La Catedral arropa otra vez al vía crucis
El Señor de las Cadenas congrega a las hermandades en el acto piadoso que abre la Cuaresma en la calle
Es la primera vez que se conoce que el Señor de las Cadenas sale a la calle en un acto distinto al de su recorrido en procesión del Jueves Santo. Lo hizo ayer presidiendo el solemne y devoto Vía Crucis de las Hermandades de Huelva, que contó con la asistencia del obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, asistido por el cabildo; el presidente del Consejo de Hermandades, Modesto Fernández Jurado; y el hermano mayor, Francisco Lagares; con la junta del Consejo se encontraba Fernando de la Torre, el pregonero de la Semana Santa.
El Vía Crucis de las Hermandades volvió a la Catedral después de que se negara este espacio por la actual junta de gobierno del Consejo como centro para la celebración del acto anual de las cofradías. Se prefieren los barrios. La idea es participar en la evangelización de ellos incluido en la vida parroquia, aunque en los últimos años se ha visto de todo.
Así que en La Merced tocaba, porque el edificio mercedario, además de acoger a la Santa Catedral de Huelva, es parroquia y sus feligreses tienen el mismo derecho a participar del Vía Crucis de las Hermandades. De cualquier forma, mucho le ha costado a la junta de gobierno de Francisco Lagares el que se pudiera celebrar con la imagen del Señor de las Cadenas. Ahora lo ha conseguido cuando dice adiós a sus ocho años de mandato, el mismo tiempo del que se despide el presidente del Consejo, Modesto Fernández Jurado.
El acto conjunto de las cofradías se solemnizó con su salida desde la Santa Iglesia Catedral. La participación, algo más numerosa que en otras ocasiones. A ello contribuyó el celebrarse en medio del Puente del Día de Andalucía el primer lunes de Cuaresma, lo que facilitó la asistencia, por otra parte siempre cuestionada al ser al principio de la Cuaresma y en lunes. Lo que sí resultó clave para el éxito del vía crucis fue la organización de la propia Hermandad de los Judíos.
A esta solemnidad se sumó la música que envuelve de manera muy especial este tipo de actos, llevando a la calle todo el ambiente litúrgico de estos días cuaresmales. De ello se encargó la Capilla Musical Onubense. En esta atmósfera, la Catedral envolvía al Señor de las Cadenas con las cálidas luces de su porche. Un Cristo que vimos sin los judíos que le acompañan el Jueves Santo, ofreciendo ese recogimiento íntimo en un tiempo cofrade especial. De las estampas vividas hay que poner énfasis en el encuentro cercano que ofrecía el Señor de las Cadenas portado en una sencillas y hermosas andas, que son las que llevan a San Roque, Patrón de Lepe, y cedidas para esta ocasión.
En el cortejo se dispusieron las distintas representaciones de las hermandades de Semana Santa y los hermanos de la cofradía, primero los niños junto a la cruz de guía y tras las representaciones de las cofradías, los adultos. El recorrido fue por la Plaza de Merced, paseo de la Independencia, San José, Rui Vélez, Ginés Martín, Vázquez Limón, y de nuevo La Merced. Todos con los cirios encendidos, porque ayer sí había licencia municipal para dejar que gotee la cera sobre los adoquines.
Como novedad de este año hay que señalar que las estaciones no se marcaron con cruces de promesa, sino por las distintas cruces de guía de las cofradías de penitencia alumbradas por sus faroles de salida.
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