Así se hicieron las nuevas andas de la Virgen del Rocío, la pieza que se ha roto durante la procesión

Procesión de la Virgen del Rocío antes de la rotura de las nuevas andas.
Procesión de la Virgen del Rocío antes de la rotura de las nuevas andas. / Alberto Domínguez

El Rocío/La Virgen del Rocío regresó a su santuario antes de tiempo. Sólo tres horas después del salto de la reja, la Blanca Paloma finalizó su procesión por una rotura en el banco delantero izquierdo de las nuevas andas. Pero, ¿de qué están hechas las nuevas andas?

Las actuales andas procesionales se estrenaron en la salida extraordinaria por las calles de Almonte el pasado 22 de mayo y posteriormente se revisaron para su puesta a punto de cara a la Romería. La disminución del peso, con respecto a las anteriores andas, se ha manifestado con un desarrollo, que ha mejorado las últimas procesiones, desde su salida, hasta el momento del incidente que se está valorando por los técnicos.

El ambicioso proyecto de las nuevas andas de plata que se marcó la Junta de Gobierno de la Hermandad Matriz en el inicio de su legislatura, en 2019, tenía como meta la procesión por Almonte, cuyas características son diferentes a las de El Rocío: calles más estrechas y adoquinadas. Las principales premisas era: reducir el peso e incrementar la seguridad de la Virgen. Objetivos que se consiguieron, a pesar de las dificultades del proceso, en medio de la consabida situación sanitaria.

La reducción del peso es muy considerable, más de un 30% con respecto a las antiguas andas, gracias a los materiales utilizados en su estructura: fibra de carbono y aluminio aeronáutico. La coordinación global de este proyecto estuvo a cargo de la empresa sevillana Inespasa, bajo la dirección de Antonio Ramírez, junto a Cristóbal León y Joaquín Cruz, quienes diseñaron el proyecto técnico de la peana y fabricaron toda la estructura interna de todo el paso. A este equipo, que lleva años trabajando y colaborando con la Hermandad Matriz, se sumaron tres ingenieros industriales almonteños. De ellos, José Moreno, realizó el diseño, el proyecto técnico y el cálculo estructural del palio y las nuevas andas, además del diseño de las nuevas cogidas de los varales; con la colaboración de David Vega y Miguel Ángel Gallardo.

En lo ornamental, una de las novedades era el revestimiento interior del palio, que hasta ahora era en metal y que cambia a una base textil, realizada en espolín de seda, bordado en oro, reproduciéndose el diseño y dibujos de orfebrería del palio antiguo. Un trabajo que fue realizado en el taller de bordados de Fernando Calderón, en Jerez de la Frontera.

La peana fue labrada en el taller sevillano de Ramón León. Bebe de las bases de las andas de la Virgen, de 1934, de Cayetano González, y también de la estética del manto de las Hermandades, de 1957, de Joaquín Castilla, haciendo un guiño a las primitivas andas de Juan de Astorga, de comienzos del siglo XIX. Un estilo rociero consolidado e impreso en la retina de los devotos.

Para ampliar y enriquecer la iconografía del nuevo paso, adaptada al diseño de Ramón León, y las planteadas ya por el artista, se ha contado con la participación del almonteño Manuel Galán, doctor en Historia del Arte y director del Museo-Tesoro de la Hermandad Matriz. El diseño y ejecución del revestimiento exterior del palio, en plata, se llevó a cabo en los talleres de Orfebrería Villarreal. Manteniendo su acabado la impronta en medidas y diseño que ya tiene el actual palio y que se han convertido en un icono reconocible en todo el orbe rociero, enriqueciéndose el dibujo y el acabado de orfebrería.

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