Patrimonio

El IES La Rábida compatibilizará historia e innovación

  • La intervención arquitectónica busca recuperar el esplendor de la concepción originaria de Pérez Carasa y adecuar el centro a la normativa docente actual

El instituto visto desde la Avenida Manuel Siurot.

El instituto visto desde la Avenida Manuel Siurot. / H.I. (Huelva)

Es sin duda un edificio que llama la atención por sus dimensiones, por su eclecticismo y porque de algún modo, ya respondió a la conciencia de que debía integrarse en el paisaje de los cabezos tan característicos de esta ciudad.Se hizo con mucha cabeza. Incluso se tuvo en cuenta que era una zona sana de la ciudad que estaba alejada de las partes en las que había más propensión al paludismo que estaban en las marismas y que era una triste realidad a finales del siglo XIX. A día de hoy, es Instituto Histórico Educativo de Andalucía y un legado del arquitecto José María Pérez Carasa que Huelva quiere conservar una vez que afortunadamente, se va consolidando la concienciación de mantener el patrimonio onubense.

Pero son nada menos que 163 años de historia los que el edificio lleva a sus espaldas y tras muchos años de espera, se van a acometer unos trabajos que el instituto pedía a gritos desde que su actual edificio iniciara su construcción allá por 1926. Esos trabajos van a correr a cargo de los arquitectos Francisco Marqués Vilaplana y Luis Rubio Marín que tienen su proyecto listo para que los trabajos empiecen, lo que probablemente suceda a finales del próximo curso.

Si se pudiera resumir el encargo que ambos arquitectos han asumido sería así: recuperar el antiguo edificio, adaptarlo a las necesidades actuales y limpiarlo de los conceptos desarrollistas de pasadas décadas.Estamos ante el edificio civil más importante de la provincia y un ejemplo más de lo que Pérez Carasa supuso para la evolución de Huelva en el siglo XX y que ahora por fin, va a ser objeto de un cuidado que debió llegar antes pero que cuenta en esta ocasión, con la promoción de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE).

Está previsto que los trabajos se prolonguen durante algo más de dos años y tienen un presupuesto en licitación, de algo más de 7 millones de euros. Eso significa que las obras van a ser más caras que si se hiciera un instituto nuevo pero Huelva no se perdonaría nunca haber llevado la piqueta a este centro docente.Se trata, como ya se ha comentado, de un edificio ecléctico en el que Pérez Carasa echa mano de diferentes estilos.

El ambicioso proyecto que se va a plasmar implica, según los dos arquitectos, cuatro fases. En primer lugar, se trata de un proceso de restauración lo que quiere decir, en otras palabras, que no se van a llevar trabajos de modificación sobre los planteamientos iniciales. Esta restauración se va a centrar en el envolvente del edificio, es decir, en la fachada y en la cubierta esta última especialmente deteriorada que necesitará ser levantada por completo. Asimismo se repasará la estructura en general del edificio que se encuentra en buenas condiciones aunque presenta ciertas deficiencias.

Antes de seguir adelante hay que indicar que para realizar el proyecto, los dos arquitectos han llevado a cabo un exhaustivo estudio del proyecto original de Pérez Carasa y de los arquitectos que le siguieron.Pérez Carasa realizó un proyecto completo del edificio. 1932 será no obstante un año decisivo ya que la titularidad del instituto pasó de la Diputación al entonces Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Será cuando otros arquitectos acometan el resto de los trabajos aunque la fachada es la del proyecto original. Desde 1932 hasta 1969, distintos profesionales emprenden en su interior diferentes iniciativas con el objetivo de ir adaptando el edificio a las necesidades que iban surgiendo.

1969 es sin embargo, un año clave. El terremoto que sacude la ciudad tiene gran incidencia también en el instituto como sucediera con otros edificios y viviendas. Esto conlleva un nuevo proyecto que el Ministerio de Educación pone en manos del onubense Francisco de la Corte en 1971. A partir de entonces siguen las reformas para ir adecuando el centro a las necesidades que van surgiendo, algo así como una especie de tetris. Precisamente, hablando de reformas, viene el segundo aspecto del proyecto de Marqués y Rubio. A diferencia de la restauración que como ya se ha comentado afectará a la fachada y cubierta, ésta está más dirigida hacia el interior. Esta faceta supone adaptar las instalaciones a las nuevas exigencias normativas lo que supone renovar la distribución de espacios.

Un tercer aspecto es la construcción de un pabellón deportivo que se levantará en el patio del instituto. La cuarta fase contemplada no es baladí: acometer trabajos en el entorno del edificio que a día de hoy, se encuentra convertido casi en su totalidad, en un aparcamiento. La idea de los arquitectos es rescatar el mayor espacio posible para los alumnos y separar los vehículos de éstos. En este espacio se encuentran árboles de gran envergadura que afortunadamente estarán a salvo porque tal y como recordaron Marqués y Rubio, se encuentran bajo protección.

Tampoco ha pasado desapercibido uno de los elementos más característicos: el patio interior que llama enormemente la atención y que contribuye a confirmar la prestancia del edificio. Según el proyecto, tiene un futuro prometedor ya que el ánimo de los arquitectos es recuperarlo para la vida estudiantil, es decir, que se convierta en lugar de esparcimiento para los alumnos. Tal y como sucede con los árboles del exterior, los que se encuentra en el patio también están sujetos a protección. A este espacio se le cambiará el suelo.El edificio cuenta con un total de cinco plantas si bien la mayor carga de actividad se centra en la principal y en la primera. La parte trasera del edificio cuenta con un anexo que no estaba en el proyecto original y que se realizó después del terremoto.

Se trata de un edificio que tiene nada menos que una superficie de 8.138 metros cuadrados a los que hay que sumar los 639 del pabellón deportivo o gimnasio que se tiene que realizar.

La exposición está en el ‘hall’ del instituto. La exposición está en el ‘hall’ del instituto.

La exposición está en el ‘hall’ del instituto. / Guidice (Huelva)

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