La CEA reivindica la industria frente a la "falta de reconocimiento" social
Herrero destaca que es un sector "imprescindible" y critica a los municipios que sólo lo ven como "fuente de recursos inagotable" · Los empresarios se vuelcan con el centro de Befesa en Nerva, "clave" para el Polo
Los empresarios cierran filas en torno a la actividad industrial. Como ya lo hiciera en anteriores ocasiones con la industria química, básica y energética de la capital y su entorno, la patronal visualizó ayer su apoyo a otra actividad muy ligada a aquella, la que desarrolla el centro de residuos industriales de Nerva, con su presencia en el acto de presentación de la declaración medioambiental de Befesa. Un evento que el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) Santiago Herrero aprovechó para reivindicar la importancia de la industria en general y de la química y Befesa en particular, un sector "imprescindible" que adolece de la "falta de reconocimiento" social.
En plena marejada de cifras económicas negativas, con el paro desbocado y entre previsiones de un medio plazo en recesión, el presidente de los empresarios argumentó su defensa en las cifras de la importancia para la provincia de las empresas agrupadas en la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (Aiqbe) de Huelva: "Casi el 10% del PIB, 8.000 empleos directos y 13.000 indirectos". Esa actividad, remachó, necesita la que realiza Befesa en Nerva, que en tantas ocasiones ha sido objeto de polémica y denuncias sobre incidentes en la planta o vertidos de camiones, así como por la oposición municipal a la ampliación de la instalación de almacenamiento de residuos peligrosos y no peligrosos.
A los colectivos que se oponen a la presencia de la planta se dirigió ayer Herrero, resaltando la labor de Befesa al frente más allá de los requisitos legales, "con un esfuerzo que no es conocido y menos reconocido", en un contexto en el que "los incidentes se convierten en norma general" y en el que no existe reconocimiento social. A su lado, el presidente de la patronal onubense, Antonio Ponce, y el gerente de la Aiqbe, Juan Manuel Díaz del Valle, insistían en la misma idea, la de una actividad necesaria no sólo en la actualidad "sino para la futura atracción de otras actividades", destacó el gerente, y la crítica a quienes "se empeñan en que industria y medio ambiente no sean compatibles", en palabras de Ponce.
El acto de apoyo empresarial llegaba el día después de que se conociera el dictamen del Consejo Consultivo de Andalucía (adelantado por Huelva Información) que da la razón a Befesa en su penúltima disputa con el Ayuntamiento de Nerva: el Consistorio le reclamaba 8 millones de euros de atrasos desde 1996, tras actualizar un supuesto canon de residuos, y la empresa alegaba que no debía pagarlos. El Consejo Consultivo, al que acudió el Consistorio, considera que el pago por toneladas de residuos depositadas está establecido en un convenio que no tiene el carácter de contrato administrativo, por lo que no se puede tratar la cantidad a abonar como un canon de naturaleza tributaria.
Lo ocurrido con este convenio es un ejemplo, señaló Herrero, de algo que está ocurriendo en otros ayuntamientos, que ante la falta de liquidez" demandan anticipos de canon u otros anticipos sobre eventos futuros", considerando las actividades económicas instaladas en sus municipios "una fuente inagotable de recursos". En el caso concreto de Nerva, señaló Herrero, el Consistorio "no puede modificar unilateralmente" el acuerdo establecido.
A la espera de saber si el Ayuntamiento de Nerva recurre la decisión del Consultivo (ayer aseguraba que sus servicios jurídicos están estudiando el dictamen), las tensiones entre el Consistorio y la empresa tienen todavía otro hito que afrontar: el contencioso por la denegación de la licencia para el recrecido del vaso del vertedero. El Consistorio minero negó el permiso y el asunto acabó en los tribunales: ahí sigue sin fecha de finalización.
Frente a esta sucesión de conflictos, el presidente de Befesa, Javier Molina, aseguraba ayer que "forma parte de las reglas del juego" y destacó que "trabajamos con la tranquilidad de que estamos haciendo las cosas bien". Pero aún queda un paso por dar: trasladar a la sociedad ese trabajo: "Lo que no tiene sentido", prosiguió Herrero, es que "se le atribuyan a la actividad industrial riesgos que no se basan en fundamentos científicos".
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