Música y Pasarela de Moda Flamenca

Ayer noche, en el polideportivo Andrés Estrada de la capital, se presentó la colección Marismas, del diseñador Pepe Jiménez, de El Ajolí, al compás de ¡Huerva, Huerva!, conduciendo el acto como presentadora la periodista Isi Sayago. Como es sabido, esta pasarela de Moda Flamenca acompañada de un gran espectáculo musical, estaba dedicado a recaudar fondos para obras sociales y caritativas de la Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Huelva.

En el apartado musical, esta Pasarela contó con la aportación de Rosa Marín, finalista de la primera edición de Se llama copla, y Patricia Vela, artista consagrada de este género con una amplia trayectoria coplera, además de la actuación del coro Nuestra Señora del Rocío del Puerto de la Torre (Málaga), con José J. Pantoja a la guitarra; Marcos Martínez, al bajo; Adolfo Gálvez, al saxo; Juanjo Ortigosa con la percusión; Francisco Sánchez a la batería y la dirección de Paco Carpena.

El Ajolí, firma que comienza su labor empresarial en el año 1981 con Pepe Jiménez empresario y diseñador, ha basado la colección que ahora ha presentado para 2011 recogiendo la esencia del traje de flamenza, desde su uso para romerías, ferias, para cantar copla, etc..., con una vista al pasado que resulta espectacular.

Ayer noche se vieron diseños que están inspirados en los trajes que las tonadilleras usaban en los años 40 y 50, realizados en algodones, brocados, encajes, tul... que se adornan con minuciosos encajes de bolillo, cintas de terciopelo, madroños, entredoses, etc..., dándole ese aspecto "vintage" y con sabor "antiguo" que tienen algunos de los diseños.

Se observa cómo los talles suben y, por lo tanto, las faldas adquieren más protagonismo, sobre todo en los trajes canasteros, que es la apuesta del diseñador para esta temporada. Trajes canasteros que, a pesar de su simple apariencia, requieren una mayor ornamentación para hacerlos diferentes y, así, los hay únicamente de paños, otros con paños y volantes, enterizos, cortados al talle y de capa...

Sin embargo, en esta colección hay trajes para el camino del Rocío y romerías que siguen siendo de corte flamenco. Trajes con volúmenes en sus volantes, donde las tiras bordadas se convierten en un adorno imprescindible, con los popelines y el algodón como tejidos más utilizados.

En cuanto al colorido hay una gran presencia de tonos naturales y pasteles, volviendo a los tonos beige en toda su gama, los corales, grises, verde agua y celeste, sin olvidar con ello colores tan representativos del traje de gitana como el rojo, negro, blanco, verde, etc...

Como complemento primordial para el traje, el diseñador propone el uso del mantoncillo. Un mantoncillo que se presenta de múltiples maneras: los hay de gasas con encajes, de tul, de ganchillo, de macramé, de punto de seda, etc..., que embellece tanto a la prenda como a la mujer.

En esta colección que presentó Pepe Jiménez, las flores para el pelo han reducido su tamaño y se componen pequeños ramos con tonos diferentes, sobre todo con claveles.

El Ajolí, y su creador, Pepe Jiménez, han dado un vuelco al traje de flamenca a lo largo de su trayectoria profesional, logrando que se le considere como un traje regional que evoluciona y cambia con la moda cada temporada, con el esfuerzo que supone renovar la colección cada año. Por ello, Jiménez, es el único diseñador que ha desfilado en Pasarela Cibeles en la temporada 1989, y ha participado en pasarelas como Belmoda, Granada, Pasarela Moda Andaluza en París (Follie Bergè) y las diferentes ediciones del "Salón Internacional de Moda Flamenca" entre otras.

A lo largo de estos años ha realizado diseños para una nutrida clientela, entre ellas una muy peculiar, la popular Barbie. En varias ocasiones Mattel ha contado para algunas exposiciones, pasarelas y eventos de la muñeca con diseños de Pepe Jiménez, uno de ellos se ha comercializado como "Barbie Andalucía".

Los tejidos utilizados en los trajes son de primera calidad, cuidando cada detalle y eligiendo adornos adecuados a los tejidos y que el acabado sea perfecto, con una labor artesanal que se mima en los talleres de San Bartolomé de la Torre (Huelva), donde un numeroso grupo de modistas ponen experiencia y ganas de seguir innovando.