Paisajes impregnados de luz y movimiento

"En mi pintura quiero transmitir la luz, lo que veo o lo que a veces quiero ver". El artista onubense Antonio Martínez, alumno de Alfonso Aramburu, muestra una selección de sus acuarelas en la sala del centro cultural de la Fundación Caja Rural del Sur, donde se podrá ver hasta este viernes.

Conforman la muestra pictórica treinta obras, cuya temática es el paisaje y las marinas. Siempre le ha gustado "la marina y los barcos", de ahí que en algunos de sus cuadros haya veleros navegando en alta mar o barcos atracados en el muelle". La mayoría de sus paisajes son de Huelva, en los que recrea su luz, en su diversidad de matices.

Delineante de profesión, el dibujo y la pintura le apasionó desde pequeño. Martínez comenzó a pintar con óleo, que cambió por la acuarela cuando conoció a Aramburu, que le enseñó la técnica. Comentó que optó por la acuarela porque "tiene una inmediatez que no la tiene el óleo, y por la transparencia de los colores y la sutileza, que no se puede conseguir con otra técnica".

Para esta muestra, el autor ha elegido una serie de obras que pintó en el periodo comprendido entre 2008 y la actualidad, aunque el 50% de la colección la ha realizado en este último año.

Al artista, que comenzó a pintar en 1989 como hobby, le inspira la naturaleza "y sobre todo el agua", captar el movimiento de la marea en el caso del mar, con el influjo de la luna, así como el fluir del agua del río, impregnando de vida sus composiciones.

Martínez indicó que lo más complicado es pintar el cielo, "hay que trabajar húmedo sobre húmedo, con mucha rapidez", pero él consigue unos resultados únicos, dotando a sus paisajes de unos cielos con una amplia variedad cromática: azules, ocres, amarillos...

Aramburu, que es asesor de los ciclos artísticos de la Fundación Caja Rural del Sur y acompañó al autor en la inauguración de la exposición, señaló que Martínez acudió a su estudio para que le diera clases de dibujo, "y le enseñé a dibujar a mano alzada y a acuarela". Era principios de la década de los noventa. Aramburu había abierto una Escuela de Acuarelistas en la calle Fernando el Católico, en la capital onubense, "donde daba clases a futuros alumnos de la Escuela de Arte".

Recordó que estuvo tres años dándole clases "y desde que las dejó ha progresado como autodidacta". Apuntó que "le enseñé a no utilizar los pinceles para pintar el cielo y el agua", y le transmitió su concepto de la acuarela como "una técnica filosófica", a lo que añadió que "la mayor ilusión de un maestro es que el alumno le supere y él me ha superado en muchas cosas de la acuarela".

La exposición se puede ver en horario de 11:30 a 13:30 y de 19:00 a 21:00.