Así es el sorprendente espejismo que hace "volar" a los barcos y crea figuras gigantescas en la costa de Huelva

Si alguna vez mientras paseabas por alguna playa de Huelva has visto barcos "flotando" en el aire o como unos "edificios" alargados reflejados en el horizonte, es posible que hayas sido testigo de un fenómeno mágico llamado Fata Morgana.

Este tipo de espejismo no es magia ni producto de tu imaginación, sino un efecto óptico que podemos captar en el mar onubense y que nos regala escenas sorprendentes, pero siempre temporales.

¿Qué es la Fata Morgana?

La Fata Morgana es un fenómeno que ocurre cuando las capas de aire cerca del suelo, o en este caso del agua, tienen temperaturas muy distintas.

Durante los días de verano en Huelva, es común que el aire sobre la arena caliente sea mucho más cálido que el aire frío que se encuentra sobre el mar. Esta diferencia provoca que la luz se desvíe y se refracte, creando imágenes que parecen levitar, invertidas o distorsionadas.

Lo más fascinante es que nuestro cerebro intenta interpretar estas señales, y así es como los barcos parecen "flotar" sobre el agua y los objetos distantes parecen acercarse o incluso duplicarse.

Cada Fata Morgana es única, muy habitual en la costa de Huelva, y su duración puede ser de unos minutos o de varias horas, dependiendo de cómo cambien las condiciones del aire y el sol.

¿Por qué se ven tanto en las playas de Huelva?

Las playas onubenses son un escenario perfecto para este fenómeno. Sus extensos arenales, el océano abierto y la combinación de temperaturas cálidas en la arena y frescas en el Atlántico crean las condiciones ideales para que la luz “juegue” y nos muestre estas ilusiones.

Playas onubenses como Matalascañas, Mazagón, La Antilla, El Portil o Isla Cristina son puntos donde los observadores más atentos suelen tener suerte y ver estos curiosos reflejos que a veces dan hasta miedo.

Además, la Fata Morgana no se limita a días despejados. A veces, con niebla ligera o brumas marinas, el efecto puede acentuarse, dibujando siluetas distorsionadas en el horizonte que parecen salidas de un sueño (o una pesadilla).

Así que, la próxima vez que camines por la orilla de cualquiera de las playas de Huelva y notes que el horizonte se estira, se mueve o se refleja como un espejo, detente y disfruta. Estás frente a un milagro óptico natural, un guiño de la naturaleza que es digno de ver.