Las donaciones de órganos crecen un 22%, con 33 beneficiados en 2015

Veinte enfermos renales onubenses recibieron un trasplante el año pasado. En los cinco primeros meses de este año hubo siete donantes Ganan peso los trasplantes entre personas vivas.

El delegado de Salud -segundo por la izquierda- junto a los coordinadores de trasplantes de los centros hospitalarios, ayer durante el balance anual.
C. Morales Huelva

02 de junio 2016 - 01:00

La donación de órganos es un acto de enorme solidaridad y generosidad que permite salvar vidas o mejorar el bienestar de muchas personas enfermas. Por eso, para incidir en la importancia de fomentar las donaciones, y coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial del Donante de Órganos y Tejidos, la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Territoriales ofreció ayer los datos de las donaciones registradas el pasado año -y un avance de las que ha habido en estos últimos meses-, al tiempo que incidió en la necesidad de seguir concienciando a la sociedad de lo que significa que una persona done sus órganos. "Supone dar vida", aseguró el delegado territorial del ramo, Rafael López, quien mostró su agradecimiento a las personas que manifestaron su deseo de donar en vida y a las familias que, en momentos tan difíciles, optaron por esta opción.

Los datos del año pasado y los de los primeros cinco meses de 2016 son positivos e invitan al optimismo. Un total de 33 pacientes cuya salud estaba en grave riesgo o cuya calidad de vida se encontraba muy mermada recibieron un órgano gracias a las 14 donaciones registradas en 2015 en la provincia. De ellas, 11 fueron de personas fallecidas y tres de donantes vivos de riñón. Las cifras suponen un 22% más que el año anterior. Así, se realizaron 14 trasplantes renales, nueve de hígado, dos de corazón y cinco de pulmón. Entre enero y mayo de 2016 continúa la tendencia al alza, con un total de siete donaciones, una de ellas procedente de donante renal vivo, que permitieron salvar o mejorar la vida de 12 personas.

A los trasplantes de órganos hay que sumar también las donaciones onubenses de distintos tejidos para implantes posteriores como son 21 córneas, de las que 12 de ellas han sido trasplantadas directamente por la Unidad de Oftalmología del Complejo Hospitalario de Huelva, así como varias decenas de injertos de otros tejidos (óseo, vascular y valvular), que suponen importantes beneficios en la calidad de vida de las personas que las reciben. En lo que va de año en la provincia se han implantado siete córneas.

La generosidad de los onubenses no termina ahí. También ha habido un "espectacular" aumento en los cuatro primeros meses de este año en relación a los donantes de médula ósea, que han pasado de 826 durante el año 2015 a 1.041 hasta el 30 de abril de 2016. Esto supone cerca de la cuarta parte de todas las donaciones de este tipo registradas en Andalucía en el mismo período.

El delegado de Salud también destacó que 20 enfermos renales onubenses pudieron recibir un trasplante el pasado año, tres de los cuales procedían de donante vivo, es decir, fruto de una donación dirigida a una persona concreta, que suele ser del entorno familiar, aunque no es imprescindible. De estos tres donantes vivos, dos de ellos procedían de donaciones cruzadas, que tienen la peculiaridad añadida de que se realiza entre un donante y un receptor que no se conocen, fruto de un intercambio entre los donantes de dos o más parejas que son incompatibles entre sí.

La donación en asistolia, conocida como donación a corazón parado, y el trasplante renal procedente de donante vivo se consolidaron en Huelva a lo largo de 2015 como modalidades alternativas a la tradicional, en el marco de las nuevas estrategias emprendidas en los últimos años desde la Coordinación Autonómica de Trasplantes.

Precisamente el año pasado se registraron en Huelva las dos primeras donaciones en asistolia, asistidas en el Hospital Juan Ramón Jiménez, una modalidad que reviste mayor complejidad y supone un ejemplo de renovación en las prácticas médicas. Se trata de donantes diagnosticados de muerte por el cese irreversible del latido cardiaco, frente al donante más habitual, que fallece como consecuencia de una hemorragia cerebral o un traumatismo craneoencefálico.

Todas estas estrategias obedecen al deseo de incrementar las donaciones y contrarrestar el descenso de muertes encefálicas y accidentes de tráfico que se ha producido en los últimos años. De hecho, la edad media del donante fallecido de órganos ha pasado de los 35 años en 1991 a los más de 62 en lo que llevamos de 2016 en Andalucía, mientras que en Huelva se sitúa en 60.

Los coordinadores de trasplantes de los diferentes centros hospitalarios onubenses incidieron en la importancia de seguir informando a la sociedad sobre la donación y concienciando a las personas para que comuniquen su voluntad de donar a sus familias, de forma que si, por desgracia, se produce su fallecimiento, no haya posibilidad de duda. Francisca Cabeza, coordinadora del Hospital Juan Ramón Jiménez, insistió en que "lo más importante es la información a la población, una vez la tengan las personas que van a decir que sí a la donación serán muchas más". El objetivo de los profesionales es, según indicó, que todas las familias digan que sí.

Los coordinadores en el Hospital Infanta Elena y en el de Riotinto, Ignacio Ortiz y Alejandra Álvarez, resaltaron que "todavía hay personas que fallecen en la lista de espera de trasplantes, que es global, por lo que tenemos que seguir luchando para que no haya negativas". "La evolución es positiva, pero no nos podemos conformar, tenemos que seguir luchando para conseguir que ninguna familia diga que no", afirmó Cabeza.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último