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Josefa y Leli fueron diagnosticadas de un tumor en el seno y emprendieron juntas la recuperación
Huelva contabiliza cerca de 360 cánceres de mama en 2021

Huelva/Con una mano posada sobre la de su hermana y una mirada valiente y desprovista de pesadumbre, Josefa, la mayor, le prometió a Leli que juntas expulsarían al invitado insospechado que no quiere salir de casa. A Josefa le diagnosticaron en 2018 un cáncer de mama triple negativo y, dos años después, a Leli, pies y manos de su hermana durante su enfermedad, le detectaron un cáncer de mama hormonal en etapa 1.
El escenario se tornaba aciago, pero la preocupación de ambas no tenía que ver tanto con su salud, sino con su madre. "Con 90 años no se podía enterar, dado que ya había sufrido crueles episodios en su entorno familiar", cuentan Josefa y Leli, quienes tenían que hacer malabares para cuidar de una persona "sin que llegase a percibir malestar alguno". "Fue muy duro escuchar a mi madre, presa de la inocencia, decirme que qué mala cara tenía", recuerda Leli, o "bromear sobre mi nuevo corte de pelo", añade Josefa.
La mayor de las hermanas recuerda que en agosto de 2018 se notó "algo raro" en el pecho, lo que le llevó a pedir cita en ese mes de septiembre para una exploración. Pese a que el rostro de su oncólogo hacía presagiar un mal pronóstico en las primeras observaciones, Josefa no quiso aceptar su tumor hasta que fue confirmado, si bien reconoce una "intranquilidad" que se convirtió en una constante durante aquel verano.
El primer contacto con el cáncer se antoja como uno de los momentos más complejos para la paciente. Su madre, su marido y sus hijas acudían a los primeros pensamientos de Josefa. "Me convencí de que tenía que ser fuerte y exteriorizar un mensaje positivo por mi familia, era lo único en lo que pensaba", aunque admite "momentos de tristeza y bajón cuando nadie estaba delante".
Su tratamiento comenzó con la quimioterapia en octubre de 2018, un primer proceso que se extendería hasta mediados de febrero. Seguidamente, fue intervenida el 20 de marzo de 2019. "Si bien es cierto que la quimioterapia fue agresiva y me dejaba carente de defensas, no fue hasta mi intervención cuando fui consciente de la enfermedad, de lo que me había hecho y de cómo había cambiado mi cara y mi cuerpo". Aun así, Josefa no abandonó el humor y el optimismo que le caracterizan. Bromeaba sobre su aspecto y aprovechaba sus días de mayor energía para realizar tareas del hogar con ánimo de proyectar normalidad en su casa.
Tras su intervención, Josefa se sometió a otras seis tandas orales de quimioterapias, separadas por 21 días, a lo que le siguieron sesiones de radioterapias y continuas revisiones.
El proceso fue "sufrido", en tanto que "lees y te informas de que tu cáncer es uno de los que peor pronóstico tienen" y la cabeza actúa, a veces, "como si no fuera contigo" y, en otras ocasiones, "te alimenta de miedos e incertidumbre porque no sabes qué va a pasar con tu vida". Sin embargo, Josefa sabía que "no podía venirme abajo, va en mi carácter y a mi familia tenía que trasmitirle seguridad y entereza".
El tratamiento que siguió no quedó ahí. "Me ayudé de la música, me permitía afrontar los días, sobre todo, con las playlists de melodías relajantes o las denominadas canciones para la curación de células". Los reportajes de televisión también ayudaron a Josefa, particularmente los referidos a Alaska, un estado que contagia de "paz" por la tranquilidad que irradian sus paisajes.
El camino de Josefa se encontró con un óbice insospechado. A su hermana menor Leli, un bastión para su recuperación, le diagnosticaron un cáncer hormonal en etapa 1 en septiembre de 2020, convirtiéndose en una de las 354 mujeres de Huelva a las que le detectaron un cáncer de mama en 2020. Actualmente, el número de carcinomas sigue una línea ascendente y así lo confirma el Observatorio de la Asociación España Contra el Cáncer (AECC), que cifra en 359 los casos detectados en la provincia onubense en 2021. Asimismo, la previsión es que continúen en aumento, dado que la AECC estima que en 2025 se diagnosticarán 371 cánceres de mama en Huelva, en 2030 un total de 385 y en 2035 se alcanzarán los 391.
"Se me vino el mundo abajo, como si una losa no me dejase ni pensar ni actuar", recuerda Leli, quien, sabedora de que llevaba el timón en su familia con la recuperación de su hermana y la asistencia de su madre, recuerda que "sentí el miedo de no estar para ellas".
Para la menor de la hermanas un cáncer era algo que no se contemplaba, pues "en ningún momento pensé en la mala suerte de que a dos personas de la misma familia le detectasen un carcinoma, prácticamente, a la vez".
Fue en este momento cuando ambas hermanas se miraron a los ojos y supieron que juntas iban a superar la enfermedad. "Josefa me ayudó mucho, para mí fue fundamental que ella y todo nuestro ejército de familiares y amigos me animasen en todo momento y me diesen la confianza necesaria para vencer al cáncer", expresa Leli, quien añade que, por suerte, "no me hizo falta ni quimioterapia ni radioterapia, sino unas pastillas hormonales durante cinco años".
Josefa enseñó a Leli a "reír, a no enfadarse y, en definitiva, a llevar una vida tranquila, pues los disgustos van al cuerpo y eso es perjudicial". Aun así, reconoce que ese clima de positividad se veía alterado en varios momentos, ocasiones en las que "lloré por mi hermana lo que nunca lloré por mí".
El "shock" lo sufrió Leli tras la intervención quirúrgica. "Al principio no quieres mirarte el pecho en el espejo, pero la cirujana plástica me aseguró que cuanto antes me mirase, mejor. Y no se equivocó". Así, la menor de las hermanas señala que "ahora me veo genial y, además, puedo hacer de todo".
La percepción de la vida se torna distinta para estas hermanas, que ahora ansían "vivir" y hacer todos los planes posibles, sin que los problemas tengan en nuestra vida la cabida que tenía antes". Leli anda 20 kilómetros al día, viaja e, incluso, confiesa haberse hecho "más religiosa después de haber pedido mucho por mi hermana y mi madre todo este tiempo", al igual que Josefa, quien practica ejercicio, disfruta de su tiempo libre con su familia y amigos y realiza todas las labores que siempre ha ejercido.
La incidencia del cáncer de mama en Huelva es mayor en mujeres de más de 70 años
La curva de la incidencia del cáncer de mama en Huelva dibuja una línea que asciende conforme la edad de la mujer es mayor. Así, del Observatorio de la Asociación España Contra el Cáncer (AECC) se desprende que, mientras la incidencia es de 136 casos por cada 100.000 mujeres detectados en 2021, en las personas mayores de 70 años es de 267. Esta cifra baja hasta los 256 casos por cada 100.000 en las mujeres de entre 70 y 74, a 251 para las de entre 65 y 69 y a 250 para las de entre 60 y 64. Seguidamente, con una incidencia por debajo de los 250 se encuentran las pacientes de entre 55 y 59 (254), las de entre 50 y 54 (221), las de entre 45 y 49 (183) y las de entre 40 y 44 (134). Por debajo de los 40 años la incidencia se reduce a 25 casos de cada 100.000 mujeres.
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