La Hermandad del Rocío de Emigrantes puso en marcha el pasado 1 de marzo su proceso para la elección del hermano o hermana mayor de la Romería del Rocío 2025. Para ello, la filial abrió ese mismo día el período para la presentación de candidaturas. Según anunció la corporación onubense, este plazo de presentación permanecerá abierto hasta el jueves 22 de marzo, con horario de atención en la secretaría de la hermandad.

La elección del Hermano Mayor de la Romería del Rocío 2025 se llevará a cabo mediante votación en una asamblea general de hermanos prevista para el próximo 25 de abril. Todos los candidatos presentados serán fiscalizados por la Junta de Gobierno de la Hermandad del Rocío de Emigrantes y contarán con el visto bueno del Director Espiritual. Una vez proclamado el candidato, se remitirá al Obispado para su conocimiento. Pero antes de que ello suceda, habrá que completar el plazo de presentación de candidaturas.

De momento, la secretaría de Emigrantes ha registrado ya la primera de esas candidaturas cuando no se ha cumplido ni siquiera una semana de que se pusiera en marcha este proceso para la futura elección. Se trata de María José Muiño Arroyo que ha dado ya el primer paso para poder cumplir su sueño de ser hermana mayor de Emigrantes en la Romería del Rocío 2025.

La candidata acudió a la sede de la hermandad para presentar su candidatura y lo hizo arropada por sus familiares y amigos. La propia filial ha dado a conocer este hecho a través de sus redes sociales y la publicación acumula decenas de reacciones y de mensajes apoyando la posibilidad de María José Muiño será hermana mayor el próximo año.

Habrá que esperar ahora para comprobar si en los próximos días se registran más candidaturas antes de que se cierre el plazo el próximo 22 de marzo o es ésta la única que cumple los requisitos para su elección por parte de los hermanos.

Según lo establecido en los actuales estatutos, el Hermano Mayor, durante su mandato, participará activamente en la disposición de todos los asuntos relacionados con la peregrinación y la romería anual, en conformidad con la tradición de la hermandad y los derechos y deberes establecidos en el Reglamento de Régimen Interno de la filial rociera.