Una de las mejores cocinas de España está en esta comarca de Huelva: "De los patrimonios gastronómicos más valorados del mundo"

Verano en Huelva

Una cocina que no necesita florituras, porque brilla con la luz de la llama de la tradición sin necesidad de etiquetas gourmet, estrellas Michelin, rankings y modas temporales

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La comarca del buen comer y el producto de excelencia / M.G.
Ángel Rivas

24 de julio 2025 - 05:00

En un mundo saturado de etiquetas gourmet, estrellas Michelin, rankings y modas temporales, hay una verdad silenciosa que resiste al tiempo con la fuerza de un olivo centenario. En la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, al norte de nuestra provincia, se cocina uno de los patrimonios gastronómicos más singulares y valiosos del mundo. Una cocina que no necesita florituras, porque brilla con la luz de la llama de la tradición.

La cocina serrana no se puede aprender en un curso exprés ni replicar del todo en un plató de televisión o en una entrevista de radio. Aquí se cuece a fuego lento la esencia de generaciones enteras: recetas transmitidas por abuelas, en cazuelas de barro, con cucharas de palo y lecciones que huelen a orégano y matanza. En cada guiso hay una historia familiar; en cada potaje, una lección de aprovechamiento; y en cada jamón, un tributo a la excelencia.

Setas de la Sierra de Aracena / Restaurante La Colmena

Las migas, las sopas, el arroz con tanas, las calderetas, los piñonates, el distraído o la presa ibérica con setas… son platos que resumen una filosofía: aprovechar lo que da la tierra, respetar el producto y cocinarlo con fuego lento y cariño.

Pocas cocinas tradicionales del mundo pueden presumir de ser tan sabrosas y, a la vez, tan saludables. La dieta serrana se alinea con los principios de la dieta mediterránea (Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad) y los lleva al terreno del bosque de encinas y castaños.

Castañas asadas

El jamón ibérico de Jabugo, producto estrella de la comarca, no es solo un lujo para los sentidos. Su grasa, rica en ácido oleico (el mismo del AOVE), ayuda a reducir el colesterol y protege el sistema cardiovascular. “Casi ná”. Las castañas, las setas, los espárragos, las hierbas aromáticas, las frutas de la huerta, el pan de masa madre (como el de La Molinilla, estrella del buen pan), aportan fibra, minerales, vitaminas y una digestión tranquila, como la vida que aquí vivimos.

Pan de La Molinilla

Comer en la Sierra de Aracena es, literalmente, cuidarse. Cuidar el cuerpo, cuidar la mente, porque sus paisajes rodeados de naturaleza transmiten una gran paz.

El cerdo ibérico, criado en libertad entre alcornoques y encinas, no es solo un animal: es el eje de un ecosistema cultural, económico y social. Su transformación en jamón, cañas de lomo, morcones o chorizos sigue un ritual artesanal que supera la lógica industrial. Cada loncha habla de historia y sabiduría.

Jamón DOP de Jabugo

El nombre de Jabugo, con Denominación de Origen Protegida, ya no necesita presentación. Pero lo que pocos saben es que, detrás de cada pieza perfecta, hay un paisaje, un secadero y manos que entienden la carne como verdaderos expertos.

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