Huelva

Iván Macías: "Después de la pandemia vivimos cada función como si fuera la última”

  • Considerado por muchos como uno de los mejores músicos de generación, el moguereño vuelve a estar de enhorabuena tras ganar 12 premios la pasada semana con su última obra en cartel 'Quién mató a Sherlock Holmes', la primera en estrenarse en España después del confinamiento 

El compositor moguereño posa en el piano en el que ha compuesto muchos de sus éxitos.

El compositor moguereño posa en el piano en el que ha compuesto muchos de sus éxitos. / Alberto Domínguez

Considerado por muchos como uno de los mejores músicos de generación, el moguereño Iván Macías vuelve a estar de enhorabuena. La pasada semana su musical Quién mató a Sherlock Holmes arrasó en los premios Broadway World Spain con 12 galardones y se convirtió en el más reconocido por el público. Compositor, director, pianista y productor tiene varios proyectos en cartera y aunque las circunstancias no son las mejores, se muestra esperanzado de cara al próximo año.

- Dedicarse a los musicales en tiempos de pandemia, ¿valor o temeridad?

- Bueno, nuestra experiencia viene de antes de que llegara el covid. De hecho, cuando todo estalla estábamos a punto de estrenar el musical de El Médico en Barcelona, con una preventa espectacular y con muchas ganas de empezar la gira cuando tuvimos que parar. Pero bueno, eso no nos pasó sólo a nosotros ya que a cada uno en su sector le afectó de alguna u otra forma.

Lo que pasa es que el teatro, al desarrollarse en la mayoría de los casos en un sitio cerrado, con aforos reducidos, el miedo del público, … ha hecho que muchos compañeros se hayan pasado más de un año sin trabajar. Ante esta situación, y al ver que era para largo y que no se iba a poder arrancar la temporada con normalidad en mucho tiempo, optamos por pensar en un formato más adecuado a las nuevas circunstancias, en el que pudiera ser más fácil llevar a cabo las medidas de seguridad. Así nació esta nueva versión con sólo seis actores y un pianista en el escenario, y conseguimos convertirnos en el primer musical en levantar el telón en la Gran Vía después de la pandemia.

- ¿Cómo decide introducirse en este género, a priori, más complicado en España?

-Pues todo empezó con distintas producciones que realizamos junto a los chicos del Liceo de Moguer y la Fundación Primitivo Lázaro, en Huelva y en Madrid como Los Miserables o El Fantasma de la Ópera. Decidimos dar el salto y atrevernos con uno de producción propia fundamentalmente por una cuestión de derechos. Vimos que nos salía bastante más rentable hacer un musical nosotros y así nació Germinal, cuyos derechos decidí ceder a la Fundación Primitivo Lázaro para que se reinvirtiera en cultura.

La sorpresa nos la llevamos cuando fuimos a Madrid, lo estuvimos representando allí una semana y todas las críticas fueron muy buenas. Detectamos que había esa demanda de producto español, de musicales nuevos que no fueran de importación y fue ahí cuando vimos la oportunidad de poder hacer algo profesional, con nuevo títulos y apostar de pleno por el teatro musical y por las grandes producciones nacionales.

- En este tiempo de incertidumbre, ¿cómo afronta el futuro siendo un profesional del sector cultural?

-Nosotros somos valientes y estamos inmersos en muchos proyectos. Entre otros, para antes de final de año, tenemos previsto estrenar un nuevo espectáculo que nadie se espera y que va a sorprender. Además, continuaremos con el musical La Historia Interminable el año que viene, El Médico continúa su gira el 22 de diciembre en Sevilla, y Quién mató a Sherlock Holmes la va a comenzar en breve. Tenemos tres o cuatro títulos en marcha por lo que estamos muy contentos con las perspectivas que tenemos, aunque sabemos que va a ser un año duro. Ahora está todo volviendo y ha habido como un boom por arrancar de nuevo esta temporada, pero creo que hay que ir con prudencia, aunque las perspectivas no son malas.

Primer mano de las manos de Iván Macías trabajando en su piano. Primer mano de las manos de Iván Macías trabajando en su piano.

Primer mano de las manos de Iván Macías trabajando en su piano. / Alberto Domínguez

-¿Cree que hacen falta medidas que ayuden a salir de la situación precaria por la que pasa la industria?

-Creo que esto es algo que debería haber sido demandado porque hemos sido un sector muy golpeado. Los productores, los gestores de los teatros, los músicos, los actores, etc. Personas que tenían una vida estable en Madrid o Barcelona y que se han visto sin trabajar un año. Yo tengo amigos y conocidos que llevan muchos lleves sin poder llevar a sus casas un sueldo fruto de su trabajo.

Está siendo muy duro pero en mi caso no puedo echar las ayudas de menos porque nunca las he echado de más. Estamos acostumbrados a que tenemos que sacarnos las castañas del fuego nosotros, a reinventarnos, y fruto de esa necesidad surgió Quién mató a Sherlock Holmes. Es una producción muy sostenible, con un número muy reducido de personas implicadas para que pudiéramos hacer tests todos los días y garantizar así la seguridad de todos los que allí trabajan. Fue muy difícil porque nosotros invertíamos en esos test cuando costaban 100 euros, no ahora que ya han bajado a 5 o 6 euros, y en ese sentido sí que hemos echado en falta más apoyo porque vivíamos en un mar de incertidumbre. Aún así, yo tengo la suerte de trabajar con unos productores que en ese momento se lanzaron a la piscina sin saber si había agua.

- Además de compositor, es productor de varios de los musicales, ¿cómo se siente con ese doble papel?

- Bueno, yo ahora mismo estoy centrado en la producción artística y me he apartado un poco de la producción ejecutiva, aunque sí que es verdad que también participé como productor en Quién mató a Sherlock Holmes. Poco a poco vamos encontrando nuevos aliados, nuevos amigos en el camino que me han permitido centrarme en lo que mejor sé hacer, que es ser productor artístico, levantar la producción artísticamente y componer. Es una profesión apasionante, 24 horas al día, siete días a la semana. Ver cómo todo surge desde la nada, a partir de una idea se plasma en un libreto, en una partitura, y vas viendo cómo los actores van dando vida a los personajes y te das cuenta de cómo se va creando un mundo, algo que es un proceso increíble y ilusionante.

Quién mató a Sherlock Holmes arrasó la semana pasada en los BroadwayWorld Spain 2021, ocurrió lo mismo con su anterior producción El Médico ¿cuál es el secreto del éxito?

-Bueno, yo creo firmemente que los premios son circunstanciales. Mi formación es de pianista y como tal he participado en muchos concursos. He ganado muchísimos premios, he quedado segundo en otros, en otros tercero y en algunos ni siquiera he cogido premio, así que con esa experiencia te das cuenta de que los premios hay que relativizarlos. Sí que es cierto que nosotros esperábamos algunos premios porque es un año en el que no ha habido tanta masificación de producciones, pero no esperábamos doce ni por asomo, aunque insisto, creo que ha sido algo circunstancial.

En el caso de El Médico era la primera gran producción española en mucho tiempo, estuvo número uno de la crítica durante todo el tiempo que se estuvo representando en Madrid, estuvo también como número uno en las opiniones del público… y por eso yo creo que coger tantos premios con El Médico fue un poco del efecto todo suma, aunque sí que es verdad que los 17 premios que se le otorgaron fueron también una sorpresa.

Con Sherlock sí que es verdad que había menos producciones, aunque muy buenas y hechas todas con mucho cariño, pero yo creo que el público ha valorado una serie de circunstancias como el elenco maravilloso que conforma este musical, el equipo creativo. No hay que olvidar que fuimos los primeros en salir, estrenamos en Gran Vía en diciembre, y también fuimos los primeros en acudir con un musical a Barcelona. Creo que el público ha valorado mucho nuestra valentía y por supuesto que la obra les ha gustado, pero pienso que ha sido un compendio de todo.

Iván Macías en el Liceo de Moguer, que él mismo fundó a los 18 años. Iván Macías en el Liceo de Moguer, que él mismo fundó a los 18 años.

Iván Macías en el Liceo de Moguer, que él mismo fundó a los 18 años. / Alberto Domínguez

- Como dice Quién mató a Sherlock Holmes fue de los primeros musicales en volver a escena tras el confinamiento, ¿cómo fue esa vuelta?

-Pues mira, yo creo que lo que mejor sé hacer es rodearme de buenos amigos. A mediados de mayo, hablo con ellos y les digo que hay que ser realistas porque en 2020 no iban a volver las grandes producciones. Todos tenían la ilusión de que volvería El Médico, pero en las circunstancias en las que estábamos un proyecto de estas características era inviable. Había que ponerse a trabajar con esta idea en la cabeza y en eso momento, junto a Félix Amador que es con quien siempre trabajo, decidimos ponernos a trabajar en un libreto con un grupo de tres actores que son Daniel Diges, que luego fue Sherlock Holmes, Talía Del Val que luego fue Irene Adler, y Joseán Morena que luego fue el Anftrión, además de Marcelo Soto, que es dramaturgo y nos estuvo asesorando en la creación express de un musical.

Teníamos muchas ideas antiguas pero todo eso había que plasmarlo en un libreto y darle forma con la intención de que en las Navidades de 2020 volviera a haber teatro musical en Madrid. Fueron días de 12-14 horas diarias de trabajo, de reuniones interminables de zoom para ensayar, hacer las lecturas y ver qué funcionaba y qué no, hasta que pudimos juntarnos en septiembre. Se hizo más rápido de lo normal pero se le echaron las mismas horas que a cualquier otro proceso creativo, aunque sí más concentrado y de forma más extensa, era la única forma de trabajar durante el confinamiento. Sherlock Holmes fue el fruto de las circunstancias especiales que rodearon a 2020 y siempre estará unido a eso. Es parte de la historia del teatro musical y no solo de España.

-Y en lo que respecta al público, ¿cómo fue?

-Claro, las taquillas no eran las mismas de antes, pero contábamos con eso. Teníamos siempre aforos muy reducidos pero la sensación era increíble porque el que iba, iba a disfrutar. La gente que venía al teatro lo hacía con muchas ganas de pasárselo bien y había desde el minuto uno comunión con el público: ellos nos reconocían el esfuerzo que estábamos haciendo y nosotros les agradecíamos que estuvieran allí. Cada función era como si fuera la última y eso nos ha permitido vivir momentos muy bonitos en el escenario. La primera vez que se subieron los chicos al escenario, el estreno se hizo en el Teatro Real de Aranjuez, y al ver que la obra sí que era ya una realidad, y que se volvía a hacer teatro, volver a sentir al público, fue una sensación increíble después de todo lo que habíamos pasado meses atrás.

-Tengo entendido que el próximo octubre se producirá, por fin, el estreno de Los Pilares de la Tierra, ¿ya está todo listo?

-Finalmente Los Pilares de la Tierra se estrenará en un futuro, ya que nos hemos visto obligados a reorganizar todos los títulos que teníamos en cartera porque el covid no nos ha dado otra alternativa. Pero sí puedo anunciarte que antes de finales de año vamos a sorprender con el anuncio de un estreno. Esta vez rizamos el rizo y se trata de un musical adaptación de un título español, de autor o autora española que anunciaremos en unos días y que estrenaremos en diciembre. De cara al próximo año lo que sí retomamos es La Historia Interminable.

- ¿Cuánto de la obra de Michael Ende va a ver el espectador en este musical?

- El público que acuda a ver este musical va a poder vivir La Historia Interminable como la recuerda. Hay muchos guiños por supuesto a la película, pero nuestra obra está basada en el libro de Michale Ende. Es una historia de fantasía con un mensaje universal para grandes y pequeños. Se trata de una super producción con todas sus letras.

-¿Cuál es la mayor dificultad a la hora de convertir en musical novelas tan conocidas y de tanto éxito como El Médico o Los Pilares de la Tierra?

-Los más importante es mantener la esencia. El musical tiene que sufrir adaptaciones porque contamos una novela maravillosa o una historia increíble en dos horas, pero es muy importante mantener la esencia de la obra como digo. Para conseguir eso es fundamental leerse bien el libro, entender perfectamente el mensaje, ser muy respetuoso con el autor. También hay que tratar de entender cuál es el sentimiento que se produce en el lector al leer esa historia, para intentar averiguar qué es lo que quiere ver el público, cómo lo quiere vivir, para doblar la apuesta y que salga sorprendido. A nosotros no nos vale con contar la historia como uno se la espera, tiene que haber un plus para sorprender al público y que salga con ganas de repetir. Yo creo que eso es algo que se consiguió con El Médico y pienso que es algo también hemos conseguido en las obras que tenemos por estrenar. Creo que hemos logrado el equilibrio para que funcione.

-¿Qué tiene que tener una historia para que se convierta en un buen musical?

-Yo creo que casi cualquier historia se puede convertir en un buen musical. Hay historias maravillosas que me gustaría poder contar, algunas muy conocidas, otras no tanto, y quizás eso es lo que nos falta en España: dar ese paso para poner en valor títulos a lo mejor no tan conocidos, pero que podrían ser maravillosos. Nosotros sí que es verdad que a la hora de elegir una historia no la escogemos sólo por el título, siempre nos gusta que haya un mensaje detrás. Como digo, las bibliotecas están llenas de historias maravillosas y hay grandes autores en España.

-¿Podremos ver pronto alguno de estos grandes musicales en Huelva?

-Sí, yo creo que sí. Quién mató a Sherlock Holmes empezará la gira pronto, en principio en el mes de octubre, así que espero que en noviembre, diciembre o quizás el año que viene se pueda. Ahora hay muchos títulos empezando a girar por toda España y tampoco hay que saturar. Hay que encontrar el momento para cada obra, pero confío en que sí, ya que además es una de mis ilusiones poder estrenar Quién mató a Sherlock Holmes en Huelva y Sevilla, para celebrar los 12 premios de BroadwayWorld Spain 2021 junto al público de mi tierra.

-Y yendo un poco al origen de todo, ¿por qué decide dedicarse a la música?

Mis padres son músicos y en casa había un piano, así que a los dos o tres años empezaron a darme clase. Creo que era inevitable que yo fuera músico criándome rodeado de ese ambiente y ahora estoy feliz porque siento que no hubiera habido otra cosa que yo hubiera podido hacer mejor en cualquier circunstancia.

El artista onubense sabe que va a ser un año duro, pero se muestra optimista. El artista onubense sabe que va a ser un año duro, pero se muestra optimista.

El artista onubense sabe que va a ser un año duro, pero se muestra optimista. / Alberto Domínguez

-¿Qué papel jugó Primitivo Lázaro en su desarrollo como músico?

-Para mí fue muy importante ya que una de las cosas que se aprende al lado de Primitivo es la humildad. Era un hombre con una humildad gigantesca, a pesar de ser uno de los grandes compositores del panorama nacional. Aún no tiene el reconocimiento que debería y ahí sí que las autoridades de Huelva tienen mucho que hacer.

Por poner un ejemplo, yo soy presidente de la Fundación que lleva su nombre y no contamos con ninguna ayuda. Nuestra Fundación desarrolla una labor educativa, trabajamos con niños y les ayudamos a salir adelante a través de la música. Entre otros proyectos, nos gustaría poner en marcha una escuela de música para niños con problemas de visión, auditivos y cognitivos para que la música sea un canal de evolución, aprendizaje, enseñanza y mejora para ellos. Pero claro, eso sin ayuda pública es prácticamente imposible. Queremos usar la Fundación para poner en valor el nombre de Primitivo Lázaro, que va unido al nombre de Huelva y a la cultura. Yo creo que es necesario que Huelva también sea un referente cultural a través de la figura de Primitivo.

-Siendo muy joven funda el Liceo de Moguer, ¿cómo recuerda aquella etapa y qué le lleva a poner en marchar ese proyecto?

-En Moguer no había una tradición musical grande, prácticamente no había alumnos de música. Empezamos con siete alumnos y en 2020, antes de la pandemia, éramos 600. Estoy muy orgulloso de lo que hemos hecho en Moguer porque hemos conseguido que hoy en día sea un referente en la música a nivel nacional. Lo que se ha hecho en Moguer musicalmente hablando es un milagro que ya se ha convertido en una realidad. Nuestro número de alumnos crece cada año, contamos con una plantilla de profesores muy buena, tenemos mucho apoyo por parte del Ayuntamiento y hay mucha ilusión en un proyecto educativo estable y de futuro para Moguer. El Liceo ha cumplido 18 años, y ya hay muchos chavales con el título que están viviendo de la música y son reconocidos como grandes músicos. Eso es una gran satisfacción porque es fruto del trabajo de mucha gente. Estoy muy orgulloso porque es un legado que se va a quedar en mi pueblo de por vida.

-¿Se siente profeta en su tierra o quizás el reconocimiento le ha venido más de desde fuera?

-Eso es algo que no me planteo la verdad. Yo soy moguereño y moguereñista. Llevo el nombre de mi pueblo allá por donde voy, pero no con ningún afán de reconocimiento. Me siento muy querido en mi ciudad, en mi provincia, y tengo un contacto muy estrecho con las administraciones y nunca he tenido problema en ese aspecto.

Yo no estoy a favor del discurso de algunos que se quejan de no ser valorados porque pienso que hay que poner en valor a los artistas, a los médicos, a los arquitectos, a los periodistas, cada uno hace un trabajo en nuestra ciudad. Es más, creo que debe ser al revés y que deben ser los artistas los que tienen que poner en valor a Huelva. Yo tengo el discurso de que Huelva está a mucho más de 600 kilómetros de Madrid, y precisamente nosotros, que estamos sobre un escenario y más cerca de las autoridades somos quizás los que tenemos que reclamar las cosas para nuestra ciudad. A mí el reconocimiento no me hace falta, eso lo tengo aquí con el clima que tenemos, tomándome una cerveza a las diez de la noche en Mazagón, no necesito que nadie venga a pegarme palmaditas en la espalda.

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