CIMI Odiel

Más de 80 niños se rehabilitan en el centro de infractores de Huelva desde su apertura

  • En lo que va de 2019 han pasado por las instalaciones 30 adolescentes de entre 14 y 18 años

  • El robo es el delito que más cometen estos chicos, con una representación del 55%

Panorámica de las instalaciones del centro de internamiento de menores infractores Odiel.

Panorámica de las instalaciones del centro de internamiento de menores infractores Odiel. / Josué Correa (Huelva)

Huelva pasó muchos años sin un centro de internamiento de menores infractores (CIMI) hasta que en 2016, después de sonadas reivindicaciones, abrió sus puertas el Odiel, ubicado en Peguerillas y con capacidad para 20 chicos sujetos a medidas judiciales de internamiento, ya sean firmes o cautelares.

Desde entonces a esta parte, tal y como informa a Huelva Información su director, Jesús Sánchez, han pasado y están cumpliendo estas medidas 82 adolescentes, 30 de ellos en lo que va de año, aunque "algunos vienen de años anteriores y otros son de nuevo ingreso". Lo hacen en régimen cerrado, semiabierto, con permanencia de fin de semana o en internamiento abierto por delitos cometidos entre los 14 y los 18 años.

El delito más común por el que estos chicos entran en el centro es el de robo, con 45 menores infractores y un 54,9% de representación. Le sigue en importancia el maltrato familiar, la violencia que ejercen los menores contra sus padres, hermanos, tíos o abuelos..., con 20 internados por este delito.

Antonio López y Jesús Sánchez, que llevan las riendas del CIMI Odiel. Antonio López y Jesús Sánchez, que llevan las riendas del CIMI Odiel.

Antonio López y Jesús Sánchez, que llevan las riendas del CIMI Odiel. / Josué Correa (Huelva)

Pero también ha habido un adolescente sentenciado por asesinato, otro por homicidio en grado de tentativa, cinco por agresión sexual, dos por atentado, otros dos por delitos contra la seguridad vial, tres por violencia machista, uno por lesiones, otro por daños y uno más por resistencia a agentes de la autoridad. Todos son de género masculino, pues en el centro no existen plazas destinadas a las chicas infractoras.

El CIMI Odiel está gestionado por la Fundación Diagrama Intervención Psicosocial. Este recurso pretende "dar respuesta a las necesidades educativas planteadas en Andalucía de las personas menores afectadas por medidas judiciales impuestas por los juzgados de Menores, con el fin de realizar una intervención psicosocial que permita, en la medida de lo posible, la incorporación del menor en la sociedad".

Para conseguir ese objetivo de la rehabilitación, se dejan la piel en el centro de infractores de Peguerillas 35 profesionales de la Fundación Diagrama (la mayor parte indefinidos), además de un médico y una enfermera, doce efectivos de seguridad y un profesor.

Chicos trabajando en el huerto del centro de internamiento. Chicos trabajando en el huerto del centro de internamiento.

Chicos trabajando en el huerto del centro de internamiento. / Josué Correa (Huelva)

Las instalaciones han sido construidas por la Fundación Diagrama partiendo de la experiencia en la gestión de otros centros de internamiento y cuenta con todos los recursos necesarios "tanto desde el punto de vista de la gestión como de la intervención, que facilitan la labor propia de este tipo de recursos".

Dentro de los muros blancos del CIMI Odiel existen aulas de formación y talleres para la formación reglada, como los que permiten a los adolescentes obtener el carné de conducir, iniciarse en la informática, modelar y aprender a hacer mosaicos o carpintería y soldadura básicas.

Todo el complejo se asienta sobre un terreno de 10.000 metros cuadrados, donde se ubican tres edificaciones: una destinada a los hogares de convivencia de los menores, donde se hallan las habitaciones individuales, los aseos, zonas comunes de convivencia, la sala médica, la sala de visitas, la biblioteca, etcétera; otro de los edificios se halla destinado a la gestión del mismo, y la última de las tres edificaciones está destinada a la formación.

Alrededor de estos inmuebles se disponen las zonas al aire libre: una pista multideportiva, otra de pádel, la piscina, el huerto ecológico, el invernadero y zonas de recreo.

Gimnasio del centro de menores infractores de Huelva. Gimnasio del centro de menores infractores de Huelva.

Gimnasio del centro de menores infractores de Huelva. / Josué Correa (Huelva)

La intervención con los pequeños autores de ilícitos se emprende de forma "individualizada e integral", concreta Sánchez, "tratando de aprovecharla al máximo y dar al menor el mayor número de herramientas posibles que favorezcan su inserción". Por ello la actuación se aborda desde distintas áreas.

Una vez estudiado cada caso, "para lo que hacemos uso de una gran cantidad de fuentes y recursos externos" plenamente coordinados, los profesionales del centro Odiel diseñan el programa de intervención para el niño "tratando de paliar las deficiencias que cada uno presente" a nivel sociofamiliar, psicológico, médico, académico, laboral y ocupacional y de la vida cotidiana.

Se inciden mucho en que los menores adquieran conocimientos, habilidades y destrezas de interacción personal, "transmitiendo valores y normas ético-sociales". Con ello se consigue que se motiven y desarrollen una actitud positiva "centrada en la cultura del esfuerzo, asumiendo su propio proyecto de vida, propiciando que interioricen un estilo de comportamiento asertivo, todo con la intención de dotarlos de recursos personales y preprofesionales que los protejan, poniéndolos en práctica una vez se reincorporen definitivamente a sus entornos familiar y social de referencia", señala el director.

Para el logro de todos estos objetivos, las familias son incluidas en diversos programas adscritos al área sociofamiliar, con el objeto de informarlas y orientarlas durante el tiempo que dura el internamiento de sus hijos, "propiciando que asuman la parte de responsabilidad que tienen en su proceso educativo, para mejorar en los aspectos concretos que han podido contribuir al desarrollo de un perfil delincuencial en los menores".

Los chicos deben "ser escuchados, no juzgados", enfatiza Sánchez, quien añade que deben sentirse acompañados por sus padres, que se deben convertir de nuevo –tras la debida formación– en "figuras de referencia, de control y seguimiento". Porque una vez que salgan del centro, los menores volverán a estar a su cargo. En este sentido destaca el programa Senda de atención a las familias.

Una de las habitaciones del centro de menores de Huelva. Una de las habitaciones del centro de menores de Huelva.

Una de las habitaciones del centro de menores de Huelva. / Josué Correa (Huelva)

El área psicológica activa programas en función de las "carencias o la problemática de cada uno, o atendiendo al tipo de delito o a la duración de la medida". Las sesiones son individuales, pero también grupales, de modo que se armen de recursos que mejoren el concepto y la estima que tienen de sí mismos. Aquí es básico el clima de confianza para despertar los intereses que les lleven "hacia la autosuperación y a optar por un estilo de vida prosocial, alejado de entornos insalubres y de riesgo". Es la mejor forma de combatir la reincidencia. Entre los programas aplicados en este área destacan el de competencias sociales Jabato, el de delitos contra la libertad sexual o el de prevención y tratamiento de la drogodependencia.

Los adolescentes infractores se preparan para el futuro también con una buena formación. Se matriculan en el sistema educativo reglado en ocasiones o se opta por el no reglado, en el que se les incluyen ya sea en un grupo de Alfabetización, Neolectores, Formación Básica o se les instruye para que accedan a un ciclo formativo y obtengan el graduado.

Área de recepción del CIMI Odiel, en Peguerillas. Área de recepción del CIMI Odiel, en Peguerillas.

Área de recepción del CIMI Odiel, en Peguerillas. / Josué Correa (Huelva)

En el plano laboral, se les incluye en un itinerario de inserción formativo-prelaboral que se pone en marcha en el CIMI. Se les informa sobre la situación del mercado laboral, se estudian sus capacidades y gustos y se les entrena "en técnicas y herramientas de búsqueda de empleo". Todo para que les sea más fácil acceder al mundo formativo y laboral.

Estos chicos llevan a cabo diversas actividades tanto en el exterior como en el interior del centro. Las primeras "nos permiten valorar el grado de extrapolación de las destrezas, herramientas o de las capacidades adquiridas durante su proceso reeducativo" en el centro. Por ello realizan desde senderismo o rutas en bici a visitas a museos. Cuentan, incluso, con el club de atletismo Cambio de Marcha, en el que profesionales y menores hacen equipo para competir en pruebas cercanas a Peguerillas.

Esta es una buena forma de promocionar los hábitos de vida saludables, en los que se incide también a través de otros talleres.

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