La Ley disipa el botellón en varias playas onubenses
Muchos pueblos de la Costa no tienen los problemas de la práctica juvenil, mientras en Mazagón se cambiará de zona
La Ley Antibotellón no obliga a que los municipios habiliten un botellódromo si las necesidades de la localidad no lo requieren, es decir, si no hay demanda para ello.
Y esto es lo que está empezando a ocurrir en muchos lugares de la Costa de la Luz. Después del 'boom' de hace algunos años, las cosas comienzan a calmarse, y esta práctica comienza a disiparse en algunas zonas.
En Ayamonte no existe una gran aglomeración de jóvenes que quieran disfrutar de beber en las calles. Y aunque sí se reúnen, no lo hacen de forma masiva. El lugar es en la zona de La Dársena, no obstante, "es una reunión espontánea, ya que el Consistorio no ha habilitado esa zona para realizar botellón, cosa que la Ley Antibotellón, permite. De todas formas, son pocos los jóvenes que lo hacen, unos 120, por lo que no estamos hablando de una multitud, además están alejados del núcleo urbano y no molestan a nadie", manifestó la técnica del Área de Juventud del Ayuntamiento de Ayamonte, Raquel Moura.
Lo mismo ocurre en la playa del municipio, Isla Canela, donde no hay una gran problemática con el botellón "éste es inexistente, ya que el tipo de turista o veraneante que viene lo hace para descansar, por lo que no es una zona que destaque por su ocio nocturno, sino por su tranquilidad", según Moura.
En el caso de El Portil y Nuevo Portil las situaciones son diversas. Con respecto al primero, el Ayuntamiento de Punta Umbría ha optado por poner a disposición de los jóvenes veraneantes de esta playa un autobús que los traslade hasta el ociódromo puntumbrieño. A través de un acuerdo con la empresa Damas S.A. el servicio de transporte parte cada jueves, viernes y sábado desde El Portil a las 23.00 horas y el regreso de Punta Umbría cuenta con dos horarios disponibles: 5.30 y 7.30 horas. El precio del billete es de 0,98 euros.
En lo que se refiere a Nuevo Portil, término municipal de Cartaya, no está previsto ningún espacio para ubicar el botellódromo. La explicación a este hecho es que, según el alcalde de Cartaya, Juan Antonio Millán, "no hay demanda, y nadie nos ha solicitado este espacio, por lo que no lo hemos previsto, además hay lugares y chiringuitos donde se puede hacer por la zona de la Bota", manifestó el primer edil de la localidad. También destacó que "desde que salió la Ley Antibotellón somos muy cautelosos con el tema en la zona de las playas, por lo que si se forma un foco, la Policía y la Guardia Civil actúan en las zonas sensibles -cualquier zona susceptible de formarse un botellón- para disiparlo". Para Millán "nuestra principal prioridad es velar por la seguridad de nuestros jóvenes y por el descanso de los vecinos, y es que el Ayuntamiento tiene la obligación de protegerlos y asegurarles la diversión, siempre que respeten a los demás", manifestó alegando que hay muchos locales para poderse tomar una copa en paz. Y es que, según el primer edil cartayero, "uno de los principales problemas de los botellones, es cuando, sobre las cinco de la mañana, se incorporan a los mismos grupos vándalos borrachos que lo único que quieren es molestar", sentenció Juan Antonio Millán.
Asimismo, El Rompido, que también es municipio de Cartaya, no presenta tantos problemas "porque los veraneantes son de otro tipo, es más tranquilo y vienen a descansar" concluyó el Alcalde.
Sin embargo, en Mazagón la situación es distinta. Los jóvenes se reúnen en el término municipal de Moguer, en el parque situado en el centro urbano. En este sentido, el concejal delegado de Playa del Ayuntamiento de Moguer, José Antonio Capelo González, adelantó que pretenden trasladar la concentración a otra zona "a partir de la feria de la localidad, que se celebrará la próxima semana", aunque se barajan varios sitios, Capelo no quiso adelantar cuál será la próxima ubicación.
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