La capital bloquea el Consorcio de Transportes "por traición"

Teléfono en ristre, el socialista Benabat compartió con la corporación del Pleno un flash informativo vía SMS que aplazaba el auténtico pacto anti-crisis: "La FOE, los sindicatos y el alcalde de la capital se reúnen [hoy] para abordar soluciones". El debate económico se saldó ayer, pues, con los pasos ejecutivos ya anunciados: congelación de sueldos de altos cargos públicos, personal de confianza y directivos de empresas municipales; luz verde a las subidas fiscales y petición urgente de la reforma del esquema de financiación local. Nada nuevo bajo el sol, y terreno yermo para las recetas que trajeron los grupos opositores (PSOE e IU). Esta sesión de septiembre sirvió, sin embargo, para que el equipo de Gobierno del PP anunciara posiciones, y drásticas, respecto al emplazamiento de adhesión al Consorcio Metropolitano de Transportes que promueven la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial (unificando tarifas y buscando la sinergia en los servicios públicos), una invitación que ayer elevaron al Pleno los socialistas: "Por supuesto, rechazamos este instrumento redactado de forma traicionera por parte de la Junta -Francisco Moro, primer teniente de alcalde, volvió a poner toda la carne en el asador-; porque este consorcio-prosiguió- no sólo es una mera declaración de intenciones que no resuelve los problemas de movilidad de Huelva, sino que perjudica gravemente al sector del taxi onubense y a la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (Emtusa), ya que sin siquiera consultarnos, han llegado a acuerdos a nuestras espaldas para que los taxistas de Cartaya y Lepe puedan cargar clientes en la capital y para que los viajeros de Damas utilicen el transporte de Emtusa en la ciudad con un billete unitario".

Una negativa de gran alcance, pues quedó patente en el Pleno de ayer que este proyecto "carece de sentido alguno" sin la incorporación de la piedra angular: la capital onubense. Hasta que no cambien las tornas, la postura del alcalde Pedro Rodríguez desmonta una estrategia en la que hay un conflicto de fondo común a todos estos casos: la cuota de representatividad, el mango de la sartén.

En primera instancia, dijo Moro, no sólo se generaría con esta "traición" un serio conflictos entre los taxistas de los pueblos y se perjudicaría a Emtusa [ya de por sí el situación muy deficitaria], sino que el Consorcio del Transporte llega con el agravante añadido para las arcas del Ayuntamiento de Huelva: "Ni siquiera se han reunido con nosotros [las administraciones socialistas] y lo primero que nos piden es que desembolsemos 120.000 euros al año para sumarnos al Consorcio. Y sin que haya una contraprestación de soluciones para la movilidad del Área Metropolitana. Lo que tienen que hacer -concluyó el portavoz del PP- es empezar por los puentes a Punta Umbría. Eso sí sería intervenir ante un problema del tráfico". Tampoco apoyó Izquierda Unida la moción que defendió el socialista Manuel Gutiérrez para la integración del Ayuntamiento de Huelva en este aparato supramunicipal. "Esto es empezar la casa por el tejado -apuntó el portavoz izquierdista Pedro Jiménez-. Este proceso requiere consenso y soluciones pactadas entre todos los municipios… si no, no hay soluciones para reordenar la movilidad y mejorar los servicios públicos de transporte".

La capital es una isla política y en este panorama -como ha ocurrido también con el emergente Consorcio de Turismo-, el coste de la guerra institucional caerá sobre los usuarios del servicio, con muchas opciones de que se empantane un proyecto que en buena parte depende de Huelva como núcleo administrativo y laboral de la provincia, epicentro de esa movilidad que el Gobierno andaluz pretende reestructurar.