La aldea de El Rocío es cada fin de semana testigo de la presencia de distintas hermandades que acuden con motivo de su peregrinación extraordinaria y el santuario es el punto neurálgico y lugar de encuentro de todos los devotos que acuden ante la presencia de la Blanca Paloma. Pero el próximo sábado 16 la aldea será noticia por otro motivo que también prevé aglutinar a cientos de personas en las inmediaciones del santuario.

Se trata de la jura de bandera civil que se llevará a cabo frente al Santuario de la Virgen del Rocío, concretamente en el Mirador de la Marisma a partir de las 12.00 horas, y que está organizada por el acuartelamiento aéreo de Tablada (Sevillla) y cuenta con la colaboración activa tanto de la Hermandad Matriz como del Ayuntamiento de Almonte, que han informado sobre la manera de inscribirse para poder participar en este acto.

Las personas empadronadas en Almonte, El Rocío y Matalascañas, podrán presentar su solicitud en el Ayuntamiento de la localidad de manera presencial, a través del Servicio de Atención al Ciudadano (SAC), presentando una copia del DNI. Asimismo, el Ministerio de Defensa ha facilitado este enlace para el resto de personas interesadas.

Para este acto, hay un límite de participantes, concretamente un total de 800. Así lo ha conformado el alcalde de Almonte, Francisco Bella, en un vídeo que ha publicado la administración local en sus redes sociales en las que el regidor hace un llamamiento a la población invitando a que participen en la jura de bandera civil y calificando el acto de “histórico”.

Para participar en la Jura de Bandera civil de El Rocío los interesados tendrán que tener la nacionalidad española y haber cumplido la mayoría de edad. El Rocío se suma a las juras de banderas para civiles que hay previstas el próximo mes de marzo. El acto se desarrollará también en otras localidades como Abanilla (Murcia) el día 3, Ronda (Málaga) el día 9 y Madrid el día 16, misma jornada que la prevista en Almonte.

La Jura de Bandera es una promesa que se hace por voluntad propia para defender los intereses colectivos del país. Según algunos estudios, se trata de un acto que tiene su origen en la Antigua Roma en la que se celebraba una ceremonia para tomar juramento a quien entraba en el ejército. En España existen testimonios de estos actos desde la Edad Media, en tiempos de la Reconquista, en los que mediante el juramento se creaba una relación que no se daba entre el Rey y un súbdito cualquiera, pues el soldado pasaba a percibir del monarca un sueldo y armas y estaba obligado a defenderle a él y a su reino. Con el paso de los siglos, la ceremonia se ha ido adaptando al tiempo actual, pero mantiene su esencia, si bien ya es accesible también para el personal civil.