores, le encañonó con una pistola detonadora al grito de: "esto es un atraco, te voy a matar".

Ante la amenaza, el trabajador salió inicialmente del local, momento que el acusado aprovechó para arrancar la caja registradora.

En ese momento, el empleado regresó armado con un extintor, rociando al atracador con el polvo químico mientras este intentaba llegar al coche de fuga.

En mitad de la persecución, al acusado se le cayó tanto el arma como la caja registradora, aunque logró recoger parte del dinero -unos 1.760 euros- antes de escapar a gran velocidad, obligando al trabajador a apartarse para no ser arrollado.

El tribunal ha considerado probado que ambos acusados actuaron bajo los efectos del consumo de estupefacientes, lo que ha servido como atenuante, y también se han aplicado rebajas en las penas por dilataciones indebidas, debido al tiempo transcurrido desde los hechos hasta la celebración del juicio.

Por ello, uno de ellos ha sido condenado a tres años de prisión por un delito de robo con intimidación y uso de armas, con la agravante de multirreincidencia, y al segundo a una pena de dos años y nueve meses, al haberle aplicado también el atenuante de reparación del daño. Además de las penas de cárcel, los condenados deberán indemnizar a la empresa propietaria por el dinero sustraído y los daños causados en la caja registradora, valorados en 1.200 euros.