Cuando el avance de la vacunación nos muestra el camino hacia la salida del que, para todos y sin excepción, ha sido el año más complejo de nuestras vidas, muchas son las preguntas que nos asaltan en este nuevo punto de inflexión de nuestra historia: ¿cómo será el mundo a partir de ahora?, ¿cómo se configurarán nuestras rutinas?, ¿qué expectativas laborales se abrirán en los próximos meses? y, sobre todo, ¿viviremos un cambio radical en nuestro modo de vida?

Son, todas ellas, cuestiones de inmenso calado, muchas de las cuales aún no tienen una respuesta definida. Sin embargo, si tuviésemos que establecer una conexión entre todas, la encontraríamos en la innovación. Y es que si algo ha quedado patente durante estos meses es la necesidad de apostar, con más fuerza que nunca, por potenciar la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) que nos permita como sociedad hacer frente a los desafíos sanitarios y en todos los ámbitos científicos, sino también situarnos a la vanguardia europea en aspectos como la economía circular, la transición energética y la digitalización.

Todos ellos encuentran en la industria el espacio perfecto para desarrollarse, y la industria encuentra en Huelva un marco inigualable para encarar el futuro mediante el impulso del progreso económico y social de Andalucía y de España.

No en vano, para contribuir a impulsar una industria más eficiente y sostenible, comprometida con la calidad medioambiental de nuestro entorno, y pese a la crisis, las empresas pertenecientes a la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva, Aiqbe, realizaron en 2020 inversiones por un valor de 219 millones de euros. Una cifra que destaca por estar entre las cinco mayores de la última década, periodo en el que sumamos 1.771 millones de euros.

Esta apuesta por seguir reforzando el papel del tejido industrial a través de la innovación ha cristalizado en numerosos proyectos que, sin duda alguna, contribuirán a proyectar una imagen renovada y atractiva de nuestra provincia como un destino inmejorable para la inversión.

Me refiero a proyectos como ‘CirCular’, impulsado por Atlantic Copper, que permitirá reciclar alrededor de 60.000 toneladas al año de material electrónico en desuso y que aúna, además de la recuperación de elementos de valor, eficiencia energética, respeto medioambiental y solidez tecnológica; o el proyecto de Frioducto de Enagás, que proveerá de frío ecológico a partir del aprovechamiento del frío que se desprende del proceso de regasificación del Gas Natural Licuado (GNL)

Huelva también será uno de los pilares para el desarrollo de la energía del futuro, gracias, entre otras iniciativas, a la apuesta impulsada por Grupo Fertiberia, en colaboración con Iberdrola, para producir hidrógeno verde a partir de energías renovables en su fábrica de Palos de la Frontera, y para la que prevé una inversión estimada de 1.000 millones de euros. También Endesa, ha proyectado la instalación de un electrolizador de 100 MW y la construcción de parques de generación renovable asociados con una potencia de 430 megavatios. Además de proyectos de logística que soportaran las nuevas y actuales actividades como el poliducto de Cepsa y Exolum.En este dibujo de la Huelva que viene, la Autoridad Portuaria jugará junto a las administraciones locales, como siempre, un papel determinante, a partir del desarrollo de la Zona de Actividad Logística, el futuro ZAL de Huelva en la Avenida Francisco Montenegro, un nuevo espacio que, sin duda, contribuirá de manera decisiva a potenciar el valor de nuestra provincia.

Todos estos proyectos ofrecen una imagen precisa y prometedora de la Huelva que seguimos construyendo entre todos. Un horizonte en el que el deseo de seguir avanzando hacia un mundo más sostenible y eficiente solo lo podemos proyectar desde la investigación y la innovación, que son hoy en día, la piedra angular sobre la que escribiremos el futuro de nuestra industria y de nuestra tierra.