El Gobierno admite diferenciar el cerdo ibérico puro del cruzado

El proyecto de Norma de Calidad introduce en el etiquetado de los productos cárnicos el porcentaje genético de raza porcina ibérica · El sector andaluz se declara satisfecho a medias y pide mayor claridad

Una piara de cerdos en una finca del Andévalo onubense.
Raquel Montenegro / Huelva

06 de diciembre 2012 - 01:00

El sector del ibérico andaluz gana una batalla. La Norma de Calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibéricos introduce algunos cambios que responden a las reivindicaciones expresadas por los ganaderos andaluces y por la propia Junta de Andalucía. El principal, la diferenciación del cerdo ibérico y el cruzado, estableciendo con un porcentaje (que tendrá que aparecer en el etiquetado) el grado de pureza genética del animal.

Así lo recoge el proyecto de Real Decreto que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente enviaba el pasado lunes a las comunidades autónomas. El Ministerio inició hace ya meses la redacción de una norma que sustituyera a la actual, vigente desde 2007, que no contentaba al sector y que, según reconoce el propio Ministerio ha producido desajustes e induce a confusión en el consumidor. En octubre presentaba un primer borrador, en el que se seguía denominando ibérico al cerdo procedente de cruce con la raza duroc y que disgustaba profundamente al sector en Andalucía, puesto que era radicalmente diferente a lo comprometido meses antes por el ministro Arias Cañete. Después del proceso de alegaciones, el Ministerio vuelve a cambiar la redacción de la norma, aunque en este caso de forma favorable a las pretensiones andaluzas: se reflejará en el etiquetado de los productos el grado de pureza del cerdo.

La nueva propuesta simplifica las categorías de los productos ibéricos. Así, habrá sólo dos tipos de designaciones de los cerdos por alimentación y manejo y tipo racial: "de bellota % ibérico" y "de cebo % ibérico". En el primero de los casos se incluirán los productos de animales alimentados directamente en la dehesa, sin aporte de pienso suplementario. En el segundo se incluirán los cochinos cuya alimentación se ha basado fundamentalmente en piensos y en algún caso en otros recursos de la dehesa. En esta segunda categoría se da la posibilidad de denominar cebo de campo a aquellos cerdos criados en extensivo.

En ambas categorías será obligatorio establecer el porcentaje genético de raza porcina ibérica del cerdo: 100% cuando provenga de hembra y macho 100% ibéricos, 75% cuando el padre provenga de padre 50% duroc, y 50% ibérico si el macho es 100% duroc. El porcentaje mínimo será el 50%. Todo ello justificado un certificado oficial de pureza racial.

Esos cambios se trasladarán como no podía ser de otra forma al etiquetado, caballo de batalla del sector andaluz. Así, en las etiquetas, albaranes, facturas o publicidad deberá figurar la denominación de venta de los productos según lo establecido en la norma y no se podrá incluir en ellas nombres, logotipos o imágenes que hagan referencia a una designación racial o de alimentación que no corresponda. El Ministerio quiere acabar con la confusión del consumidor, perdido entre los patas negras, jamones de Jabugo y jamón serrano que inundan las tiendas: se reservan las menciones pata negra, dehesa y montanera a los jamones de bellota. Y se prohíbe el uso de los términos recebo e ibérico puro.

Con esta diferenciación, el departamento de Miguel Arias Cañete se acerca a la postura andaluza y se aleja de la reclamada por la patronal nacional Iberaice, que agrupa a industrias especializadas en producción intensiva. La polémica es inevitable, igual que lo ha sido a lo largo de la elaboración del borrador: de hecho han sido los intereses encontrados los que han retrasado la reivindicada modificación de la norma.

En el lado andaluz, abanderado por el sector de Huelva y Los Pedroches (Córdoba), hay satisfacción por el cambio aunque éste no se considera suficiente. La victoria no es completa, puesto que las organizaciones empresariales reivindican también que se denominase cruzados a los cerdos que no fuesen 100% de raza ibérica, que se elimine la categoría cebo (piden que se hable de pienso) además de reclamar que se diferencie explícitamente entre el cerdo criado en extensivo (en la dehesa) y en intensivo.

No obstante, según explicaba ayer el presidente de la Denominación de Origen Jamón de Huelva, Guillermo García-Palacios, el sector está "contento, porque este borrador va en la línea de decir la verdad al consumidor. No es el ideal pero sí es mejor que lo que teníamos". El presidente de la DO insiste en pedir mayor claridad aún a la norma estableciendo en la etiqueta de qué raza es el resto del porcentaje genético del cerdo que no corresponde al ibérico o separando claramente también en el etiquetado el ibérico extensivo e intensivo, "no es lo mismo criar al cerdo en la dehesa que en una nave".

Todas estas cuestiones serán reclamadas en el nuevo plazo de observaciones que se abre ahora, en el que esperan que haya pocos cambios. También se introducirán dos preocupaciones de los empresarios andaluces: que el etiquetado responda efectivamente a las características del producto y que "se controle al controlador", es decir, que se vigile que las comunidades autónomas, que son las que tienen que examinar el cumplimiento de la norma, lo hagan efectivamente, "no vaya a ser que alguna haga la vista gorda".

Al final, de lo que se trata, explica el secretario general del CRDO Jamón Valle de los Pedroches, Juan Luis Ortiz, es de que "se le diga la verdad al consumidor, para que tenga toda la información y puedan decidir". Ortiz reconoce que el Ministerio "está dando pasos difíciles" pero que tiene la obligación de hacerlo para evitar "la muerte" del sector tradicional ligado al cerdo ibérico de bellota de dehesa. Un sector que en los últimos tres años ha visto caer la producción de ibérico de bellota en España en un 26%, mientras que la producción de intensivo ha aumentado en un 34%. Más grave aún es el descenso de la producción de ibérico puro de bellota en Andalucía, de un 70%.

La propuesta de norma del Gobierno ha recibido duras críticas de la patronal Iberaice (agrupa 330 empresas de 13 regiones), que avisa de "consecuencias económicas catastróficas" para las industrias. "Si en la denominación de un producto se pone que es un jamón 50 % ibérico, el consumidor pensará que se trata de algo distinto a lo que ha conocido durante toda la vida", señalaron ayer las fuentes consultadas por Efe, que consideraron que la propuesta del Ministerio sería como obligar a las bodegas a indicar que se trata de "un vino 50 % Rioja".

Para la patronal de la producción a gran escala el último borrador responde "al cien por cien a las pretensiones de Andalucía, que lo único que quiere es desprestigiar todo lo que no es ibérico puro", denuncia Iberaice, que concluye que el texto "no tiene lógica y es de cuestionable legalidad".

Para el responsable sectorial de UPA, Antonio Prieto, la propuesta del Ministerio "no aporta transparencia ni claridad". Para el director gerente de la interprofesional Asici, Andrés Paredes, "debe mejorarse el sistema de control", mientras que la directora técnica de la Asociación Nacional de Criadores de Porcino Selecto (ANPS), Esther Prieto, se congratuló de que los animales de la raza duroc deban figurar en libros genealógicos.

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