Urbanismo

El Colegio de Ferroviarios asegura su futuro con unas obras de consolidación

  • La próxima semana empieza una actuación para salvar el edificio, con zonas muy deterioradas

  • Las tejas y la solería se retirarán pieza a pieza para recolocarse después durante la rehabilitación

Un técnico comprueba el mal estado que presentan las vigas de madera de uno de los tejados del edificio.

Un técnico comprueba el mal estado que presentan las vigas de madera de uno de los tejados del edificio. / M.G.

La actuación prevista para asegurar el edificio del antiguo Colegio de Ferroviarios previa a su rehabilitación comenzará la semana que viene, y será de mayor calado a lo indicado inicialmente por el mal estado que presenta la estructura de la edificación.

Las obras planificadas ahora pasan por el desmontaje de las estructura de forjado y cubiertas del edificio, así como la instalación de un sistema que estabilice los muros de la fachada, el grapeado de las grietas detectadas y la reparación de algunos elementos ornamentales afectados.

El presidente de la sociedad cooperativa Senior Cohousing Huelva, nueva propietaria del inmueble, Pedro Ponce Camarena, asegura que el apuntalamiento de las estructuras previsto no es viable técnicamente ni en términos de seguridad porque “nos hemos encontrado un edificio en peores condiciones de lo esperado”. “Somos los primeros sorprendidos por el gran deterioro existente, aunque más o menos preveíamos que algo así podríamos tener”.

El daño en los dos últimos años, con derrumbe de distintas partes de las cubiertas, ha sido determinante para que se haya acreditado la ruina técnica de las estructuras de forjados y cubiertas.

“La lluvia ha entrado y ha formado lagunas, podrido la estructura y levantado suelos”, cuenta Ponce, quien explica que tras una primera revisión propia, desde Urbanismo se les instó a realizar un peritaje externo del edificio.

Una firma especializada en el diagnóstico de patologías en construcciones, incluidas las de edificios históricos, Elabora, se ha encargado de emitir un informe independiente y detallado del estado del antiguo colegio, que ha desembocado en la necesidad de realizar una actuación de este tipo previa a la rehabilitación que se emprenderá el próximo año para la recuperación del inmueble como viviendas colaborativas a través del proyecto de senior cohousing que está en marcha.

Muestra de la solería levantada por el mal estado que será retirada y conservada. Muestra de la solería levantada por el mal estado que será retirada y conservada.

Muestra de la solería levantada por el mal estado que será retirada y conservada. / M.G.

Pedro Ponce Camarena explica que el informe “es muy exhaustivo y deja claro qué está bien y qué no”. “Se han hecho catas en los muros y los forjados y se ha determinado que es necesario hacer esta obra de urgencia para evitar un destrozo mayor”.

El portavoz de los propietarios lo dice claro: “De no actuar se habría derrumbado el edificio este invierno. Las cubiertas, si se caen por completo, arrastrarían los muros y la fachada se habría caído, no entera pero sí en trozos”, explica, según el análisis realizado este verano por los técnicos.

El teniente de alcalde de Urbanismo, Manuel Gómez Márquez, cuyo departamento ha concedido ya la licencia de obras para la ejecución de los trabajos, responde a este periódico que la actuación trata de “impedir el avance del deterioro existente y proteger un inmueble inscrito en el catálogo de edificios, elementos y espacios de interés de la ciudad con un grado de protección P1 [integral no monumental]”.

Es por la ruina técnica de estructuras de forjados y cubiertas por lo que “su desmontaje es la única solución viable para garantizar la conservación de los valores del inmueble protegido”.

Ese desmontaje que se apunta, aclara Pedro Ponce, “no se trata de una demolición” sino de un trabajo muy cuidadoso mediante el que se van a retirar “una a una” todas las tejas de las cubiertas y las baldosas hexagonales de las solerías repartidas por distintas estancias del edificio formando mosaicos que se van a recuperar en la rehabilitación.

Solería a retirar baldosa a baldosa para su posterior recolocación en la rehabilitación. Solería a retirar baldosa a baldosa para su posterior recolocación en la rehabilitación.

Solería a retirar baldosa a baldosa para su posterior recolocación en la rehabilitación. / M.G.

“Cada pieza se va a retirar, clasificar y conservar con objeto de que se puedan reponer posteriormente. Los tejados mantendrán el color actual con las mismas tejas y los suelos lucirán como antiguamente, sobre todo en las zonas comunes”, cuenta Ponce Camarena.

Desde el Ayuntamiento se deja claro que pese a que el desmontaje es la única solución viable para garantizar la conservación de los elementos singulares del antiguo colegio, se obligará a su reconstrucción mediante sustitución por una edificación estructural y formal idéntica.

El responsable de Urbanismo, Manuel Gómez, considera que la labor que se emprende en unos días, tras la actuación realizada ya para la limpieza y desinfección del inmueble después de firmarse su compra por Senior Cohousing Huelva, constituye “otro paso más en la puesta en valor de este emblemático edificio, con un innovador proyecto que va a permitir recuperar una valiosa edificación de 90 años de antigüedad y una interesante personalidad arquitectónica”.

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