en el titán

Suspensos en el instituto La Rábida

  • lDespués de 15 años de esperas Educación no sabe cuándo se iniciarán las obras

  • En la República los estudiantes tuvieron que manifestarse para que se concluyera el edificio

Imagen del proyecto Imagen del proyecto

Imagen del proyecto

Si quienes nos gobiernan tuvieran que pasar por una ITV en los institutos, habría que ponerles un suspenso a estos repetidores del desinterés hacia cuestiones tan básicas como renovar, para actualizar y modernizar, el instituto referente de la provincia de Huelva: el IES La Rábida.

La verdad es que a estas alturas es muy difícil creerse ya algo sobre las obras del Instituto La Rábida. Un culebrón que es para desilusionar a cualquiera. Es cierto que cuando en febrero pasado anunciaron desde la Junta de Andalucía que había una partida presupuestaria para él, se echaron campanas al vuelo después de tan larga espera. Se daba a conocer entonces que la Consejería de Educación destinaba 400.000 euros para la redacción del proyecto y estudio geotécnico, adjudicada a la UT de empresas MRD Rábida, con un plazo de ejecución de 157 días. Pasado el tiempo en esta semana a preguntas del parlamentario del Partido Popular Guillermo García Longoria, la consejera de Educación, Sonia Gaya, ha dicho que no tiene fecha para el inicio de las obras. Y eso que la actuación está incluida en el Plan de Inversiones en Infraestructuras Educativas para el período 2017-2018. Un plan dotado con 107 millones de euros e incluye 128 nuevas actuaciones de construcción, ampliación y mejora de centros en las ocho provincias andaluzas. La verdad que como vemos, nos quedamos otra vez para los últimos. Seguimos siendo unos repetidores y volvemos como al principio. Ocurre que aquí quienes no hacen las tareas no son ni los profesores ni los alumnos. En este caso es la Administración andaluza. Ahora dicen que el proyecto todavía está en periodo de redacción, porque el carácter patrimonial del edificio ha hecho que todo se ralentice.

Si como se indica en el programa de ejecución de 2017-2018 estas obras no van a empezar antes de final de año próximo, y sabiendo que habría que empezar por la cubierta ante su grave deterioro, todo apunta al verano de 2019 si no hay quien lo remedie y le meta a esto un poco de acelerón para que todo vaya más de prisa. La consejera contestaba al parlamentario García Longoria que "Yo no le puedo garantizar la fecha exacta del comienzo de las obras". ¡Hay que darle un poco de caña a esto y espabilar!

Con las últimas lluvias se filtró el agua por la cubierta inundando las instalaciones del centro

Parece como si fuese un proyecto en el que todo hayan sido prisas y se pida un poco de calma. No, ni mucho menos. De la reforma del instituto ya se viene hablando desde el año 2002, una iniciativa de la comunidad educativa del Rábida. Al siguiente año hay una firma entre la Junta y el Ayuntamiento para la actuación que necesitaba el edifico de cara a la conmemoración del 150 aniversario. Ahora estamos en el 160 y todo sigue igual, bueno... Ocurre que antes era una adecuación del instituto a la Logse y ahora es la Lomce; al paso que va, le pilla otra reforma educativa, que para lo que sirven en este país.

El tiempo pasa y el viejo instituto va sintiendo los achaques, como el de las últimas lluvias, cuando el agua corría por una deteriorada cubierta y salía por todas partes. Es que no solo se encuentra con el enemigo de la burocracia, sino el de la colonia de palomas que habita en sus tejados. Los llena de suciedad, excrementos y al final acaban atorando los desagües, además de otros deterioros. Aquí no se acaba ni con las palomas, que ya hubiese sido bastante beneficioso en estos quince años de manos cruzadas de la Administración autonómica.

En febrero de 2006 el Ayuntamiento de Huelva hace entrega al nuevo ente público andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos del anteproyecto realizado por la Gerencia Municipal de Urbanismo y que firma uno de sus arquitectos, Francisco Vallejo. El documento incluye levantamiento topográfico de la parcela y planimetría del edificio, dos propuestas de intervención con sus correspondientes estudios económicos; resultado de estudio patológico, la redistribución de espacios, accesibilidad y todo lo que necesitaba para modernizar sus instalaciones. Al final el proyecto acabó en un cajón y no se ejecutó la reforma prevista para 2006 cuando cumplía su 150 aniversario. En 2008 se destina una partida de 2,8 millones de euros para el instituto; sin embargo nada se hace y se anuncia otro retraso hasta 2010.

Hay un nuevo vacío y en noviembre de 2014 la Junta de Andalucía vuelve a anunciar una nueva partida, se consignan 8,25 millones de euros destinados a la reforma, cuando se contaba aún con el anteproyecto del Ayuntamiento de Huelva.

Al final, nada de nada. Volvemos hasta febrero de este año y de nuevo el contador otra vez a dar vueltas y no se sabe cuándo van a comenzar las obras, cuando todo da a entender que este curso era el de las reformas del edificio. Ni tampoco está previsto cómo se impartirán las clases mientras duren las obras ni el tiempo que invertirán.

La verdad es que con actitudes como las que se muestran hacia el Instituto La Rábida, por lo que significa como centro educativo y edificio patrimonial, es para tener muy claro que en Huelva no nos echan cuenta para nada.

Los chavales en la República tomaron partido e hicieron un poco de ruido para que en 1933 concluyeran las obras del instituto. Es lo que en los años veinte del siglo pasado decía un gran pedagogo como es Manuel Siurot, no nos echan cuenta porque no les hacemos que les duela la cabeza. Aquí parece que todos están muy tranquilos pasando las hojas del almanaque y van por 15 años.

Al final, 160 años y estamos igual. Al IES La Rábida nadie le echa cuenta, parece como si la historia se volviera a repetir. Desde su creación en 1856 estuvo dando vueltas por la ciudad, de sede en sede: el convento de San Francisco, la calle Puerto, convento de la Merced, Carretera del Odiel, Méndez Núñez,hasta que todos se empeñan en una sede digna y se proyecta un edifico propio en El Conquero. Una idea que nace en 1927 y que no es realidad hasta el curso 1933-34.

Lo diseña el arquitecto José María Pérez Carasa, una de las construcciones más emblemáticas y monumentales de la ciudad; sufragada por la Diputación provincial e impulsada por los presidentes Félix Andolz (profesor de Filosofía del instituto) y Juan Mascarós (empresario de la ciudad). Paralizado todo, fueron necesarias las movilizaciones de los estudiantes, que en 1932 reclaman la apertura del instituto. Se consigue gracias a la aportación decidida de Amor Sabrás, que fuera catedrático de Matemáticas del instituto y primer alcalde republicano de Huelva. Aunque solo estaba habilitada la primera planta, habría que esperar hasta los años cincuenta del pasado siglo para que se completaran las obras.

Hoy continuamos esperando, no es una cuestión estética, es para nuestros chavales, para que estudien como ellos se merecen.

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