Tauro contra Cáncer

Crónica urbana

Las estadísticas ponen en el centro de la diana a 25.000 votantes indecisos en la ciudad de Huelva l Los candidatos engrasan la máquina del triunfo, sabedores de que no son las encuestas lo que hay que ganar

Tauro contra Cáncer
Tauro contra Cáncer

Empezaremos como la vez aquélla de 2007 en campaña, recordando al Quijote, para pensar que "la diligencia es la madre de la buena ventura".

El de mayo de 2011 será todo menos un duelo azaroso de candidatos. "Los tauro nos crecemos cuando nos atacan -advertía la socialista Petronila Guerrero en julio, recién salida del armario electoral- No me da miedo nada y tendré respuesta para todo".

Quien dijera que las mujeres vienen de Venus y los hombres de Marte metió la pata hasta el fondo.

Tauro contra Cáncer, pues. A los del signo del alcalde los tildan de pasionales, pero cautelosos cuando acecha el peligro, románticos, autocompasivos, no les gustan los cambios bruscos… ni que les mangoneen.

Corre el tiempo, y el patio no está para abstracciones ni más ciencia ficción de la que, por sí misma, aporta la política. Las estadísticas ponen en el centro de la diana a 25.000 electores indecisos en la ciudad de Huelva y los candidatos engrasan ya la máquina del triunfo, sabedores de que no son las encuestas lo que hay que ganar. Los estudiosos de la Sociología Electoral han contrastado la importancia estratégica de que el ejército de aire (bombardeo mediático) se refuerce durante meses con una ambiciosa campaña de tierra (contacto directo con los ciudadanos y descentralización para llegar a todos los barrios y sectores sociales). Por otra parte, tenemos lo que el coordinador de la campaña del PP onubense, Wenceslao Font, anunció como campaña analógica, la del puerta a puerta, versus campaña digital, la que representa la novedad por excelencia en esta convocatoria: el foro de las redes sociales de Internet.

El regidor Pedro Rodríguez -cuya candidatura será presentada por Arenas este viernes en la Casa Colón- tiene sus "blancos naturales" (sector más permeable a sus ideas y programa) en buena parte de la zona Centro y en la población de edad más avanzada, y la candidata socialista en determinados distritos -sobre todo de la periferia- que históricamente se han mantenido como feudos del PSOE. En paralelo se negocian afinidades con los llamados "líderes de opinión" (con el filtro, aquí vital, de los medios de comunicación) mientras se trata de llegar a los electores críticos, donde se encuentra la verdadera joya de la corona: el marais o voto fluctuante, con un perfil poco interesado en la política, más fácil de seducir por los personalismos. Copan el 20% del total y tienen una amplia representación entre los jóvenes. Un objetivo terminante para los alcaldables, sobre todo cuando vuelve a amenazar el fantasma de la abstención. Es por ello que en los manuales de marketing electoral se recomienda a los cabeza de cartel que vayan a cazar a donde estén los patos, pero nunca a costa de dejar desatendida la parroquia, y tratar también de sembrar la duda en el electorado opositor.

Los jóvenes onubenses, hemos dicho, encarnan un voto indeciso o "fluctuante", con lo que en esta convocatoria los partidos pondrán toda la carne en el asador para hablar su idioma. Desde el fenómeno Obama se imponen las campañas 2.0, democratizando la política a través de las mencionadas redes sociales para convertir el monólogo en un debate abierto a la auténtica participación.

Un reto que en el caso de Huelva -anacrónica para tantas cosas…- incluso todavía no ha llegado a materializarse con satisfacción en los medios tradicionales, con lo que la reivindicación del cara a cara volverá a poner a los candidatos contra las cuerdas. Y muchos de los contenidos serán superfluos (para muchos, un auténtico insulto) si no se abordan y concretan las perspectivas de futuro para la industria onubense y la cuestión medioambiental.

Recordemos que la contaminación figuraba como problema más acuciante para la opinión pública local en la encuesta que el Centro Onubense de Investigaciones Sociales realizó en mayo para Huelva Información.

Ya que mencionábamos a Obama, en este lifting electoral, los políticos españoles tienen ahora un libro de cabecera, Yes, you can. En busca del candidato perfecto, escrito por Jordi Segarra y Àlex Terés (consultores en la campaña presidencial estadounidense), con consejos extrapolables a toda clase de candidatos, ascendencias zodiacales aparte: (1) Cree en ti mismo si quieres que te crean. (2) Sin dinero, olvídalo. (3) Pisa el terreno de juego. (4) Los tuyos: Implica al electorado, conviértelo en tu familia. (5) Los suyos: Cuando gobiernes, también lo harás para la gente de tu rival. […] Etcétera, etcétera… Haz de tu mensaje un virus contagioso; crea un ejército y ármalo…

Pilares de la persuasión. Rodríguez ya tiene en la inercia del gobernante el mensaje tipo de que "hacen falta cuatro años más" para recoger cosechas como el Ensanche, Isla Chica, o la expansión de Huelva Empresarial. Continuismo contra la incertidumbre del cambio. El lema de su campaña, Quince años de transformación en Huelva. En la órbita contraria está la tesis socialista: como no haya un vuelco de Gobierno, seguirá el desastre y el Apocalipsis nos encontrará a todos en este purgatorio de deudas y panderetas. A ello responden iniciativas como las que Elena Tobar lleva al Pleno de este mes, cincuenta preguntas para levantar las alfombras de un Ayuntamiento "cuya bancarrota -insiste la portavoz- es responsabilidad única del despilfarro del alcalde".

La herencia en disputa, desde luego, es el hueso más duro de roer.

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