ROCÍO 2020

Emigrantes inicia el camino del Rocío de la Luz

  • Una jornada distinta pero intensamente vivida con multitudinaria ofrenda de flores al Simpecado

  • Los actos culminan por la noche con el rezo de la Salve tras la donación de sangre

Los vivas de José Antonio Ortiz 'Nono' emocionaron a los hermanos de Emigrantes.

Los vivas de José Antonio Ortiz 'Nono' emocionaron a los hermanos de Emigrantes. / CANTERLA

Tamboriles y cohetes sobre el cielo azul de Huelva, abrían la mañana del Miércoles de Emigrantes en el paseo de la Glorieta. Se anunciaba el inicio de un camino de luz, de un Rocío distinto en el que no estaría el Simpecado recorriendo las calles de la ciudad para adentrarse en los caminos.

Este año es diferente, la pandemia lleva a vivir un Rocío distinto. El Rocío de Luz que se iniciaba a las nueve de la mañana con el mismo ardor rociero  de todos los años alrededor del Simpecado de la Cocha peregrina, que se encontraba presidiendo la capilla de la hermandad.

La misa de romeros fue presidida por el capellán José Manuel Barral La misa de romeros fue presidida por el capellán José Manuel Barral

La misa de romeros fue presidida por el capellán José Manuel Barral / CANTERLA

Una celebración que se tuvo que llevar a cabo dentro de las limitaciones que marcan las recomendaciones sanitarias, lo que no le quitó intensidad ni belleza a esta misa de romeros tan especialmente vivida. No habría salida de carretas, pero sí de un nuevo Rocío.

Asistieron a la misa de romeros que ofició el capellán de la hermandad, José Manuel Barral, el presidente de Emigrantes, Inocencio Forcén, y su hermano mayor, José Antonio Ortiz ‘Nono’. Acudió el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz Santana, y la presidenta del Puerto de Huelva, Pilar Miranda; así como la hermana mayor de Huelva, Desirée Márquez.

El acompañamiento musical estuvo a cargo de Mercedes Domínguez y David Carrasco. Una misa que se aplicó por el alma del fundador de la hermandad Juan Gil Zamora, recientemente fallecido.

“Es un miércoles especial para llegar a la Blanca Paloma desde la fe y desde dentro del corazón, debemos estar siempre dispuestos, en camino para que Ella nos lleve”. Así introducía José Manuel Barral a la celebración eucarística en este “miércoles de Pentecostés, el Miércoles de Emigrantes, haciendo el camino con el alma porque Ella nos espera”.

En su homilía recreó una conversación entre la Virgen del Rocío y el Pastorcito, en una de esas mañanas en las que “siempre la Virgen despierta al Niño con besos y caricias”. El Pastorcito pregunta por este Rocío en el que no hubo procesión por Almonte ni traslado hacia la aldea, “una mañana sin cohetes en El Chaparral”. “¿Qué ha pasado para que ahora sea tan distinto?”, se preguntaba.

En este diálogo que narró José Manuel Barral, recordó los sentimientos de la Virgen por tantos rezos y plegarias en estos días, “nos han pedido por sus familias, sus hijos los mayores que son los que más han sufrido por este virus maldito que ha puesto del mundo al revés”. Es por lo que “los rocieros han decido no venir al Rocío, no van a estar  con nosotros por Pentecostés pero van diciendo por todos lados que el año que viene podrá ser”.

El Pastorcito pregunta si los de Emigrantes tampoco vienen, “¿no empezaban hoy su camino?”, pero encuentra la respuesta de la Madre en que “este año estaremos con ellos repartiendo nuestro Rocío por todos los hogares”.

El Pastorcito vuelve a preguntar: “¿Entonces los de Emigrantes no estarán repartiendo su alegría rociera por toda Huelva? ¿No vendrán los peregrinos y no saldrán sus carretas de flores y papelillos, con lo que a mí me gusta que todo se coloree del rojo y del amarillo?”. En un año especial, de “cincuenta romerías, cincuenta rocíos y camino, cincuenta primaveras entre suelos y entre cantes”.

El hermano mayor coloca el Simpecado a los pies de altar. El hermano mayor coloca el Simpecado a los pies de altar.

El hermano mayor coloca el Simpecado a los pies de altar. / HUELVA INFORMACION

Responde la Virgen, en este recorrido de la homilía de José Manuel Barral, que “siempre estarán con nosotros esta gente de Emigrantes, si todo pasa bien y salimos adelante el año que viene estaremos con la Hermandad de Emigrantes”.

“Habéis escuchado a la Virgen, que no teman los rocieros ni sufran los emigrantes, que este año viene así y así hemos de vivirlo”, dijo el capellán. Ahora hay que “saber aceptar la oportunidad  que nos ofrece este Rocío tan distinto, que el Rocío nunca es igual, que todos los años son diferentes, todos los años distintos y siempre como la Virgen lo quiere, es así como hemos de vivirlo”.

Barral señaló que este año “nos da la oportunidad de vivirlo en nuestras casas y que se puedan acercar muchos que no lo conocen, aquellos que nunca han ido al Rocío”.

José Manuel Barral dijo que este año “nos ofrecerá la oportunidad a las hermandades de Huelva y Emigrantes de que podamos vivir el Rocío unidos, que vivamos  el Rocío en hermandad”. Un Rocío con un camino distinto, que  “nos llevará con nuestro Simpecado hasta la hermandad de Huelva y rezaremos juntos el rosario e imaginaremos que estamos en la aldea”.

Mientras que anunciaba ese otro momento especial que se vivirá el lunes por la tarde, cuando “para dar gracias unidos, vendrá Huelva centenaria a nuestra casa y recibiremos su Simpecado al lado del nuestro y nos sentiremos felices”.

Alentaba a vivir estos días y dijo que “no teman, que aunque este año no hay romería sí que hay Rocío”. Un Rocío que no se acaba porque “no hayan peregrinos, que hay que caminar todos los días y hacer el camino unidos, que el Rocío no se acaba aunque no haya un Simpecado en una carretera de plata, que sigue habiendo hermandad cuando estamos todos unidos”.

De esta forma, “es como queremos vivirlo” y, para ello, “aquí están los Emigrantes en este miércoles sin camino pero siempre con su hermandad, para vivir todo esto con sentido y que crezca nuestro  amor por la Virgen y el Pastorcito; aunque no podamos ir a verlos como todos hubiéramos querido, aquí  estaremos este año, aquí estaremos  los emigrantes viviendo juntos el Rocío”.

Al final de la eucaristía hubo unas palabras de acción de gracias que ofreció María Antonia Vázquez Díaz, miembro de la hermandad.

Una mañana muy intensamente vivida en la capilla de Emigrantes que se abrió más tarde a la visita de todos cuando el hermano mayor José Antonio Ortiz, tras haberse bajado el Simpecado del altar lo colocaba al pie de este para las visitas y las ofrendas de flores de instituciones y devotos, que reciben habitualmente a la Concha peregrina por su caminar por Huelva.

A las doce de la mañana se rezaba el Ángelus, previamente a invitación del director espiritual José Manuel Barral se unían al minuto de silencio que en toda España tenía lugar por los fallecidos en esta pandemia. “Nos unimos –dijo- con nuestro silencio y con nuestra oración, hagamos memoria y recemos por todos los fallecidos por el coronavirus”.

Un rosario que, en palabras de Inocencio Forcén, rezaban en este Rocío interior y de fe a las doce del mediodía que “es cuando habitualmente la comitiva rociera se suele encontrar visitando la iglesia del Rocío”.

José Antonio Ortiz dijo que estaban viviendo “una mañana especialmente emotiva”, con muchas ofrendas de flores de los devotos con los que iban haciendo “el camino de luz, caminando hacia Ella, a la que pedimos salud y que pase ya la pandemia”.

Una primera jornada especialmente solidaria, en la que la Hermandad de Emigrantes promovió en sus instalaciones una donación de sangre.

El colofón de esta primera jornada de una semana que se espera intensa de actos será el rezo de la Salve a las 21:30, en el que cantará Mariola Figueredo y habrá una exaltación de José Manuel Pérez.

   

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