La temperatura media del agua del mar de este mes de julio de 2023 en el litoral onubense ha batido un récord en este siglo. Según los datos recogidos en la página oficial de Puertos del Estado, el medidor situado en la boya del Golfo de Cádiz y que sirve de referencia para todos los puntos de la costa de Huelva, aunque cada playa pueda tener una peculiaridad concreta, la temperatura ascendió a los 23,75 grados de media, la más alta registrada en este mes desde la serie histórica iniciada en 2001.

Sólo hay tres meses en estos 23 años que han superado esta cifra. El récord está en el mes de agosto de 2010 con 24,31 grados de temperatura media del agua del mar. Le sigue septiembre de 2006 con 24,12 y agosto de 2009 completa el podio con 23,89 grados. La media del resto de meses de todo el año está por debajo.

Desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) señalan que los veranos de 2009 y 2010 fueron “especialmente cálidos” aunque precisan que la temperatura del mar no sólo depende de la temperatura ambiente, sino también de las corrientes marinas, sobre todo en la zona atlántica, y de menor incidencia en el Mediterráneo.

La serie histórica de la media de la temperatura del mar en el Golfo de Cádiz sería la siguiente. A principios de siglo se registraron 19,52 grados en 2001. Hasta 2010 las siguientes medias fueron de 21,25 grados,; 20,18; 22,19;23,43;23,07;21,76; 20,38; 22,17; y21,94 grados .

Tras un comienzo alto en 2011 con 23,14 de media en julio, descendió al año siguiente hasta los 19,14 en 2012, no volviendo nunca a alcanzarse una temperatura por debajo de los 20 grados hasta la fecha. La serie en esa década continuó con 22,35 en 2013;22,46; 22,74; 23,09; 22,73; 20,53;20,80; y23,03 en 2020.

En los últimos tres años ha ido siubiendo progresivamente de los 21,19 de 2021 a los22,76 en 2022 y los actuales 23,75.

Sólo en los años 2020, 2016, 2006 y 2005 se superaron los 23 grados de media.

El incremento de la temperatura media del mar tiene efecto sobre la fauna, siendo uno de ellos muy evidente en la costa onubense como son las medusas, especialmente presentes este año en el litoral de Huelva.

Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, hay dos factores que pueden ser decisivos en el aumento de las medusas: la climatología y la sobrepesca.

Las medusas tienen períodos de aparición estacional y en las aguas españolas la época de máxima abundancia se sitúa entre el comienzo de la primavera y el final del verano, permaneciendo el resto del año en la mayoría de las especies en forma de pólipo en el fondo o de huevos de resistencia en el plancton.

La producción de medusas es muy variable, por lo que fluctúa mucho de un año a otro aunque en las especies mediterráneas suele coincidir con los inicios de la primavera. Su presencia en las playas, así como su abundancia, depende de determinadas condiciones meteorológicas: lluvias, vientos y corrientes marinas.

La disminución en el régimen invernal de lluvias y el aumento de la radiación solar parecen estar relacionada con el aumento de medusas en la época estival en las playas. Este fenómeno favorece que en las aguas litorales se produzcan menos aportes de aguas dulces continentales, con lo que la diferencia de salinidades entre las aguas costeras y las de mar abierto -zonas de producción de las medusas- es menor, y, en consecuencia, su acercamiento a la costa por los vientos no se ve limitada por una menor densidad del agua que afectaría negativamente en su flotabilidad.

Asimismo, los factores climáticos que influyan en el aumento de la temperatura costera serán causa indirecta del aumento de medusas; si el agua costera tiene una temperatura distinta a la de mar abierto, las corrientes superficiales encuentran grandes dificultades en arrastrar los enjambres de medusas hacia la costa, pero cuando presentan temperatura similar, son arrastradas en pocos días.

La sobrepesca es otra de las causas más probables del incremento de las poblaciones de medusas pero no de que lleguen más frecuentemente a nuestras costas. Su efecto más inmediato es el drástico descenso de las poblaciones de peces. Dado que peces y medusas compiten por el mismo alimento del plancton, la disminución de sus competidores favorece el desarrollo de las poblaciones de medusas.