Hidalgo realiza un recorrido por la vida cofrade de Ayamonte

El anuncio de la Semana Santa se produce en un día tan especial como el Domingo de Señas

A Francisco Hidalgo le acompañó en su pregón la cruz de guía de la Lanzada.
A Francisco Hidalgo le acompañó en su pregón la cruz de guía de la Lanzada. / Tapi

Ayamonte/Con el Teatro Cardenio presidido por la cruz de guía de la Lanzada y completamente abarrotado, comenzaba un año más el pregón oficial que organiza la Agrupación de Cofradías y que contó con la participación musical de Cañada, amigo del pregonero, que interpretó al principio la marcha Cristo de las Aguas y al final el himno nacional.

Comenzaba pasada la una de la tarde, y fue su compadre y amigo José Antonio Guerrero el que presentó al pregonero, con palabras llenas de admiración, cariño y recuerdo del paso del tiempo, desde hace mucho, de Francisco Hidalgo por la Semana Santa de su pueblo.

Seguidamente, comenzó el pregonero a desgranar de manera admirable cada uno de los pasajes de la muerte y resurrección del Mesías.

En primer lugar hizo un esbozo de lo que significa para los lugareños el Domingo de Señas y el recorrido desde el Socorro hasta el Salvador, por la mañana y recogida nuevamente por la tarde, cosa que no comprendía cuando pequeño y que al cabo del tiempo lo entendió de la mano de su abuelo materno, y escuchando la saeta que cantaba Gaspar, que deleitó a todos los presentes en directo.

Metido de lleno en el desarrollo del pregón en los siete días del procesionar por las calles ayamontinas, el pregonero explicó, y se fue quitando, las tres medallas que colgaba en esos momentos en su cuello. La primera la de la Hermandad del Rocío, que cuelga en la habitación de su padre, fallecido no hace mucho tiempo, y que fue fundador de dicha hermandad. La segunda la de la Virgen de las Angustias, de la que se hizo fiel amante por enseñanza de su madre que compartía lugar privilegiado en el pregón, y de cuya hermandad fue miembro activo de su junta de gobierno y, por último, la medalla de la Hermandad de la Lanzada, que es la que tiene su hijo y de la cual recibió de su progenitor tal enseñanza que para él era como vida eterna.

Poco a poco y reafirmando su fe a través de la palabra, Paquito Hidalgo, como cariñosamente se le conoce en su ciudad, fue desglosando los momentos que vive Ayamonte en el paso de sus imágenes. La Virgen de la Salud, el Cautivo, el Cristo de las Aguas, el Pasión, el Caído, Padre Jesús y María Santísima del Socorro (escuchándose el golpe de las horquetas que lleno el teatro de emotividad), el Descendimiento, del cual es él costalero, la Soledad y el Resucitado; fueron reseñados de tal manera que las lágrimas del pregonero y de los presentes se hicieron palpables.

Posteriormente, Francisco Hidalgo hizo un recorrido por el vivir de Ayamonte en su Semana Mayor. De la participación de todo el pueblo por celebrar la pasión, muerte y resurrección del Redentor por las principales calles de la ciudad. Invitaba a todos sus paisanos a vivir con verdadera fe los misterios que pregonaban cada una de las hermandades de penitencia.

Por último, y como comenzaba, se fue colocando las tres medallas con palabras tan llenas de fe, esperanza y amor que el público puesto en pie le tributó un aplauso que duró bastantes minutos.

La presidencia la ostentaba el párroco de las Angustias y superior de los padres paúles, padre Sergio, así como el alcalde de la localidad, Alberto Fernández; la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Pilar Carro; y la secretaria del órgano cofrade, Manoli Carro.

Con el Domingo de Señas, Ayamonte abrió el pórtico de la Semana de Pasión y Resurrección de un pueblo cofrade como es el de Ayamonte.

stats