Pregón de la Semana Santa de Huelva 2022

Jesús Flichi desnuda su corazón con un pregón íntimo y valiente

  • La sinceridad, la verdad y el amor a Huelva y sus cofradías centran el anuncio de una nueva Semana Santa 

Jesús Flichi, un momento durante su pregón.

Jesús Flichi, un momento durante su pregón. / Josué Correa

Sonaba La Madrugá en el Gran Teatro de Huelva cuando Jesús Manuel Flichi Redondo, pregonero de la Semana Santa, lanzó una mirada cómplice hacia su familia. Rompía la marcha de Abel Moreno, y con un gesto de aprobación mandó tranquilidad a los suyos. Aunque quizá fue al revés. Este onubense, que se ha dejado la vida por las cofradías, estaba a escasos minutos de partirse en dos. Alma y corazón. Y que fuera lo que tuviese que ser. Parecía que le decía eso mismo a su pregón, que acunaba en sus brazos como si fuera su primogénito. La firma a su mayor obra de arte. La de su vida. 

Quitó sudor a la frente del pregonero su amigo, el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías. Antonio González bordó una presentación para intentar aliviar los nervios de quien se iba a abrir en canal a la Huelva cofrade. "Para mí es como un hermano y una de las mejores personas que he conocido en mi vida", sentenció bastante emocionado. 

La partitura de la Banda Municipal de Huelva comenzó desplegar Rocío. Una marcha con infinidad de connotaciones familiares con el pregonero, quien sin ni siquiera abrir la boca ya tuvo que enjugarse las lágrimas. La Cruz de Guía de La Borriquita custodiada por los faroles de plata de la Esperanza, centraron un fondo con el toque sencillo floral de Antonio Rivera. Lleno de 'No hay billetes' en un Gran Teatro con ganas de arropar a un hombre lleva tatuado en su corazón la Semana Santa de Huelva. 

"¡Abre Huelva tus ventanas! / ¡Abre Huelva tus balcones! / Que el sol de esta primavera / disipe los nubarrones, / que tuvieron confinadas todas nuestras ilusiones". Arrancó Flichi con el regreso de la normalidad. Con la vuelta de las procesiones. "¡Que ya nada más nos pare!". Con momentos muy dulces y detalles cinteros hilvanó un inicio con el que pintó a Huelva de primavera a la espera de una nueva Semana Santa. Un piano y un violín de fondo acompañó algunos de los momentos más emotivos y repletos de verdad del pregón. 

Y replicó a Antonio González el saludo improvisando tras el atril, desde donde también fue calmando su sed con el jarrillo que le regaló Huelva Información en la Tertulia Cofrade El Aguaó. "Y ahora sí. Toca volver a las calles". Puso en valor Flichi el papel que jugaron las hermandades en lo más duro de la pandemia. "Las que lo dieron todo sin pedir nada a cambio", al tiempo que recordó que en cuanto a la Semana Santa "nos faltó calle, sí, pero nunca Dios. Él siempre estuvo con nosotros". 

Continuó Jesús Flichi anunciando la Semana Santa de Huelva con un pregón clásico, como ya anunció en su entrevista previa a este periódico, recorriendo las cofradías onubenses desde las Vísperas hasta el Domingo de Resurrección. Y así forjó un pregón muy personal. Muy familiar. Con recuerdos especiales para personas que lo escucharon desde el cielo. Flichi combinó la prosa y la poesía. Y su voz, rota, repleta de verdad emocionó a un Gran Teatro que puso boca abajo por momentos. Hermano de la Borriquita desde el mismo día que nació, Jesús Flichi llegó al Domingo de Ramos para pintar los nazarenos rojos por el porche de San Pedro. Recordó a su madre, que "dedicó su vida, / dedicó todo su amor, / para terminar tejiendo / ¡el ajuar de su Señor!". Los aplausos, que se repitieron en numerosas ocasiones, también sonaron tras hablar de "su mejor amigo", el Cristo de la Redención. 

Consiguió Flichi emocionar con su vida cofrade, con la evolución vivida alrededor de las cofradías. Conociendo un Lunes Santo solo con las Tres Caídas en la calle; sus chicotás como costalero y sus vivencias como capataz. Y el camino de sus hijos. Y todo envuelto en el amor de su familia.

Y Flichi fue valiente. Desnudó su corazón con el Miércoles Santo. Cayó en el pozo de las sombras "y me vi traicionado por ese amigo al que yo vendí mi alma". Y "me aparté de ti Señor". Hasta que llegó la luz. La familia, la Victoria, y la Esperanza. Siempre La Esperanza. "Y aquella maltrecha barca, / se ha quedado para siempre, / amarrada de por vida, / ¡Al Noray de tu Esperanza!". Y se cayó el Gran Teatro. Fue el delegado para las Hermandades de la Diócesis de Huelva, Andrés Vázquez, quien se levantó primero en una estampa inusual como es la de la presidencia entera en pie aplaudiendo al pregonero sin que este hubiese pronunciado su "he dicho". 

Hasta la Madrugá llego Jesús Flichi para piropear al hijo de la Amargura, la "Madre del Dios que habita en Huelva". "¡Que eres el Señor de Huelva! / ¡Y Huelva es tuya...Nazareno!". Y cerró el pregón en su "principio y fin", en Nuestra Señora de los Ángeles, ante esa "dulce mirada" a la que "viviré siempre rendido hasta el final de mis días". 

La ovación final fue duradera. El Gran Teatro agradeció a Jesús Manuel Flichi Redondo su sinceridad. Su verdad. Su amor a Huelva y las cofradías. El pregonero ya avisó. "Voy a entregar mi alma y mi corazón a Huelva". Y no se quedó corto. 

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