El paso está más alto y se refuerzan los seis varales
El pueblo de Almonte se muestra muy sensibilizado · Se espera que se vuelva a llevar como antiguamente para evitar las reiteradas caídas en la procesión

El paso de la Virgen del Rocío se ha reforzado este año para evitar que se produzcan incidentes como el del pasado Lunes de Pentecostés, cuando la rotura de un varal obligó a la suspensión de la procesión de la Patrona de Almonte, algo que no había ocurrido en la larga historia de la romería.
Para corregir técnicamente las causas que lo motivó, la Hermandad Matriz de Almonte, nada más concluir la pasada romería y como un proyecto primordial de la junta de gobierno de Juan Ignacio Reales, pasó al estudio técnico y posterior reforma de la estructura interna del paso de la Virgen. Hasta aquí los medios técnicos, lo que sí está muy claro es que la procesión desde esta romería será muy distinta a la de las últimas años, porque hay un factor determinante para evitar los incidentes de rotura y es la participación del pueblo de Almonte en la procesión. Hay una gran concienciación sobre el tema que llevará a recuperar la forma en la que siempre se ha llevado el paso, con ese mínimo de cuestiones fundamentales para que pueda ser gobernado y andar, pese a la avalancha de la multitud que le rodea.
Para la reforma del paso, la junta de Juan Ignacio Reales designó como persona encargada de los estudios del mismo a Miguel Ángel Gallardo, miembro de la junta de gobierno e ingeniero industrial. Se formó una comisión técnica en la que además estaban integrados Juan Antonio Dávila, catedrático de Estructura de la Universidad de Huelva; José María Gallardo, catedrático de Ciencias de los Materiales de la Universidad de Sevilla; Jaime Domínguez Avascal, catedrático de Estructura, y dos ingenieros del sector aeronáutico: Cristóbal León y Antonio Ramírez.
El estudio técnico realizado concluyó lo que inicialmente se pensaba, que no es otra cuestión que la fatiga en el material debido a las presiones a las que se somete durante la procesión. Una pequeña grieta que fue aumentando hasta provocar la rotura del varal al ser degollado en la sujeción con el techo del palio.
Miguel Ángel Gallardo asegura que se detectó con la inspección realizada, una vez desmontado el paso tras la romería, que los otros cinco varales también estaban dañados de alguna forma, lo que aconsejaba el cambio de estos.
Otra de las cuestiones clave en la modificación introducida en los varales está en la sección de acople del varal con el techo del palio, que hasta ahora era menor que la del propio varal. De esta forma, el varal entra más en el palio, con lo cual el ajuste se presume que será mejor para soportar la presión que provocó la rotura.
El material será el mismo que el usado en la modificación del paso en 2003; se sigue utilizando aluminio de alta resistencia que es el utilizado en la aeronáutica, ya que hasta entonces era de acero. Ello se acompañará de una revisión periódica, que será anual tras la romería, para comprobar el buen estado de la estructura interior del paso. Una vez concluidos los trabajos de construcción de nuevos varales se procedió al montaje del paso en los talleres de orfebrería de Villarreal.
Otra de las claves en la reforma del paso que ayudarán a la hora de portarlo y, con ello, evitar la excesivas caídas de los últimos años es el suplemento realizado a las carruchas, de unos 25 centímetros, con lo que el paso de la Virgen siempre estará a unos 65 centímetros de alto. Con ello se consiguen, por una parte, que la Virgen siga estando siempre a una altura por encima de la gente y será fundamental a la hora de levantarlo del suelo, pues de esta forma se facilitará la operación de subida del mismo y, con ello, se reducirán los tirones que, en definitiva, son los que van provocando la fatiga del material.
Igualmente, se alargan los bancos del paso en siete centímetros, lo que, junto a lo que se gana invirtiendo la voluta de la porra que irá ahora hacia arriba, permitiá que entre una persona más por cada uno de los ocho bancos. La porra o final del banco al tener la voluta hacia arriba permitirá que el paso pueda ser gobernado desde aquí, y se podrá tirar de él con más facilidad.
Los basamentos de los varales volverán a su tamaño de siempre; éstos se suplementaron en 2008 para que sólo los más altos pudieran tirar de ellos. Lo que ahora se pretende es evitar la presión que los que tiran del varal ejercen sobre los que van debajo del paso, con lo que podrán respirar mejor. Al poder coger el varal más abajo, el ángulo de maniobra es mayor y ejerce menos presión sobre los portadores evitando así una presión de hundimiento del paso.
A todas estas mejoras técnicas en el paso de la Virgen del Rocío hay que añadir otra fundamental para evitar tantas caídas y posibles incidentes de rotura en el paso. Es el factor humano y por eso se habla de una mayor sensibilidad del pueblo de Almonte en este sentido, que ha ido viendo cómo en los últimos años el paso de la Virgen se ha caído más veces de la cuenta y aunque eso siempre ocurrirá por la forma en sí de la procesión sí es cierto que se lamenta que se produzca tan reiteradamente. Almonte quiere recuperar la forma de llevar el paso de hace años, que se facilite el trabajo de los hombres que van debajo de la Virgen y eso es proporcionando el aire necesario delante del paso y evitar las presiones a la hora de entrar o salir de debajo.
Lo que sí se tiene muy claro es el toque de atención de la Virgen dado el pasado año que ha hecho que se replanteen muchas cosas, no sólo técnicamente sino que manteniendo la procesión en su esencia se mejore situaciones que eviten incidentes desagradables como el de la pasada romería. No hay que olvidar que estos esfuerzos han provocado la rotura del varal, pero lo más importante es la imagen de la Virgen del Rocío que igualmente se resiente con los reiterados impactos de su paso con el suelo.
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