Huelva

2020: el año del CEUS

  • Tras liberarse los terrenos, la Junta de Andalucía cree que el proyecto podrá iniciarse antes del mes de septiembre. Lo que hay en juego es una inversión de 30 millones de euros

Aviones no tripulados.

Aviones no tripulados. / H. I.

Las necesidades que tiene Huelva de inversiones es algo que está muy claro, comenzamos el año con la noticia de que la giga factoría de Tesla en Europa pasa de largo de Huelva, que se había ofrecido para albergar el macroproyecto, y acaba en Brandeburgo.

Mientras proyectos que tenemos más cerca, en nuestras manos, dejamos escapar porque lo vamos dilapidando en el tiempo. Es el caso del CEUS, que después de contar con todas las bendiciones el principal problema es que no se ponen de acuerdo los gobiernos central y autonómico. Se dejan escapar posibilidades que se presentan como fuente de riqueza, porque a la hora de la verdad todos hasta ahora se han puesto de perfil.

Lo cierto es que a pesar de este camino difícil parece que ya todo se va encauzando. Eso es lo que ha dicho la delegada del Gobierno andaluz en Huelva, Bella Verano, que confía que el proyecto del Centro de Excelencia de Sistemas no Tripulados (CEUS), impulsado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), se empiece a ejecutar antes de septiembre de 2020.

Esto gracias a que, según la Junta, se ha conseguido desbloquear el proyecto que hasta ahora estaba paralizado en los despachos. Así lo que se necesitaba poner en marcha es la prevalencia del uso científico-tecnológico sobre el forestal de los terrenos donde se ubica el Centro de Experimentación de El Arenosillo (Cedea), a fin de poder avanzar en la desafectación y descatalogación de una superficie marcada como monte público, propiedad de la Consejería de Agricultura. Esto se ha conseguido ahora con la llegada a la Junta del Partido Popular.

Los objetivos son claros, poder iniciar en este año la construcción de un centro único en Europa destinado a ensayos científicos y al desarrollo tecnológico de vehículos terrestres y aviones no tripulados, que complementen las actuales instalaciones del Centro de Experimentación de El Arenosillo.

Hay que destacar que el proyecto CEUS lleva aparejado una inversión de 30 millones de euros y situará a Andalucía en la vanguardia tecnológica del sector de los sistemas aéreos no tripulados.

Desde el PSOE, el presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, ha destacado la importancia que para los municipios de El Condado del proyecto CEUS, porque se estima que serán 250 empleos directos y más de 500 inducidos los que se crearán. Recuerda que es un proyecto impulsado por el Partido Socialista en 2011 y en 2018 le da un nuevo impulso con la firma de un protocolo de colaboración entre el INTA y la Junta.

Está bien que todos presuman de lo que aportado al proyecto, pero es una larga historia que todavía no alcanzó su objetivo que es su puesta en marcha.

No hay que olvidar que el proyecto CEUS se ha visto paralizado por la gran sombra que es siempre Doñana para proyectos de futuro de esta provincia.

Es el momento de no utilizar siempre los mismos argumentos y ver también propuestas de futuro avaladas por quienes piensan que el medioambiente puede ser compatible con proyectos como el CEUS.

No hay que recurrir siempre al lince para no dejar prosperar a esta provincia que no es solo Doñana.

Miguel Delibes, presidente del Consejo de Participación de Doñana decía en estas mismas páginas cuando se iba a cerra el año pasado (H. I. 15-12.2019) que “el lince es especial por lo que arrastra, más que por sí mismo, conservamos el ecosistema del monte mediterráneo con él”. En esa preocupación siempre estuvo esta provincia mucho antes de que se descubriera al lince.

Declaraciones que se producen en el marco de la celebración del 50 Aniversario del Parque Nacional de Doñana; lo que es una buena ocasión para ver lo que ha supuesto más allá de un paisaje y un ecosistema a proteger, donde la provincia de Huelva ha estado, igualmente, a la cabeza en su defensa.

Sin embargo, por ejemplo, la Estación Biológica de Doñana tiene su sede en la Isla de la Cartuja de Sevilla y allí la comunidad científica se puso recientemente en pie cuando se pretendió su traslado a Madrid. Y llevan bastante razón.

La pregunta es si alguna vez a esta provincia, a sus municipios, en este caso a Almonte, se le va a dar su mayoría de edad para albergar centros que continúen dándole prestigio en su suelo que es donde tendría su sentido natural la Estación Biológica de Doñana.

Es tan difícil como que se construya la carretera Norte para comunicar la provincia de Huelva con Doñana. No se puede tener incomunicada históricamente a dos provincias, pero en este caso utilizamos de nuevo al lince, al que sí se le ofrece posibilidades de comunicarse con muchas ideas como pasos soterrados y hasta con puentes.

Pero alguien piensa que es posible la comunicación cuando fuera de esta zona norte es imposible por tanta carretera, a pesar de que alguien esté siempre con el triste contador de los linces muertos. Esta es una realidad que conduce también a ese mini zoo abierto en Doñana para esos linces que tienen que solo pueden vivir en cautividad.

Esta bien que el lince se mueva con libertad en Doñana y que lo haga en otras zonas de España, como lo pueden hacer los ciervos y otras especies.

Lo que no hay que olvidar es la necesidad de comunicación del hombre en el mundo actual. El lince lo que no nos puede es hacernos cautivos a nosotros.

Lo cierto es que en esto también hay que hablar claro. El verdadero problema de la comunicación con Cádiz es que la Junta de Andalucía nunca estuvo por la labor de construir un macro puente que cruce el Guadalquivir por su elevadísimo costo.

Ocurre que llevamos décadas también para comunicarnos por tren y nadie nos echa cuenta, cuando en otras capitales andaluzas estrenaron el Metro y esperan nuevas líneas en poco plazo de tiempo. Es la Andalucía de las dos velocidades.

No se debe olvidar que el proyecto CEUS es un centro de experimentación y certificación de sistemas aéreos no tripulados que, entre otros cometidos, sirven ya para la detección temprana y supervisión de extinción de incendios forestales o para la gestión de emergencias ambientales y de vertidos en la mar.

Ahora que la Junta desbloquea el proyecto CEUS poniendo a disposición los terrenos, se espera también el apoyo del recién estrenado Gobierno central y se cumpla lo que dicen, que a Andalucía siempre le fue bien con un gobierno socialista en España.

Lo cierto es que la Universidad de Huelva puso en marcha titulaciones específicas para lo que conlleva el CEUS, nuestros alumnos se formaron, cumplieron sus objetivos y se esforzaron, con el esfuerzo económico de sus padres.

Los políticos son los que no pueden hacer más ‘la robona’.

Esperemos que este 2020 sea el año del CEUS y no otro cuento chino.

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