Huelva

Huelva barrio a barrio: La Merced, el sabor de la "Huelva más choquera"

La catedral de La Merced

La catedral de La Merced / Rafael García Rebollo (Huelva)

El barrio de La Merced es considerado por muchos como uno de los "más choqueros" de la ciudad de Huelva. La catedral y el antiguo convento, hoy convertido en Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo de la Universidad de Huelva, aportan un matiz especial a un lugar con la más pura esencia de Huelva y una incesante vida comercial.

Muy pocas zonas de la capital pueden presumir de tener una historia tan antigua y tan rica como la de este barrio, que es visita obligada de turistas y visitantes. A un solo paso del centro, en la actualidad se presenta como un espacio para vivir con comodidad, contando con multitud de comercios, bares y establecimientos en sus calles colindantes.

Aunque el tesoro más preciado lo conforman el conjunto monumental de la catedral de La Merced y el antiguo convento de los frailes mercedarios, incluidos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC) . El viejo edificio levantado en el siglo XVII y reconstruido en el XVIII, a consecuencia del terremoto de 1755, se remodeló en 1991 para convertir sus espacios en aulas universitarias. Los destinos de este edificio desde que en 1835 quedó abandonado por la desamortización de Mendizábal fueron diversos, convertido en cuartel en 1842. Llegó a ser la sede de la Diputación Provincial que lo adquirió en propiedad, así como sede del Instituto de Segunda Enseñanza. Hoy en día, los alumnos de la Facultad siguen llenando de vida la zona, donde disfrutan tras las clases en el quiosco que dinamiza, desde hace dos años, la emblemática plaza que será remodelada próximamente. 

Con todo, quienes habitan o trabajan en el barrio, recuerdan con añoranza el gran ambiente que lo llenaba de vida hace años. Llegó a ser el epicentro de la fiesta nocturna desde finales de los 90 hasta hace una década. Ahora, aunque la afluencia de jóvenes continúa, nada tiene que ver con lo que una vez fue.

"Cuando la carrera de Derecho dejó de impartirse en la Facultad de La Merced y llegó la pandemia, el ambiente universitario fue decayendo. Sigue habiendo movimiento, sobre todo, de Erasmus y universitarios, pero mucho menor", cuenta Alejandro, el conserje. 

Desde el pequeño quiosco que preside la plaza, Coraima, mientras sirve una hamburguesa a dos estudiantes, cuenta que, contra todo pronóstico, el negocio se sigue llenando gracias a la vida universitaria. Está contenta, porque abrió el local tras la crisis sanitaria y hasta ahora, la zona "la ha tratado bien". Sin embargo, se muestra preocupada porque, dice, no sabe qué pasará cuando el Ayuntamiento decida comenzar con las obras de reforma de la plaza principal.

Justo enfrente, Juanma pone cafés a tres onubenses en la terraza del Saxo. Es uno de los pocos bares originarios del barrio que ha resistido a los vaivenes del tiempo y sigue siendo todo un éxito en las noches del fin de semana. Abrió sus puertas a principios de los 90 y, desde entonces, sigue siendo uno de los locales referentes.

Como referente es el viejo edificio de la Gota de Leche. Desde 1923 a 1986 funcionó como Instituto Municipal de Puericultura y Maternología de Huelva. Su misión era la sanidad, educación y caridad, beneficiando especialmente a las familias más necesitadas de la ciudad. Abandonado posteriormente, en 2002, tras su rehabilitación, era abierto al público para destinarse de nuevo a los vecinos de menor edad de la ciudad; nacía la Casa de la Juventud. Hoy, centro social dependiente del Ayuntamiento de Huelva.

Y al final de la calle, casi en la esquina, también se ubica otro emblema. Ortopedia La Merced. Con un letrero que refleja la historia que lo rodea, sus décadas de recorrido en la zona convierten este establecimiento en parte de la fisonomía de la calle. 

Al igual que la pizzería de Manuel Clemente. El Camilo de La Merced, que a día de hoy sigue cautivando a vecinos y visitantes, es uno de los más antiguos de cuantos quedan abiertos en Huelva. Fue la empresa pionera en repartir a domicilio y su propietario trajo el primer Kebab a la ciudad. También fue de las primeras en traer la pizza a la capital. Un negocio con el que consiguió romper moldes y popularizar este plato italiano, hasta el punto de marcar un antes y un después en el sector de la restauración onubense. "Cuando abrimos el restaurante apenas existía la pizza en Huelva. No era como ahora que te encuentras una pizzería en cada esquina. Una de las cosas que me hizo gracia por aquel entonces fue que a las mujeres les costaba decir la palabra pizza. Era algo cómico que escandalizaba al pronunciarse, ya que el sonido que se hacía era similar al de una che. Era algo que entonces llamaba la atención", recuerda Clemente, el propietario.

Y al límite con Las Colonias, pero engrandeciendo aún más el nombre del barrio mercedario, se ubica la singular Plaza de toros de Huelva. Inaugurada el 5 de septiembre de 1902 con un cartel integrado por Miguel Báez Quintero Litri y Machaquito, fue restaurada y reinagurada por última vez el 29 de julio de 1984 con Miguel Báez Espuny Litri -que reaparecía para la ocasión-, Curro Romero y Pepe Luis Vázquez. La remodelación, que se realizó en tiempo récord, incluía una ampliación de 4.500 plazas, por lo que el aforo se amplió a unas 10.000 localidades. En la actualidad, Huelva disfruta en su plaza de toros de una Feria consolidada en la que participan las grandes figuras del toreo y las ganaderías punteras del momento.

Un barrio que ha sido criticado por actos vandálicos como oleadas de robos en algunos momentos. Centro neurálgico de la marcha onubense, en otra época. Criticado por algunos y amado por muchos otros. Pero, que, pese a todo, conserva la esencia de la "Huelvanía más pura", con iconos comerciales, emblemas del turismo, una incesante vida universitaria y un matiz "añejo" que enamora.

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