Huelva

ETA se encela de la fama de Al Qaeda

  • La banda atentó contra la recién estrenada Terminal 4

En los últimos años, las dimensiones y la magnitud internacional de los atentados yijadistas cometidos en Estados Unidos, España y Reino Unido acabó por sofocar prácticamente el protagonismo de la banda terrorista ETA, muy debilitada además por la feroz campaña policial a un lado y otro de los Pirineos.

Los violentos autóctonos habían hecho numerosos intentos por atraer la atención del público, por las buenas, con treguas e intentos de negociación y por las malas, porque ETA seguía matando, aunque ya no tanto como antes.

El 22 de marzo la banda anunció un nuevo alto el fuego que desembocó en conversaciones con el Gobierno y más tarde, en los Acuerdos de Loyola. Pero ni todo el talante del mundo pudo evitar que el 30 de diciembre ETA tratara de emular a Al Qaeda con un efectista atentado contra la flamante T4 de Barajas, que acabó con la vida de dos personas.

Unos meses antes, el miedo a los asesinos yijadistas había vuelto a sobrevolar España ante lo que, al final, resultó ser un trágico accidente. Una unidad del metro de Valencia descarriló en una curva y dejó 43 fallecidos. La ciudad tendría que recuperarse a pasos de gigante para acoger, tan sólo cinco días después, el V Encuentro Mundial de la Familia, con la presencia del papa Benedicto XVI.

El mundo del arte y de la música española perdió a dos de sus más importantes figuras en 2006. El 25 de marzo falleció Rocío Dúrcal y más tarde, el 1 de julio, lo hizo Rocío Jurado, ambas de cáncer, mientras otra cantante, Isabel Pantoja, mantuvo entretenido al país con su drama particular: su pareja, el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, fue detenido en julio en la segunda fase de la operación Malaya.

El año acabó con la imagen de la muerte de Sadam Hussein en la horca.

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