Cruz inicia el frenético curso político electoral bajo el paraguas de la Edusi
Con los grandes proyectos cofinanciados por Europa a punto de arrancar, los presupuestos que ejecutar y la activación del nuevo PGOU, el último año del mandato tiene diversos retos pendientes

Huelva/La cuesta de otoño se presenta frenética en la Gran Vía. En el nuevo curso político municipal que se abre, los socialistas buscarán dejar su impronta en la ciudad para revalidar así la Alcaldía ante una oposición que, hasta el momento, prácticamente se lo ha puesto en bandeja.
Por delante queda la ejecución de los ansiados proyectos estrella de la Edusi, así como un presupuesto propio aprobado que ejecutar. Pero también hay retos de peso pendientes de verse cumplidos, como la consecución de fondos para los estudios del comité de expertos de los fosfoyesos, el anhelado acercamiento de la ciudad a la Ría o el inicio del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad.
Cada movimiento constará en el expediente. Por mucho que el alcalde, Gabriel Cruz, señalase ayer que las próximas citas con las urnas no marcarán el día a día de su gestión, ni tampoco determinarán las razones y objetos de su preocupación, compromiso y responsabilidad, es evidente que el nuevo curso estará inevitablemente marcado por las convocatorias electorales: las municipales y europeas serán en mayo, aunque previamente, parece que antes del nuevo año, serán las autonómicas.
El cambio en la fisonomía de la capital al que aspira el equipo de Cruz puede allanar a los socialistas un camino cuyo tránsito ya se inició hace meses con algunas actuaciones que están en marcha. Pero el proyecto de más envergadura de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado de Huelva está por arrancar en breve.
Así, junto a la mejora de la Fuente Vieja y a diversas actuaciones en barrios de la capital, la rehabilitación de todo el entorno del Santuario de la Cinta (en la que se invertirán 1,6 millones de euros, de los que el Ayuntamiento aportará 325.000 y el resto son fondos europeos) será una de las iniciativas de mayor calado de los próximos meses.
Más allá del paraguas de Europa, la ejecución de las partidas presupuestarias propias (las cuentas para 2018 fueron por fin aprobadas en agosto) supondrán inversiones para la ciudad, con 20 actuaciones entre las que destacan la rehabilitación del Cuartel de Santa Fe (para el inicio hay consignados 875.000 euros) o la primera fase de la peatonalización de la calle Palos, que se iniciará con peatonalización de los laterales del Ayuntamiento, las calles Arcipreste González García y Cardenal Cisneros, a lo que el Ayuntamiento destinará de 464.711 euros.
No obstante, al margen de las actuaciones puntuales previstas, uno de los grandes desafíos será el inicio de la revisión de un planeamiento urbanístico para consolidar y compactar la capital, para lo que el Consistorio ha reservado una partida de 300.000 euros.
El PGOU vigente fue aprobado en 1999 y ha sobrevivido durante ese tiempo, hasta cumplir la mayoría de edad el pasado año, gracias a las numerosas modificaciones puntuales que se han efectuado. Este plan de la era Rodri buscaba acercar la ciudad a la ría mediante la transformación de Pescadería y Marismas del Odiel, la construcción del Polígono Agroalimentario, la expansión de la UHU mediante una cesión de suelo, el Parque Moret como el gran pulmón verde, la recuperación de casco histórico, la conexión de barriadas y su vertebración y la recuperación de un millón de metros cuadrados en Ensanche Sur, con el consiguiente traslado de la estación de Renfe a la altura de El Punto.
Ahora, 19 años después y a las puertas de la salida de una crisis que truncó muchos planes, la filosofía es otra y pasa por consolidar y vertebrar, y no tanto por expandir. Se trata de rehabilitar las zonas degradadas del casco urbano preexistente y mejorar lo que hay en lugar de crear sectores nuevos.
Por delante, en cualquier caso, quedan tantos proyectos y aspiraciones que, según aseguró Cruz, no piensa en otra cosa que no sea "el interés de los ciudadanos y el futuro de Huelva sin descuidar su presente".
Los cabezos: el equilibrio entre el crecimiento y la idiosincrasia
El hecho de que el Ayuntamiento no haya respondido al requerimiento que el Defensor del Pueblo Andaluz le hizo en julio, cuando le pidió información sobre el plan urbanístico del cabezo de La Joya tras admitir a trámite una queja planteada por el Círculo Patrimonio Cultural, es una circunstancia, en palabras del alcalde, "no deseada, no provocada y no prevista". Así lo señaló ayer Gabriel Cruz, quien apostilló que la petición será atendida inmediatamente. Por otra parte, el regidor apuntó que, una vez transcurrido el periodo de exposición pública del proyecto y, una vez presentadas las alegaciones pertinenentes, todas ellas serán atendidas "con absoluto rigor y sensibilidad". A juicio de Cruz, "los cabezos forman parte esencial de la idiosincrasia de Huelva, pero desde luego nadie los queremos ver como está, por ejemplo, el de la Joya". Bajo su punto de vista, entre el cero y el cien hay una gama amplísima, y hay un PGOU de 1999 (con una serie de derechos de particulares y con actuaciones programadas) que se va a revisar, por lo que "lo importante es encontrar ese punto de equilibrio que nos permita modernizarnos, desarrollarnos, hacer ciudad, crecer, mejorar y ser más accesibles, a la vez que se preserva el patrimonio y y se defiende nuestra historia". En este sentido, el alcalde insistió en que "debemos ser sensibles y cuidadosos con el presente y el futuro de Huelva -que no sólo es para nosotros, sino para generaciones futuras-, preservando siempre los elementos que la definen y su ideosincrasia, pero también procurando las acciones destinadas a su crecimiento, desarrollo, modernización y a que coja peso como ciudad y nos sintamos orgullosos de ella".
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