"Virrey", "jefe" "superjefe"...

"No olvides que hoy es el cumpleaños de tu jefe, G. Z.". El sms que recibió el 30 de abril de 2010 Juan Lanzas es, para muchos, esclarecedor. Entre otros, para los investigadores encargados de desentrañar la intrincada madeja de los ERE. Se lo envió al conseguidor Juan Antonio Salado, un ejecutivo contratado por Ruiz-Mateos para dirigir la fábrica de platos preparados de Dhul en Jaén. G. Z. son las iniciales de Gaspar Zarrías, nacido en Madrid el 30 de abril de 1955.

El ex consejero de la Presidencia, hombre fuerte del Gobierno autonómico y del socialismo andaluz durante años, recibió por parte de algunas personas señaladas en la trama de los ERE apodos del tipo "superjefe", "jefe" e incluso "virrey". Con este último título fue bautizado por José María Ruiz-Mateos. Según declaró a la juez Alaya Joaquín Yvancos, ex abogado del empresario jerezano, en un encuentro de éste con Zarrías -que mantenía una relación "fluida" con el ex propietario de Rumasa- el político llegó a recibir "cuatro piropos", entre ellos "eres el más grande, eres el Virrey". Según Yvancos, Ruiz-Mateos se refería siempre a Zarrías como el "Virrey de Andalucía" .

Obviamente, Zarrías sostiene que no tiene ni idea de quién es Yvancos, que no lo conoce de nada. "No sé quién es ese señor, no lo conozco, no sé por qué dice eso y para qué lo dice. Fue la respuesta del ex consejero cuando supo de la declaración del letrado ante la instructora de losERE.

Pero quien también fuera vicepresidente de la Junta no es ajeno al mote de virrey. Sabe que fue acuñado para él, y así lo admitió al recordar que su amigo, ya fallecido, Fernando Arévalo, lo empleaba para referirse al ex consejero de la Presidencia. Lo que también rechazó de la forma más tajante posible fue cualquier mando sobre Lanzas. En pleno torbellino del sms, Zarrías, negó haber recibido mensajes de felicitacions por parte del conseguidor. "Ni en 2010 ni otro año he recibido una felicitación de Lanzas por mi cumpleaños", afirmó.

Y más agresivo se mostró cuando llegó la hora de negar que hubiera sido "jefe" o "superjefe" del ex sindicalista. La última expresión es citada por los investigadores de la Guardia Civil, que hallaron un mensaje electrónico en uno de los domicilios de Lanzas. Para ellos, "pone de relieve" el vínculo entre ambos.