El programa para la concesión de dicha acreditación se desarrolla en España desde 2015 y permite a los diferentes servicios de oncología del país recoger datos de los indicadores de calidad asistencial, medir su actividad, la autoevaluación y la definición de planes de mejora. Todos aquellos que cumplen los estándares internacionales estipulados reciben esta exclusiva certificación.

Es un equipo de expertos de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) y de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO) el que se ha encargado de auditar el hospital Juan Ramón Jiménez y evaluar si se cumplen en Oncología los aspectos claves que otorgan la acreditación QOPI. El bienestar físico y emocional de los pacientes, la seguridad en la administración de la quimioterapia o la evaluación de necesidades y expectativas son algunos de los puntos que han centrado la auditoría.

Para el director de la Unidad, Juan Bayo, “esta acreditación supone un reconocimiento al trabajo que venimos desarrollando desde el hospital por ofrecer el mejor servicio posible a la población onubense afectada por estas patologías, a la vez que un importante estímulo para seguir mejorando. En este sentido, quiero poner en valor que nuestra unidad se encuentra al mismo nivel de las mejores del país en cuanto a prestaciones y tratamientos disponibles, tal y como refrendan reconocimientos de este tipo, y que los elevados niveles de calidad y seguridad que ahora se acreditan, junto con la humanización y la participación ciudadana, son nuestros signos de identidad”. “Todo esto no sería posible sin el compromiso y el trabajo continuado de todos los profesionales que integran la unidad, desde médicos a enfermeras, auxiliares y celadores, y también del Servicio de Farmacia con su colaboración indispensable en este proceso, así como el apoyo que recibimos por parte del equipo directivo del centro”, ha añadido.

Por la Unidad de Oncología, de carácter provincial y compuesta por unos 80 profesionales, pasan cada mañana unos 120 pacientes, una cifra que se reduce a la mitad en horario de tarde. El volumen de personas con enfermedades oncológicas atendidas es cada vez mayor, dado que hay entre un 20 y un 30% más de pacientes que en 2019, un incremento que obedece a la mayor supervivencia de los mismos con las nuevas terapias de oncología, que aumentan su esperanza de vida.

El director de Oncología, Juan Bayo, ya puso de manifiesto en este diario que, pese a la tendencia ascendente de pacientes, "nos mantenemos en nuestro objetivo de listas de espera cero", es decir, "aplicamos una respuesta inmediata y cercana a todos los que vienen, por lo que nadie se queda sin ser visto".

Para ello la prioridad es el denominado acto único o, lo que es lo mismo, que el usuario acceda a todo el proceso asistencial (consulta médica, pruebas analíticas complementarias y administración del tratamiento de quimioterapia) en el mismo día que acude al centro. El mismo incluye, además, en numerosas ocasiones otros procedimientos, como son la realización de técnicas, transfusiones, cuidado de catéteres, la atención en la consulta de enfermería o en la de psicooncología y la participación en ensayos clínicos. Hasta el 70% de los pacientes son atendidos con este modelo de acto único. Para ello se organizan y planifican las agendas con antelación, sobre todo para las personas que proceden de poblaciones más alejadas con el objeto de reducir los desplazamientos y favorecer su accesibilidad y comodidad en la atención sanitaria.

El acto único es una de las medidas del plan de humanización que impulsa el centro hospitalario, el cual, según la supervisora de Oncología, Yolanda Bouzada, "es una prioridad, dado que nuestra máxima es personalizar la atención todo lo posible". Fruto de ello nacen acciones como la asignación de un mismo oncólogo para cada paciente o el seguimiento de la quimioterapia oral. Es, precisamente, el plan de humanización uno de los aspectos que han contribuido a que este servicio sea el más premiado de la medicina en Huelva, consiguiendo siempre las máximas puntuaciones "en calidad y seguridad", resume Bouzada. 

No son los únicos programas puestos en marcha últimamente en Oncología. Uno de los más novedosos es el de escalas de depresión. Desde el servicio se mide el nivel de ansiedad del paciente que llega con su familia, pues, según explica la supervisora, "suelen tener mucho miedo cuando llegan". La enfermera en cuestión valora la ansiedad, realiza una escucha activa y lleva a cabo un asesoramiento individualizado e integral. Todo ello se traduce en una reducción media de la ansiedad del 98%, tal y como reflejan datos facilitados por el propio hospital. 

La accesibilidad es otro de "nuestros puntos fuertes", sostiene Juan Bayo. "Tenemos accesibilidad total al atender a pacientes sin cita, contamos con llamadas telefónicas de 8:00 a 22:00 e, incluso, habilitamos una franja horaria para que cada persona pueda hablar con su propio oncólogo cada día", explica, toda vez que añade que, "incluso, prescribimos tratamientos cuando sus citas en la Atención Primaria se prolongan mucho en el tiempo". Precisamente, expone, "porque nos ven muy cercanos".

Otras iniciativas son la consulta de psicooncología a demanda y la figura de la enfermera de práctica avanzada en oncología, "un acompañamiento al paciente que, por situaciones de dependencia, fragilidad o falta de apoyo familiar, acude en solitario al hospital".