Huelva

La sociedad Senior Cohousing Huelva comprará en marzo el Colegio de Ferroviarios

  • Los 50 socios actuales de la cooperativa concretan los primeros pasos para recuperar el edificio

  • El objetivo es empezar las obras en un año y abrir las puertas a los residentes en septiembre de 2022

La recuperación de uno de los edificios singulares de Huelva abandonados a su suerte, el antiguo Colegio de Ferroviarios, está un poco más cerca. En sólo un par de meses, en marzo, está previsto que se ejecute la compra del inmueble por parte de la sociedad cooperativa Senior Cohousing Huelva, que se encargará de poner en marcha un complejo de viviendas colaborativas para mayores. La idea es que en un año, en la primavera de 2021, empiecen las obras, y que en septiembre de 2022 abra sus puertas con todo su nuevo esplendor. Es el calendario que está previsto y, por ahora, se está cumpliendo sin retrasos ni imprevistos.

La fecha clave en este proceso es el 15 de febrero, límite que tienen fijados los socios de la cooperativa para completar el desembolso inicial que permitirá la adquisición del inmueble a la propiedad actual. El precio está fijado en 1,8 millones de euros, que con el IVA correspondiente ascenderá a 2.187.000 euros. La cantidad está cubierta gracias a ese pago inicial de los 50 socios actuales que vence en un mes.

El proyecto de viviendas colaborativas para mayores, conocido también como senior cohousing, prevé en el antiguo colegio San José de Calasanz, el Colegio de Ferroviarios de Huelva, la construcción de un complejo con 48 unidades habitacionales, que se componen de apartamentos de 1 y 2 dormitorios, diez de ellos de tipo dúplex, de entre 40 y 62 metros útiles, con salón, baño y cocina, además de plaza de garaje y trastero. Cada una de estas unidades está valorada entre los 160.000 y los 208.000 euros, en función de su tamaño. En estos momentos se está terminando de atender al pago de un primer desembolso de entre 60.000 y 108.000 euros por cada unidad, de forma que sólo reste a cada una un pago final por 100.000 euros cuando finalice la obra en 2022, para la liquidación del crédito de promotor con el que se atenderá la construcción, estimada en unos 4,8 millones.

Fotografía antigua del vestíbulo y escalera que se van a conservar. Fotografía antigua del vestíbulo y escalera que se van a conservar.

Fotografía antigua del vestíbulo y escalera que se van a conservar. / S.C.H.

La sociedad cooperativa lleva en marcha un par de años y en estos momentos cuenta con 50 socios de los 70 que se pretenden, ocupando 30 de las 48 unidades habitacionales previstas.

De estas 30 unidades que tienen ya residentes, 20 están ocupadas por parejas y las 10 restantes por socios individuales. Del total de socios, el 54% son mujeres, y el 76%, menores de 65 años, en una franja de edad que arranca en los 50 años, y que llega a un máximo de 75 para formalizar la entrada en la sociedad.

El complejo residencial proyectado en el Colegio de Ferroviarios dispondrá, además, de una gran infraestructura comunitaria para los socios, que incluye biblioteca, gimnasio, piscina, clínica, cocina y comedor, bar/cafetería, lavandería, sala de usos múltiples, aulas y salones de televisión y juegos, entre otras estancias, que se repartirán entre el edificio actual y uno nuevo que se agregará en la parte trasera, perfectamente integrado en el conjunto, que contempla los jardines delanteros que dan identidad al conjunto.

Sólo quedan 18 unidades habitacionales disponibles, pero se da por hecho de que se cubrirán todas en breve. “La estadística actual nos deja tres nuevos socios cada dos meses”, apunta el responsable de la cooperativa, Pedro Ponce Camarena. Todos ellos, en cualquier caso, “deben pasar por una entrevista previa y por la aprobación del resto de socios”, ya que se apuesta por un espacio de convivencia en armonía. “Educación y tolerancia son claves”, afirma Ponce, que cuenta cómo entre los socios hay muchos profesionales independientes que están aportando también sus conocimientos técnicos en comisiones de trabajo para “no dejar nada a la improvisación”.

Una vez se ejecute la compra del edificio, avanza Pedro Ponce, se realizarán los trabajos necesarios para asegurar su estructura y se tramitará el proyecto con el Ayuntamiento de Huelva, con quien hay una colaboración “excelente”. “Esto debe ir como un cohete”. Empieza la cuenta atrás.

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