El alumno más longevo del nuevo grado en Medicina de la Universidad de Huelva: "Estoy cumpliendo un sueño a los 79 años"
A las puertas de los 80 se encuentra compartiendo pupitre con chavales de 18. Una experiencia que, dice, le "llena y le hace feliz"
Paco Tébar, el estudiante más longevo de la Universidad de Huelva: tiene 93 años y triunfa haciendo teatro
Manuel Echanove siempre estuvo rodeado de médicos y enfermeros. Conserva a grandes amigos que se han dedicado al ámbito sanitario y aunque él nunca perteneció al gremio, es de esas personas para las que los sueños no entiendan de edad. Ahora, años después de su jubilación, disfruta de la vida que le brinda la Universidad de Huelva, así como de las nuevas experiencias que está cosechando como alumno del Aula de la Experiencia, el área universitaria de los mayores de 55.
"Estoy muy contento con las clases que estoy dando", celebra. "Realmente yo pertenecía al Aula de la Experiencia en la sede de Lepe. Llegué al Aula por mi mujer. Ella tenía unas amigas que ya conocía esta formación para mayores, se apuntó y al final me arrastró a mí", explica emocionado.
Sin embargo, Echanove no es un alumno más. El año pasado se enteró de que llegaba a la Universidad el nuevo Grado de Medicina y algo en él despertó. "Es un tema que yo tenía en mente desde hace muchísimo tiempo. Diría que desde que me hice universitario allá por 1966. Yo siempre he sido economista. He tenido un despacho de asesoramiento fiscal y financiero, pero mis mejores amigos eran médicos", asegura. De hecho, él mismo cuando comenzó a trabajar lo hizo en un laboratorio farmacéutico. "He vivido permanentemente en contacto con la Medicina".
Por ello, pensó que ahora era su oportunidad de hacer lo que siempre había querido. "Al ver que llegaban los estudios de Medicina a Huelva planteé al Aula si era posible asistir a las clases. Me dijeron que sí, que lo tenían que hablar con los responsables de las asignaturas y finalmente me autorizaron a cursarla".
El año pasado ya hizo dos asignaturas de primer curso y este 2025-26 continuara la andadura. "He cogido, para el primer cuatrimestre, una de primero y otra de segundo, que son compatibles. Para el segundo cuatrimestre, igual. Quiero de esta manera ir encajando lo que me apetecía estudiar", cuenta.
Manuel celebra que gracias a su matrícula en el Aula de la Experiencia y tras previa consulta a los docentes del Grado de Medicina, está cumpliendo el anhelo que tenía desde que era joven. "Siempre con la autorización de los profesores. Tuve que pedir permiso a quienes imparten las asignaturas que yo quería hacer, porque cualquiera no puede entrar a las clases como si nada".
Ahora él, a las puertas de los 80, se encuentra compartiendo pupitre con chavales de 18. Una experiencia que, dice, le "llena y le hace feliz". "Es fantástico. Es un auténtico chorro de energía y de vitamina para la salud mental estar rodeado de chavales con esta edad. Son jóvenes que contagian alegría y te van transmitiendo cosas distintas a las que hemos vivido o estamos viviendo nosotros por nuestra edad", comenta emocionado.
Y eso sin mencionar a su experiencia con los docentes. Manuel asegura que a diferencia de cuando él era estudiante, ahora imparten clases profesores "más jóvenes" en la Onubense. "Cuando yo estudiaba los profesores eran mayorcísimos. No solo había que hablarles de usted, sino hacerles prácticamente una reverencia. Los de hoy en día son muy cercanos. Te encuentras con personas que no te enseñan la asignatura, sino que te hacen vivirla. Y eso me llena".
Se siente uno más. Este lepero de adopción celebra la buena acogida que ha tenido también entre el resto de alumnos. "Me siento muy integrado. Es más, como anécdota, el mismo día que asistí por primera vez a la clase de Circulatorio, el responsable de la clase me pidió el número de teléfono para incluirme en el grupo de WhatsApp que tienen todos los alumnos para pasarnos informaciones y trabajar en grupos".
Él accede a todas las peticiones y disfruta con los cinco sentidos de esa mezcla intergeneracional que ofrece la Universidad de Huelva. "Eso sí, yo les advertí que no estoy ya para salir los jueves hasta las 3:00 o las 4:00 de la mañana", bromea entre risas.
"Siempre he tenido ganas de aprender y de hacer cosas. Quizá me venga por la familia", dice. Tiene una nieta que este año termina Biomedicina y lo pasa en grande cuando ella le comenta "sus cosas" y él puede entenderla. "Me siento bien cuando veo que puedo aportarle los conocimientos que voy adquiriendo. También me alegra tenerla para poder preguntarle mis dudas", confiesa.
Y todo ello sin la presión de tener que examinarse. Al ser un alumno del Aula de la Experiencia, Manuel acude y cursa los estudios desde la comodidad de no tener que ceñirse a una nota ni ser calificado. "Así es comodísimo. Es la parte buena de ser estudiante a mi edad".
También te puede interesar
Lo último
CONTENIDO OFRECIDO POR EOI