Una procesión de la Virgen más fluida marca el balance rociero de 2025

La ampliación del recorrido y el cambio de emplazamiento de la Pontifical de Pentecostés definen un año de evolución en la devoción rociera

Nueva orfebrería embellece la imagen de la Virgen del Rocío gracias a la colaboración de los devotos

Un momento de la procesión de la Virgen del Rocío este 2025.
Un momento de la procesión de la Virgen del Rocío este 2025. / Chemi Saavedra
Chemi Saavedra

El Rocío, 29 de diciembre 2025 - 12:29

Con el año 2025 acercándose a su final, el calendario rociero deja atrás un balance de momentos muy reseñables que ayudan a entender la evolución de una de las devociones más universales de nuestro país. Un proceso que supone, al mismo tiempo, un reto constante para la Hermandad Matriz de Almonte, llamada a adaptar determinados aspectos organizativos sin perder la esencia que define al Rocío.

La Romería se celebró de manera más tardía de lo habitual, ya entrado el mes de junio, y estuvo marcada por altas temperaturas, con máximas que llegaron a superar los 40 grados en los días centrales. Un contexto exigente que reflejó la dureza del camino para hermandades y romeros, y también la capacidad organizativa de los dispositivos del Plan Romero y el Plan Aldea, que continuaron avanzando en medidas punteras destinadas a garantizar el buen desarrollo de esta cita.

Uno de los momentos más significativos volvió a vivirse en la madrugada del Lunes de Pentecostés, a las 2:42 horas, cuando los almonteños volvieron a llevar sobre sus hombros a su Patrona por las calles de la aldea. La procesión, de casi diez horas de duración, se desarrolló de forma más ordenada y acompasada, y dejó una novedad destacable: la ampliación de unos metros del recorrido en la Plaza de Doñana.

Un ajuste que responde a una realidad cada vez más evidente. Con 127 hermandades filiales actualmente, redistribuir espacios se ha convertido en una necesidad para mejorar el flujo de la procesión y facilitar la visita de la Virgen a los distintos simpecados. La ampliación permitió un recorrido más fluido, mejorando la respiración de la procesión y adaptando el trazado a la dimensión actual de esta multitudinaria jornada. De esta forma, la Blanca Paloma alcanzó la esquina de la Hermandad del Rocío de Sevilla para enfilar después hacia la Hermandad de Gines, en un trazado que ya forma parte de la crónica de este año.

Otro de los hitos de esta primavera fue la Pontifical de Pentecostés, que cambió de emplazamiento, con motivo del Año Jubilar de la Esperanza. La celebración se trasladó al paseo marismeño, con la marisma de Doñana como telón de fondo, en lugar del Real. Participaron también las hermandades agregadas con sus simpecados, que junto al de la Matriz y las filiales, sumaban cerca de 150. Ofreciendo una estampa de gran fuerza devocional, reflejo de la dimensión del movimiento rociero.

El balance de 2025 deja también otras citas relevantes en la intensa agenda rociera. Entre ellas destaca la Peregrinación de Jóvenes Rocieros, celebrada en octubre, un encuentro que continúa creciendo en participación y que se consolida como uno de los espacios clave para las nuevas generaciones, reforzando el relevo y la vivencia fraterna de la familia rociera.

El año se cierra así con la sensación de un Rocío que crece y se adapta, pero manteniendo intacta su esencia. Una mirada al presente que sirve también para empezar a pensar en el horizonte de 2026, cuando la devoción rociera vivirá un nuevo momento de especial significado con la Venida de la Virgen del Rocío hasta Almonte, el próximo mes de agosto.

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