La AUGC propone la fusión de puestos para crear grandes comisarías zonales

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Huelva considera que el mapa actual de acuartelamientos de la provincia es propio de una realidad de otra época que dista mucho de la estructura idónea para el siglo XXI. Por este motivo, propone al Gobierno central la supresión de los puestos menores y un trasvase de medios y personal a los más importantes, que se transformarían en una suerte de comisaría zonal que daría servicio durante todo el día a los municipios que se encuentren en un radio máximo de 30 kilómetros.

La AUGC deja claro, eso sí, que esta sugerencia tiene su base en un proyecto inicial que debería desembocar en un estudio en profundidad de las necesidades de cada área en concreto, poniendo especial énfasis en la conflictividad de un determinado municipio antes de concluir "si los guardias civiles pueden marcharse de ese pueblo o no y si es posible eliminar el puesto". Asimismo, en aquellos lugares donde haya casas cuartel, "los guardias podrían seguir viviendo en los pabellones, buscando la fórmula más conveniente para que residieran donde están ahora y prestaran servicio desde las unidades que se mantengan".

Atendiendo a la compañía de Cortegana se conservarían, por un lado, los puestos de Rosal de la Frontera y Encinasola. El primero, por su carácter fronterizo; el segundo, por colindar con Badajoz y "estar muy lejos de cualquier puesto que se pueda crear". Según su propuesta, el núcleo operativo de servicio se establecería en Aracena, que absorbería a todos los efectivos de los puestos Aroche, Alájar y Corteconcepción, de modo que la plantilla aracenense se multiplicaría por dos.

Hay que tener en cuenta que en la actualidad, en los acuartelamientos menores las plantillas son muy limitadas, de modo que "ni siquiera pueden prestar servicio durante las 24 horas". Por ende, abren sólo algunas horas al día y, si se requiere algún servicio fuera de ese horario, "son las patrullas de los cuarteles más grandes las que tienen que acudir" a atenderlo. Con esta reconfiguración propuesta por la AUGC, por ejemplo, desde la comisaría de Aracena se prestaría servicio a todo el área, "estaría siempre abierta, dotada de calabozos, con personal de atención al ciudadano y que instruyera diligencias", además de con más efectivos mejor organizados en la calle.

En la actualidad, concretaron las fuentes consultadas, ya existen patrullas del núcleo operativo que pertenecen a distintos puestos y que recorren otros tantos para mantener la seguridad ciudadana en su ámbito de actuación. "Con la concentración en Aracena se podría mantener el sistema e incluso aumentarlo, porque varios mandos y guardias que ahora no tendrían que hacer servicios de atención al ciudadano en sus puestos -lo que antes se llamaban puertas-" podrían incorporarse como refuerzos de seguridad ciudadana.

En relación a los mandos, la AUGC indica que a día de hoy "no realizan patrullas, sólo vigilan y firman las órdenes de servicio de los agentes, y además disponen de un conductor, con lo que hay que contar con otro guardia menos para patrullar". En este sentido, la AUGC sugiere una reestructuración de la forma de trabajar que se asemeje más a la de la Policía Nacional, "donde inspectores y subinspectores realizan patrullas como cualquier otro policía además de estar al mando de todo el operativo". En su opinión, "los mandos de la Benemérita normalmente se dedican a vigilar a las patrullas o se responsabilizan de algún control de carretera, pero no suelen hacer servicios de seguridad ciudadana", con la excepción de los comandantes de puesto, "que sí hacen algunas patrullas con la concentración".

Continuando en la serranía onubense, la AUGC plantea la permanencia de los puestos de Cortegana (por su importancia) y Santa Olalla del Cala (por su aislamiento), que absorberían el personal y los vehículos de todos los pequeños puestos de su entorno: Zufre, Cala, Cumbres Mayores... El proyecto incluye la supresión del cuartel de Almonaster la Real, "que está muy próximo a Cortegana y apenas cuenta con dos o tres guardias", y el de Jabugo, que "tampoco puede mantener la atención al ciudadano las 24 horas". Esta nueva estructura permitiría "prácticamente doblar" las plantillas actuales de Cortegana y Santa Olalla.

Para la compañía de Valverde del Camino la AUGC formula inicialmente la desaparición de ocho puestos en favor de los cuatro que se mantendrían: Valverde, Calañas, Minas de Riotinto y Villanueva de los Castillejos. Los puestos de Calañas o Valverde "podrían absorber todo el personal" de El Cerro de Andévalo, Alosno y Santa Bárbara, mientras que los de Zalamea y Nerva desaparecerían para unirse al de Riotinto. Por último, los agentes de Puebla de Guzmán, Paymogo, San Bartolomé, Sanlúcar de Guadiana y Cabezas Rubias nutrirían al puesto de Villanueva de los Castillejos, por lo que la plantilla podría incrementarse en "unos 25 o 30 guardias civiles", alcanzando los 40. "Todos los de esta zona son puestos cercanos donde la conflictividad es poca y se puede atender a los municipios con la agrupación de agentes", observa la AUGC.

En la compañía de Valverde ya se utiliza esta forma de trabajar a nivel operativo: una patrulla de uno de los puestos da cobertura a los más cercanos durante ocho horas al día, y los dos restantes más cercanos cubren cada uno otras ocho horas diarias (24 en total). Es el caso de Calañas, Alosno y El Cerro, por ejemplo, según la AUGC. La diferencia con la nueva propuesta del mapa de acuartelamientos está en que "ahora mismo todos esos puestos están abiertos, con sus correspondientes oficiales, conductores y personal de oficina, lo que hace que disminuya la presencia policial en la calle".

Seis puestos de los 13 actuales acabarían conformando la compañía de La Palma del Condado. La cabecera absorbería a los de Villarrasa, Villalba del Alcor, Manzanilla y Escacena, todos ellos a menos de diez kilómetros del núcleo palmerino, lo que supondría un reporte de 30 efectivos más. La AUGC plantea también la posibilidad de unificar los de Hinojos y Bollullos, así como los de Niebla y Rociana, aunque no especifica cuál se convertiría en la sede definitiva, circunstancia que dependerá de la situación de las instalaciones. Almonte, El Rocío y Torre La Higuera (Matalascañas) se mantendrían por su importancia y elevado volumen de trabajo. Este último, además, incorporará en breve a los agentes de Torre del Loro (Mazagón), cuartel declarado en ruinas y cuyo cierre es inminente.

La compañía de Moguer aglutina algunos de los acuartelamientos más importantes de Huelva. Persistirían, pues, los de Punta Umbría, Aljaraque y Gibraleón. El de Lucena del Puerto sí está abocado a desaparecer en favor de los de Moguer y San Juan del Puerto, mientras que se sugiere la fusión de los de Bonares, Beas y Trigueros por su cercanía (juntos alcanzarían los 20 efectivos, "suficiente" para mantener la atención diaria). La AUGC contempla también la supresión del de Mazagón, cuyos agentes pasarían a formar parte del núcleo de Palos de la Frontera.

Por último, en la compañía de Ayamonte se esfumarían los puestos de Villablanca -que aportaría sus agentes a Ayamonte y Lepe- y El Rompido -a Cartaya-. Permanecería activo también el cuartel de Isla Cristina.

Si el Gobierno acometiera la reforma planteada por la AUGC, "todo habría que hacerlo de forma escalonada, a largo plazo para no perjudicar gravemente a los guardias civiles", indica la asociación. Además, sería imprescindible aumentar las plantillas de las unidades donde se iban a destinar a los agentes, dándoles a estos preferencia para que ocuparan esas vacantes una vez peticionadas formalmente. El modelo propuesto ya funciona en Cataluña, donde los Mossos, una vez asumieron las competencias de la Benemérita, instalaron sus comisarías zonales con éxito, ahorrando "luz y agua y optimizando los recursos humanos" existentes. El problema, dice la AUGC, es que "no hay voluntad política para estudiar la propuesta".