El sector de la hostelería fija para la tercera fase del desconfinamiento el inicio de su “lenta y progresiva” recuperación, tal y como sostiene el presidente de Bareca, Rafael Acevedo.

La fase 1 de la desescalada no ha supuesto un estímulo para los bares y restaurantes de Huelva y así lo atestigua el reducido número de establecimientos que ha decidido reabrir sus puertas. De este modo, tan solo permanecen abiertos el 10-15% de los asociados a Bareca y el 6% de los negocios de hostelería afiliados al Círculo Empresarial de Turismo.

Entre las razones que justifican la decisión de los empresarios de no abrir sus locales, figuran la inestable climatología y los Ertes, pero, sobre todo, la “inexistente” rentabilidad de la actividad económica, según remarca Acevedo. La inviabilidad económica obedece a las condiciones que la fase 1 impone a los hosteleros, quienes están obligados a limitar el aforo en las terrazas al 50%, por lo que la afluencia de clientes es “tan reducida que apenas se pueden obtener beneficios”, sostiene el presidente de Bareca.

El escenario actual obliga al sector a poner el horizonte en el inicio de la fase 3 –a partir del 8 de junio si se cumplen los parámetros que dicta Sanidad–. En este sentido, desde Bareca aseguran que hasta que el Gobierno central no permita el 75% del aforo en las terrazas y el 50% en el interior del local “no comenzará a haber una mejoría del sector”, si bien es cierto que la recuperación total tendrá que esperar “bastante más meses”, insiste Acevedo.

Con una mayor dosis de optimismo, el secretario del Círculo Empresarial de Turismo, Rafael Barba, espera “una mejor perspectiva con el inicio de la fase 2 –a partir del 25 de mayo–. Sin embargo, Barba reconoce que el sector tardará “mucho” en recuperarse, aunque prevé que los primeros síntomas de mejoría podrían llegar en una semana.

De la mano de la hostelería va el sector comercial, el cual espera que el mayor tránsito de personas por los bares y restaurantes repercuta positivamente en la afluencia en las tiendas. Así lo considera el presidente de Huelva Comercio, Antonio Gemio, quien precisa que “la compleja situación de ambos sectores marca el miedo y la incertidumbre de los onubenses”.

Organización de los productos en una tienda de complementos.

Tras dos meses con las puertas cerradas, el 95% de los negocios comerciales de una superficie inferior a 400 metros cuadrados permanecen abiertos, si bien las pérdidas rondan el 95% al estar las tiendas “paradas”.

El comercio comenzaba la primera fase de la desescalada con “gran ilusión”, pero la escasa afluencia de clientes a partir del martes y el pronóstico meteorológico adverso terminaron por confirmar que los resultados estarían muy lejos de los pronósticos. En este sentido, desde Huelva Comercio se apunta que si se hubiese conseguido “un 50% de pérdidas nos hubiéramos dado con un canto en los dientes”.

De los primeros cinco días de actividad económica, tan solo se salva el lunes, cuando se registró un tímido movimiento en las tiendas –sobre todo, en mercería y complementos–”.

Antonio Gemio señala, así, que la “delicada” situación del comercio es un termómetro de “que la crisis económica en la ciudad es importante”. Por ello, a factores como la limitación del aforo y a la climatología adversa se une el de “la incertidumbre económica”, marcada por el creciente paro a raíz del virus.